Organización de la Sociedad Civil las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal,
Chiapas, México
A 22 de diciembre del año 2009
A todas las Organizaciones Sociales y Políticas
A todos los Defensores de los Derechos Humanos
A la prensa Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil
A la Otra Campaña y
A la Opinión Pública
Hermanos y hermanas:
Nuestra memoria recuerda lo que nuestros abuelos y abuelas cuentan; que cuando un pueblo hace ruido e incomoda a los amos del poder, de la mentira y de la muerte; ese pueblo es reprimido y asesinado. Pero, no sólo nos contaron el dolor y la tragedia, sino que nos contaron cómo se lucha y se organiza y se actúa.
Cuentan también nuestros abuelos y abuelas que para vencer, hay que ser sencillos y humildes, pero con el corazón y pensamiento mirando y pensando.
Hoy, a doce veces doce meses de la masacre de Acteal, aquí seguimos con nuestra lucha y organización y creciendo y caminando con otras organizaciones y luchas. Creciendo como crecen los arroyos de Chenalhó en tiempo de lluvias. Y cuando crecen, crece el ruido que hacen y más crece su ruido cuando se juntan con otros arroyos y mucho más cuando se encuentran con los ríos.
Crece nuestro coraje porque al dolor de la muerte, a la rabia de la impunidad, se ha añadido la burla. La burla de unos jueces que se dicen supremos representantes de la justicia y dejan libres a unos asesinos como si fueran inocentes. La burla de un gobierno que premia a los paramilitares con casas y tierras mientras a los sobrevivientes de Acteal les regatea el apoyo para atenderse sus heridas que siguen literalmente abiertas. La burla de unos paramilitares que firman convenios para que les den sus tierras en otro municipio y se pasean libremente por Chenalhó.
Pero no es solo Acteal. La lista de agravios es muy larga y no cabe en un comunicado. Desde los disparos de armas de alto poder cerca de Tzajalch’en hace apenas unos días, hasta compañeros y compañeras de lucha presos, desaparecidos, asesinados en los últimos meses. Uno de ellos, hace apenas unos días, Mariano Abarca de Chicomuselo, baleado por defender a su comunidad de las minas canadienses. También los compañeros de Mitzitón y de Venustiano Carranza atropellados por camionetas asesinas. Y luego, los compañeros electricistas despojados de su trabajo de la noche a la mañana. Y aunque ya no es una noticia nueva, no podemos olvidar el insulto de haber condenado a Ignacio del Valle, líder de los campesinos de Atenco, a 112 años de cárcel.
En Chiapas han resurgido los ataques a los miembros de la Iglesia comprometidos con el pueblo: primero fueron los padres Juan Manuel Hurtado de Altamirano y Jesús Landín de Venustiano Carranza. Últimamente ha sido nuestro propio párroco Marcelo Pérez que ha sido agredido dos veces en un mes, en su casa y en su persona.
El pueblo se está ahogando dentro del lodo de la crisis causado por el gobierno ¿Qué es lo que tiene el gobierno para la sobrevivencia del pueblo? Solo más burlas. Ofrece la reelección de los malos gobernantes para que tengan tiempo suficiente de robarse todo de lo que queda del patrimonio de nuestra nación. A 100 años de Francisco I. Madero el gobierno de Felipe Calderón no tiene una idea mejor que ésta. A no ser la de celebrar los 100 años de Zapata despojando a los campesinos de su tierra para construir autopistas, minas, presas, hoteles de lujo y aeropuertos.
Doce veces doce meses han transcurrido después de la Masacre de Acteal. Las ruedas del calendario siguen girando y completando sus ciclos. Nosotros no sabemos qué secretos ocultan las estrellas para el 2010 ó el 2012, pero sí sabemos lo que ocultan los corazones. Los corazones de los mexicanos ocultan lo mismo que el nuestro: dolor, coraje, indignación. Y en muchos corazones también quiere irse a vivir la desesperación. Pero nosotros conservamos la esperanza. A pesar de todo.
Cuentan nuestros antepasados mayas que los hermanos Junajpú e Ixbalanké fueron llamados al inframundo a jugar con los Señores de Xibalbá. Pero más que jugar con ellos, los Señores de Xibalbá querían matarlos porque les molestaba el ruido que hacían. Los gemelos fueron muy listos, usaron su inteligencia para superar todas las trampas. Finalmente hasta la misma muerte superaron con su resurrección. Solo con su sabiduría, humillación y sencillez pudieron vencer el poder de Xibalbá.
