Ponencias de Las Abejas
Palabra de la Organización Las Abejas de Acteal (en la voz de José A. Jiménez P.)
La Habana, Cuba, 10 de enero del año 2013
Vivir en armonía y en equilibrio entre hombres y mujeres
y con la Madre Tierra: Lekil Kuxlejal
¿Cómo llegó en nuestro corazón y pensamiento de trabajar para el Lekil Kuxlejal (vida buena o buen vivir) de nuestro pueblo?
A las y los mayas tsotsiles nos llegó en nuestro corazón y pensamiento una reflexión, que de por sí tenemos que trabajar y luchar para vivir bien y ser libres. Porque de por sí así nos crearon nuestros grandes y sabios “Formadores y Creadores”, según el Popol Vuh libro sagrado de los mayas. Un ejemplo de estas sabidurías, es la lucha que emprendieron los gemelos Junajpu e Ixbalanque contra los amos del inframundo, el Xibalbá. Lo que querían los gemelos era que hubiera justicia y paz para las mujeres y hombres de la tierra, porque eran molestados por los señores de Xibalbá. Los gemelos como eran dioses vencieron el poder del inframundo.[1] Junajpu se convirtió en el sol para que hubiera día; e Ixbalanque se convirtió en la luna para que hubiera luz en la noche. Como en la lucha de los gemelos para que haya justicia y paz, nosotras y nosotros Las Abejas vamos combatiendo a los señores de la muerte, siempre que existe el respeto, la armonía y el equilibrio con todo.
Con esta breve reflexión del pensamiento y sentimiento maya tsotsil, quiero compartirles también brevemente cómo nace nuestra organización Las Abejas y su lucha. Las Abejas nace en el año de 1992 en el pueblo de Ch'enalvo' (pozo o caverna de agua) en la zona de Los Altos de Chiapas. Nos organizamos porque ocurrió una violación a los derechos humanos de 5 hermanos nuestros, que fueron acusados de asesinar en una emboscada a una persona. Ciertamente esos hechos ocurrieron, además hubo dos personas heridas por arma de fuego. Los verdaderos asesinos eran otras personas y eran por motivos agrarios, pero como nuestros compañeros pensaban diferente y no estaban de acuerdo con el sistema de gobierno oficial tanto del municipio de Ch'enalvo' como con el estado y del país, fueron entonces culpados por ese hecho sangriento como mera venganza política.
Nosotras y nosotros de la Organización Las Abejas, quienes somos gente de maíz, cuidadoras y cuidadores de la Madre Tierra, ya teníamos una trayectoria de lucha, de reflexión e indignación por los atropellos a nuestros derechos como pueblo originario de parte del estado Mexicano. La acusación falsa de las autoridades a nuestros 5 hermanos, en vez de terminar con nuestro espíritu de lucha, fue la semilla que brotó el nacimiento de Las Abejas.
Desde el inicio de Las Abejas, nos propusimos ser una organización pacifista con una metodología de lucha No Violenta activa. Nuestros principales ejes de lucha son: la defensa de la Tierra, el Territorio, los bienes naturales y obviamente de la Vida.
¿Pero por qué nos tenemos que defender? ¿De qué, quién o quienes debemos denfendernos?
Nuestras abuelas y abuelos ancestrales nos heredaron la tierra y todo lo que coexistía en ella, pero también nos dieron consejos de cómo trabajarla y cuidarla. Todo andaba bien. Había una mutua relación entre las gentes del maíz con la madre naturaleza. Si queríamos desmontar un bosque y preparar la tierra para hacer la milpa, primero se tomaba un acuerdo dentro de la familia, en qué parte del terreno se podía hacer. Una vez tomada la decisión, antes de cortar las plantas y árboles se hacía una ceremonia para pedirle permiso y perdón a la Madre Tierra porque la familia necesita hacer su milpa para su sobrevivencia. Y así, después de la cosecha, igual se agradece a la Madre Tierra y al Ojo'v (ser divino que custodia un determinado lugar sagrado). Antes todo era con respeto, había una relación armónica con la madre naturaleza y esta forma de respeto era vivida desde nuestra espiritualidad.
Nuestros abuelos y abuelas nos aconsejaron no molestar a los animales; no se podía matar así nomás por gusto de matar, sino sólo cuando hay necesidad de comer carne, pero se le pide permiso y perdón a la Madre Tierra. Ella entiende que nosotras y nosotros sus hijos tenemos esa necesidad. También, nos aconsejaron no destruir ni profanar los lugares sagrados (montañas, manantiales de agua, cavernas, lagunas, etc.), porque esos lugares son las casas de los Ojo'v(s) y de la jCh'ul Me'tik (divinidad femenina que habita en lagos y lagunas). De este modo se vivía en equilibrio con la naturaleza. Las mujeres y hombres de antes no conocían la competencia y el individualismo y mucho menos el tak'in (metal o dinero). Si una familia o una comunidad necesitaban comer algo que no se produce en la zona en donde viven, se intercambiaban los productos con otros hermanos y hermanas de otras regiones que viven en climas diferentes; hacían el trueque.
Pero, no fue siempre así la vida. Porque gente desconocida de nuestra cultura y de nuestro pensamiento y corazón llegaron a nuestras tierras y nos invadieron, nos despojaron, nos humillaron, nos masacraron salvajemente. Profanaron nuestra cultura, nuestros lugares sagrados. Esa gente desconocida, no conoce lo que es el respeto, la armonía y el equilibrio con la madre naturaleza. Ve a la Madre Tierra como objeto y mercancía. Su modo de pensar para nada es en colectivo, sino en puro interés económico individualista, destructivo y violento. Y cuando un pueblo se opone a su imposición, su respuesta es la represión, causando desplazamientos forzados. Es tan inhumano este monstruo que ahora se llama capitalismo neoliberal. ¡Cuántas veces no nos han tratado de destruir! Ya sea con cárcel, represión y masacres como la de Acteal, en donde los paramilitares del mal gobierno mexicano mataron a 45 hermanas y hermanos nuestros, más 4 que aún no nacían.
A pesar de los ataques del estado a nuestra lucha y nuestros pueblos, hemos resistido. No ha podido el mal gobierno, vencernos. Porque tenemos memoria y porque de por sí nuestras abuelas y abuelos nos enseñaron a trabajar, a luchar, a resistir y a ser guardianes de la Madre Tierra y de la memoria. Y por eso, luchamos contra el monstruo, porque no estamos de acuerdo con su sistema de muerte.
Si no estamos de acuerdo con el sistema capitalista neoliberal, ¿Cómo es el mundo que queremos construir?
Desde que nace nuestra organización Las Abejas, nos propusimos luchar por la justicia para que hubiera paz en nuestros pueblos. Dijimos que teníamos que luchar y exigirle al gobierno mexicano que reconozca nuestros derechos como pueblos originarios; que también es una de las demandas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y de otros pueblos de México. Sin embargo, el gobierno mexicano no cumplió su palabra, aunque haya firmado los Acuerdos de San Andrés Sacam Ch'en de los Pobres, en materia de Derechos y Cultura Indígena. La razón del mal gobierno de no cumplir su palabra, es que esos acuerdos, ponían un freno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte como parte del despojo neoliberal de nuestros territorios y bienes naturales, además que obligaba a la clase política a comenzar cambios profundos hacia la democracia, la libertad y la justicia, para nuestros pueblos y para todas las personas en México.
Ante el incumplimiento del gobierno federal a los Acuerdos de San Andrés, los pueblos originarios de México dijimos, “no le vamos a pedir permiso al mal gobierno para construir y practicar nuestra autonomía, o sea el autogobierno y libre determinación”. Y así estamos construyendo la autonomía, desde nuestro modo y necesidad como pueblo maya tsotsil. Miramos, pensamos y dijimos que ya no necesitamos, ni mucho menos creemos en ningún partido político, porque demostraron que estos dependen del sistema capitalista neoliberal, y no piensan en los pueblos originarios.
Queda bien claro que la AUTONOMÍA y el LEKIL KUXLEJAL que estamos construyendo no es compatible con el neoliberalismo.
De por sí nuestros ancestros vivían en armonía y en equilibrio con la naturaleza, y eso es lo que ahora estamos tratando de practicar en nuestras comunidades y pueblos.
Les compartimos algunas de esas prácticas comunitarias que para nosotras y nosotros son los hilos con los que se teje la vida, pero no cualquier vida, sino en el LEKIL KUXLEJAL (vida buena o buen vivir):
- RESPETO – El respeto, es fundamental para la relación mutua de la humanidad y sobre todo para el Lekil Kuxlejal.
¿Cómo se debe practicar el respeto o cómo se aplica? Respetar al hombre y a la mujer: lo que hace, cree, practica, condición social, género, cultura, identidad, etc. Es así que si no nos agrada la actitud de una persona, un grupo o una organización, o si sus modos o sus formas de pensar crean problemas y hablan mal de nosotros y nosotras; lo que se debería hacer, es dialogar, tratar de buscar una solución armónica, más nunca recurrir a la violencia.
Si se practicara el respeto mutuo; no habría guerras, asesinatos, discriminación, racismo, etc. Puede haber diferencias y eso está muy bien, cuando existe diversidad de pensamientos; es vida, es comunidad. Pero que nuestras diferencias no sean motivos de pleitos, pueden haber discusiones razonables y críticas, pero nunca matarnos entre los seres humanos, como hacen los gobiernos neoliberales con sus guerras.
- ALIMENTO – Tenemos que producir nuestros propios alimentos sin químicos. Si no hay comida y si no es sana; no existe alegría en la familia, en la comunidad, en una nación, en el mundo. Nuestra vida no sería libre.
- SALUD – Que nuestro corazón y pensamiento estén sanos. Si nuestro cuerpo está enfermo no está feliz, no tiene ganas de caminar y trabajar. Si hay enfermedad no hay ganas de luchar y construir la autonomía. Por eso es muy importante la salud, y también está relacionado con la alimentación y el respeto.
- EDUCACIÓN – Aprender de nuestra propia historia. Aprender y practicar los conocimientos y sabidurías de nuestros ancestros mayas. Aprender a respetar, cuidar y saber trabajar con amor y respeto la Madre Tierra. En esta educación que es del pueblo y para el pueblo, se aprende y se comparte los valores de la colectividad; se piensa en un nosotros incluyente (no competencia, no individualismo, no capitalismo, etc.) Una educación sana y autónoma pensamos que nos llevaría a la transformación social, desde nuestras familias, comunidad, pueblo, nación, mundo y universo.
5. EQUIDAD DE GÉNERO – Que el hombre no sea superior a la mujer, así mismo tampoco la mujer sea superior al hombre. Aquí mismo tiene que haber el respeto. El hombre ayude a la mujer, la mujer ayude al hombre. La mujer no es objeto como muchos hombres lo miran así. También existen mujeres que creen que la mujer debe obedecer al hombre, desgraciadamente todavía tenemos esa enfermedad, el machismo. Por eso en la educación autónoma se tiene que cambiar nuestro modo de pensar, sobre todo de los hombres.
En nuestra vida actual (en todas las culturas) se piensa que los hombres saben más que las mujeres.
Pero, en la vida de los mayas, más bien en la divinidad maya no era así. Habían diosas y dioses. Cuando se creó a las primeras mujeres y hombres mayas, en la toma de decisión fue indispensable la aportación de las diosas. Aquí no vemos que los dioses saben más que las diosas, sino que cada quien aportó con lo que tiene y sabe. Sin la participación de las diosas, nunca hubiera sido posible la creación de las primeras mujeres y hombres de maíz.
- NO VIOLENCIA – Cuando no hay respeto, genera guerras, violencias y odios. La violencia trae enfermedad. El uso de agroquímicos es violencia, es crimen contra la Madre Tierra.
- JUSTICIA – Que nadie sea juzgado injustamente, por razones políticas, sociales, culturales y económicas. Las autoridades que tienen a su cargo velar y administrar la justicia, tienen que ser del pueblo y no actuar bajo ningún interés económico, como lo hacen los procuradores de justicia, los jueces y ministros de la suprema corte de justicia del mal gobierno mexicano. Y pensamos que una justicia verdadera además de buscar resolver los problemas causados por delitos, deben ser caminos para que no existan formas de desigualdad. ¿Cómo puede haber justicia mientras unas cuantas familias tienen de más y otras no alcanzan ni a cubrir lo más necesario? La justicia para nosotras y nosotros mayas tsotsiles, sólo existe cuando hay vida digna, cuando hay Lekil Kuxlejal.
- SALUDO Y REVERENCIA – A la Madre Tierra, al Padre Sol, al Formador y Creador del cielo y de la tierra.
En el pensamiento maya tsotsil, la tierra y el cielo tienen corazón y alma, y nos cuidan, porque la tierra nos da de comer, el cielo nos da su lluvia, su sol, a ambos se les considera como mamá y papá. Para que haya vida y salud, para que la milpa produzca bien, para que prevalezca paz y tranquilidad en una comunidad, pueblo y nación, hay que rezarle y pedirle al cielo y a la tierra, a través de los Ojo'v y jMe' Kaxiltik (Madre Tierra, cuando una persona muere y se entierra, la Madre Tierra acoge en su seno el cuerpo de su hija e hijo, como cuando una mamá durante nueve meses abraza en su vientre a su bebé), correspondientes en cada lugar sagrado. Esta reverencia al cielo y a la tierra es la misma que debería de haber entre mujeres y hombres.
Anteriormente, en Ch'enalvo' había (aunque todavía hay gente que la practica, pero casi se está perdiendo) un saludo reverencial hacia los mayores, papás, abuelos, abuelas, autoridades. La reverencia también es una forma de respeto entre la naturaleza y los seres humanos. Al reverenciar y rendir honor a nuestros formadores y creadores, se abre la posibilidad de una vida larga y sana, y de una actitud respetuosa entre nosotras y nosotros. Reverenciar a una persona no significa que le damos poder de maltratarnos o abusar, reverenciar es reconocer y respetar lo caminado, lo construido, lo aportado a la colectividad.
- AMOR – Cuando hay amor, hay paz y tranquilidad. Cuando existe respeto hay amor. Cuando hay amor, no hay violencia, no hay guerra. Cuando se respeta a la Madre Tierra, y la mujer y el hombre se respetan, es amor. El trabajo mutuo y el cuidado común, eso es amor. Cuando las culturas, las comunidades, los pueblos y naciones se respeten su forma, su modo de ser: eso es el amor.
- ALEGRÍA – Hay alegría cuando existe: RESPETO, PAZ, TRANQUILIDAD, NO-VIOLENCIA, SALUD, ALIMENTACIÓN, TECHO en donde vivir, AMOR, JUSTICIA VERDADERA y DIGNA, EDUCACIÓN, BUEN GOBIERNO, LIBERTAD, JUSTICIA. O sea que la alegría no sólo es poder reírnos, que eso de por sí lo mantenemos en nuestro corazón y lo vivimos como persona y como colectivo, pero no se puede decir que hay una vida alegre si no tenemos los derechos básicos y fundamentales que ya mencionamos. Porque entonces, nuestra alegría es atacada por el capitalismo, sus enfermedades, su proyecto de muerte.
- RESISTENCIA – No caer en las trampas del capitalismo y del mal gobierno.
La construcción de Lekil Kuxlejal es un proceso difícil, porque se construye a contra corriente. Porque el mal gobierno, para engañar y manipular; también habla y usa la palabra Lekil Kuxlejal y muchos y muchas caen en esa trampa, donde piensan que poder comprar más cosas, aunque no las necesitemos y aunque nos enfermen, es tener una vida mejor y buena.
El capitalismo, las empresas trasnacionales, los políticos nos venden sus ideas, sus productos y la forma de cómo tenemos que vivir. Pero ante todo, tenemos que estar despiertos siempre. La resistencia tiene que estar activa en todo momento y espacio. Sin resistencia no podemos avanzar en la construcción del Lekil Kuxlejal. Porque al capitalismo le molesta que construyamos una vida buena por eso no debemos someternos a su imposición.
- PAZ – Cuando exista respeto, alimentación, salud, educación, justicia, libertad, etc. habrá paz. Cuando hay paz, es porque existe una armonía entre el hombre y la mujer, y con la Madre Naturaleza.
Para nosotros las y los mayas tsotsiles, con esta breve reflexión de la construcción de alternativas al sistema capitalista neoliberal, donde vimos que existen muchos hilos que se entretejen, les mostramos lo que nosotros llamamos Lekil Kuxlejal (vida buena o buen vivir). Cuando vivamos el Lekil Kuxlejal, es porque ya nadie nos daría órdenes, por ejemplo, de cómo tenemos que vivir en nuestras comunidades. Porque a nadie extraño o ajeno le pediríamos permiso decidir cómo queremos cuidar y trabajar la Madre Tierra, cómo ser y coexistir en nuestro territorio con los seres vivos que cohabitamos el seno y la esencia de la Madre Tierra.
El mundo que intentamos construir debe ser noviolento, porque no destruimos ni vemos como mercancía a la Madre Tierra. No pensamos sólo en nosotras y en nosotros mismos. No pensamos en guerras. No tenemos intereses económicos individualistas. Y lo que nos anima a seguir caminando y trabajando, es que sabemos que no somos las únicas y únicos que estamos en esta construcción de alternativas, sino que habemos muchas y muchos mujeres y hombres así en el mundo.
Y por eso en nombre de mi organización, Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, les agradezco tanto a las y los organizadores de este, 10º Taller Internacional sobre Paradigmas emancipatorios, y todas y todos los participantes que vienen de diferentes partes del mundo y al pueblo hermano de Cuba, por haberme permitido participar y compartir con ustedes nuestra lucha y caminar del pueblo maya tsotsil de Chiapas.
Quiero terminar enfatizando que el Lekil Kuxlejal (la Vida Buena o el buen vivir) no es del capitalismo, sino del pueblo organizado que lo piensa, lo construye. EL LEKIL KUXLEJAL es de quien lo practica y lo construye.
Con el respeto que se merecen a cada una y uno de ustedes; ¡muchas gracias, de corazón!
[1] Popol Vuh (Libro sagrado de los maya-quiché), Anónimo. Segunda Parte, capítulo XIII, págs. 101-111.
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