Hoy los señores de Xibalbá son los gobiernos estatales y federales, los funcionarios corruptos y todos los que hacen la injusticia, la opresión y la violencia contra el pueblo en lucha. Contra ellos lucharon nuestros hermanos masacrados de Acteal, sin otras armas que el ayuno y la oración, y no tuvieron miedo a la muerte. Siguieron el ejemplo de nuestros antepasados Jujnapú e Ixbalanké. Y como ellos, están resucitando. Nosotros creemos en la resurrección porque la estamos viendo, la estamos viviendo. Los paramilitares creían que iban a acabar con nuestra semilla y no sólo no desaparecimos sino que nuestro Dios Padre-Madre nos ha dado alas para volar a muchas partes de México y de otros países del mundo para denunciar la injusticia y las mentiras de los gobiernos y para anunciar la verdad y la paz que quieren los pueblos. Y aunque a veces nos sentimos cansados, damos gracias a nuestro Dios Padre-Madre porque nos da nuevas fuerzas para seguir luchando.
Hace unos días supimos que al presidente de Estados Unidos, Obama, le dieron un gran premio de la Paz. Así como no entendemos cómo la Suprema Corte de Justicia puede dejar libres a los asesinos de Acteal, no entendemos cómo le pueden dar el premio de la Paz a quien está impulsando la guerra. Parece que la impunidad y la mentira enseñorean la tierra. El presidente Obama dijo en su discurso al recibir el premio, que la guerra es el camino para la paz. Pero eso no puede ser verdad. La paz es el camino para la paz, como dijo Gandhi, no la guerra. Por eso nosotros no podemos poner nuestra confianza en las armas que matan ni en los políticos mentirosos, ni los Ministros, ni los Presidentes, ni los gobernadores. Ponemos nuestra confianza en Dios y en el pueblo organizado que lucha pacíficamente, pero sin tener miedo a la muerte. Ponemos nuestra confianza en quienes piensan y hablan como las mujeres de Las Abejas que también han dado su palabra para este comunicado:
Nosotras las mujeres no queremos que salgan libres más paramilitares porque lo que ellos hicieron fue matar a nuestros seres queridos. Algunas de nosotras lo vimos que lo que hicieron; es verdad, no es mentira.
Lo que queremos es la paz, no queremos guerra. Queremos que se resuelvan los problemas pacíficamente. Que se comunique la gente, que reflexionen. Que no compren más armas. Queremos que el gobierno reflexione, que no siga con su política de matar, dividir y engañar al pueblo con sus proyectos que son de muerte, no de vida.
La Palabra es nuestra Arma. No queremos otro 97. Como artesanas seguimos bordando y tejiendo la paz.
Y justamente este ejemplo que nos comparten las mujeres de “tejer la paz” es lo que tiene que hacer el pueblo de México que han sido violado sus derechos humanos de parte del estado; si los encargados de aplicar la justicia se han corrompido, nosotros tenemos que “tejer nuestra propia justicia”, no la aplicación de una “justicia a mano” o de linchamiento, sino otra justicia pensada y decidida desde el pueblo. Una justicia verdadera que investigue y saque a la luz a los autores intelectuales de la Guerra de Contrainsurgencia en Chiapas: Ernesto Zedillo, Emilio Chuayffet, Gral. Enrique Cervantes, Julio César Ruiz Ferro, Gral. Mario Renán Castillo y demás cómplices y que el pueblo de México los juzgue con su memoria y conciencia.
Para seguir bordando y tejiendo la justicia, la paz y la verdad; la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia ha reconocido a Acteal, como parte de esos sitios de conciencia. “Sitios de Conciencia”, es una red mundial y son sitios históricos dedicados a conmemorar eventos pasados de lucha por la justicia y a ocuparse de su legado en la actualidad. Este reconocimiento nos da a entender que tenemos que seguir con nuestra lucha por la justicia, la paz y por la defensa de los derechos humanos. Falta mucho por hacer, pero, sabemos que tenemos que unirnos y organizarnos y actuar juntos en la lucha. A pesar de los obstáculos y agresiones que nos hace el gobierno aquí estamos y ahí vamos a estar; y cada vez más juntos y muchos.
Finalmente terminamos nuestra palabra diciendo que no queremos que en el 2010 se celebre el centenario de la Revolución negando los ideales de Madero y de Zapata como está haciendo el gobierno de Felipe Calderón. Pero tampoco queremos una guerra que vuelva a costar la sangre de millones de hermanos. Sí queremos una nueva revolución, pero una revolución no-violenta para que tengamos libertad, justicia y paz y para recuperar la tierra de las manos de los que la están destruyendo y saqueando y que regrese a las manos de los que sabemos amarla y cuidarla como nuestra Madre.
A T E N T A M E N T E
La Voz de la Sociedad Civil Las Abejas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario