23 años de una herida abierta, 23 años de mantener activa la memoria y la resistencia, seguimos organizados para enfrentar la guerra y la muerte del Estado.

  Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.



22 de diciembre de 2020




Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos

A las y los defensores de los derechos humanos

A los medios libres y alternativos

A los medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional


Tesoros mal adquiridos no sirven de nada,

pero la justicia libra de la muerte

Proverbios 10, 2

Hermanas y hermanos:

Desde esta Tierra Sagrada de Acteal, seguimos sin justicia donde hace 23 años nuestros hermanos y 

hermanas, hermanitos y hermanitas ofrecieron su vida el 22 de diciembre de 1997, como 

precio para parar la violencia desatada por el gobierno mexicano contra las comunidades en resistencia a 

sus proyectos de apoderarse de la tierra de los pueblos, para dárselas a los 

ricos y hacer jugosos negocios con empresas transnacionales que requieren controlar nuestros territorios 

para garantizar sus intereses y ganancias.


Foto por: Área de Comunicación de Las Abejas de Acteal

 Por eso decimos que hoy estamos conmemorando 23 años de una herida abierta, 23 años de mantener activa la memoria y la resistencia ante esta guerra desatada contra los pueblos que seguimos organizados para enfrentar la guerra y la muerte del Estado.

Los sobrevivientes de esta cruel masacre que pertenecemos a la Organización de la Sociedad Civil de las Abejas de Acteal (Las Abejas), queremos que todo el mundo sepa que vamos a seguir buscando la justicia hasta alcanzarla. Que no nos hemos vendido, que no aceptamos la “solución amistosa” que el gobierno federal ofreció este año. Que respetamos a nuestras hermanas y hermanos que aceptaron la oferta del Estado. Más nosotros no nos cansaremos hasta ver que se sancionen a los responsables materiales e intelectuales de la Masacre. Queremos y exigimos justicia. Lo que pasó en Acteal no debe repetirse.

Al tiempo que el Estado mexicano -a través de su subsecretario de derechos humanos y el gobernador de Chiapas- simulan diálogos, a 23 años de impunidad en la masacre de Acteal, en lugar de que sus sobrevivientes vean llegar la justicia para sus familiares masacrados y puedan vivir en paz, primero llegan a ver su muerte. Así pasó con nuestro hermano y compañero sobreviviente don Manuel Gómez Pérez, quien el 22 de diciembre de 1997 sobrevivió la balacera y la masacre, perdiendo ahí a su esposa. El pasado 5 de diciembre, don Manuel fue a encontrarse ya con su familia masacrada.

Desde allá, en donde seguramente se encuentra Papá-Mamá Dios de la justicia verdadera, junto a Tatik Samuel Ruiz García y nuestros demás hermanos y hermanas que nos han acompañado en nuestra lucha, le pedirá para que sobre la masacre de Acteal se conozca la verdad, para que se investigue y se castigue a los autores materiales e intelectuales y que nosotras y nosotros que seguimos existiendo aquí, nunca dejemos de luchar por la justicia verdadera.

Don Manuel Gómez fue un gran músico tradicional. A través de la flauta invocaba el día 22 de cada mes, en Acteal, la memoria viva de los 45 mártires más los 4 bebés no nacidos. Él se nos ha ido, pero seguramente allá arriba, en el viento o en las nubes, en las estrellas o en el arco iris, en la lluvia o en la luz del sol, en el alba o en cualquier horizonte, en nuestro corazón o en nuestro pensamiento, su música estará sonando en armonía con la memoria y la esperanza de que un día, aquí en Acteal, en México y en el mundo, llegue la justicia verdadera y la paz para todas y todos.

Es por eso que pedimos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a que agilice la emisión del Informe de Fondo sobre el Caso 12.790 Manuel Santiz Culebra y otros (masacre de Acteal). Urge que haga públicas las conclusiones de sus investigaciones y dé las recomendaciones necesarias al Estado mexicano, para que se haga verdadera justicia en el caso, enjuiciando a los autores intelectuales.

Desde que se fundó nuestra organización, Sociedad Civil las Abejas de Acteal, hace más de 28 años, hemos visto cómo el hostigamiento, la persecución y la criminalización, las amenazas de muerte, la cárcel, el robo y la destrucción de pertenencias, el desplazamiento forzado y el asesinato han sido el destino para quienes denuncian los engaños del gobierno y para los que no han querido ser cómplices de los grupos de poder aliados al gobierno en Chenalhó. Y todos estos delitos, incluyendo la Masacre de Acteal, jamás han sido investigados ni sancionados.

Así ocurrió en la Colonia Puebla en 2013. Pero en este caso comenzó a pasar algo más. Como se dieron cuenta de que cada vez hay más familias que están aceptando los apoyos del gobierno en cada paraje, exzapatistas y exabejas comenzaron a trabajar con los partidistas, ayudándoles y aconsejando a viejos paramilitares sobre cómo podían hacer para obtener más dinero de los funcionarios del gobierno municipal, estatal y federal. Así fue como se creó un clima de linchamiento contra los católicos en la Colonia Puebla en 2013, en su mayoría abejas y bases de apoyo zapatistas, que terminó en su desplazamiento forzado por un año. Sólo con una multa pagada por el gobierno a los mismos que orquestaron la persecución, otorgándoles mayor presupuesto para sus programas gubernamentales, la comunidad aceptó que regresaran los desplazados, además de que los que quemaron casas y robaron propiedades de los católicos expulsados, nunca tuvieron que reparar los daños, porque el gobierno lo hizo por ellos.

De ese modo el gobierno “resolvió” el problema de los desplazados de la Colonia Puebla en 2014. Los causantes del linchamiento fueron premiados, tal como los paramilitares -asesinos confesos de la Masacre de Acteal- liberados masivamente a partir de 2009 y hasta 2012, fueron premiados con terrenos y pensiones mensuales. Y es así como también desde el 2001, se han dado una serie de retornos del desplazamiento forzado, sin justicia: los responsables de las acciones que llevaron a los compañeros a huir en 1997 de su comunidad y abandonar sus terrenos y pertenencias, nunca fueron juzgados ni sancionados. Pero los paramilitares con armas de grueso calibre responsables de los saqueos, quema de casas y amenazas de muerte, sí contaron con el apoyo monetario del gobierno para que, sin tener que pagar ellos por todo lo que destrozaron y robaron, se ofreciera una suma que ayudara a las familias desplazadas para reconstruir sus casas, lo que eventualmente ayudó a que muchas de estas familias empezaran a acostumbrarse a vivir de los apoyos gubernamentales.

De la misma manera, con la dichosa “solución amistosa”, el gobierno federal y estatal pretendió dar carpetazo al caso Acteal, ofreciendo dinero para obras públicas que favorezcan a los familiares y sobrevivientes, sin que los responsables de la masacre sean enjuiciados ni sancionados. Apuestan a que el cansancio y el desgaste debiliten tanto a las víctimas de la violencia, que aceptarán cualquier condición para que “se arregle su problema” y traten de hacer como que no pasó nada. Y los que causan la violencia cobran una jugosa suma para que se diga que el problema que ellos mismos orquestaron ya quedó solucionado, haciendo quedar al gobierno como el único que puede ayudar efectivamente a que se resuelvan “los problemas comunitarios”, que en realidad son problemas o conflictos generados por causas políticas y por la impunidad que otorga la autoridad.

Por eso decimos que en México sólo se administra la justicia como una forma de hacer negocio. Pues nosotros hemos vivido repetidamente cómo una y otra vez, desde el Plan de Campaña Chiapas 1994, los gobiernos estatales y federales, el Presidente Municipal y su gente partidista que comete violencia contra los que resisten autónomamente en las comunidades, han estado todos de acuerdo.

Nunca olvidaremos que 5 días antes de que fueran masacrados nuestros 45 hermanos y hermanas más 4 bebés no nacidos, se realizó un último diálogo en el paraje Las Limas del municipio de Chenalhó, en donde estuvieron el presidente municipal priísta de Chenalhó, Jacinto Arias Cruz del ejido Puebla, acompañado de su ayuntamiento, de agentes rurales y pastores evangélicos, el Concejo Autónomo de Polhó, representantes de nuestra Organización Las Abejas de Acteal, así como observadores de derechos humanos, tales como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Comisión Estatal de Derechos Humanos, representantes de la extinta Comisión Nacional de Intermediación y la Cruz Roja Nacional e Internacional. Sin embargo, mientras sucedía ese pretendido diálogo, los paramilitares estaban quemando casas y saqueando pertenencias de una familia de Las Abejas de Acteal, quien 5 días después fue masacrada casi por completo en Acteal.

De una forma parecida sucedió el ataque a la caravana de ayuda humanitaria para los desplazados por el conflicto entre Aldama y Santa Marta, Chenalhó. Se había firmado ya un "Acuerdo de solución definitiva", sin embargo 3 días después, como lo denunció el Frayba, se produjo este ataque con armas de alto calibre, organizado por un grupo armado de corte paramilitar resultando baleada la camioneta de la Organización Fideicomiso para los niños y niñas de Chiapas, coordinada por la actriz y hermana de lucha, Ofelia Medina. Aquí salió herida de bala nuestra hermana Chabelita, religiosa de la Diócesis de San Cristóbal. Sin embargo, no entendemos cómo es que el conflicto sigue cuando el gobierno estatal y federal tienen conocimiento pleno del caso.

Pero toda esta impunidad ha ocasionado directamente una descomposición tan alta del tejido social, que la violencia se ha disparado en direcciones inimaginadas. En Chiapas, no sólo los agresores nunca han sido investigados y sancionados, sino que los paramilitares conservaron sus armas desde 1997. Todos estos años han seguido siendo beneficiados con presupuesto público para aumentar sus arsenales, pues han funcionado como grupos de choque en administraciones sucesivas, poniéndose al servicio del partido o encargo que más les convenga. Sólo esto puede explicar la gravedad de la situación tanto en Aldama y Santa Marta, como en Tila y Moisés-Gandhi. Por eso, lo único que realmente solucionaría la situación de los desplazados en la entidad, es un verdadero desarme de los paramilitares que actuaron en la Masacre de Acteal y en la Zona Norte desde 1995, así como de los actuales grupos de corte paramilitar que operan actualmente en estas zonas.

Como integrantes de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, junto con nuestros hermanos zapatistas y de todas las otras organizaciones que se coordinan en el Congreso Nacional Indígena, estamos en lucha precisamente para que en nuestro país y en nuestras comunidades la justicia no sea un jugoso negocio para algunos, sino una forma de que verdaderamente se solucionen los problemas sin dinero de por medio. Donde los que tienen responsabilidad no puedan seguir haciendo daño y donde verdaderamente se restablezca la paz en las comunidades, lo que sólo puede ocurrir cuando se respeta la dignidad y los derechos de las personas.

Sin embargo, la justicia en México es un negocio y está plagada de corrupción e impunidad. No nos engañemos en creer que todavía se va a componer el sistema de justicia en México, mientras el poder está en manos de los ricos, de los partidos políticos, de los militares, de los narcos y demás criminales.

Acabamos de ver cómo el pasado 23 de noviembre, el gobierno federal pasó por alto amparos y resoluciones judiciales para desalojar a nuestros compañeros que se oponen al Proyecto Integral Morelos y a la construcción de la Termoeléctrica en Huexca. Lo mismo hace con la construcción del mal llamado Tren Maya.

El Estado mexicano mandó a la Guardia Nacional para que a las 2 de la mañana desmantelaran el plantón que mantenían los ejidatarios desde 2016 en las orillas del Río Cuautla, todo para poder seguir construyendo la gran obra que quieren inaugurar este mismo mes en la tierra de Zapata, para quitarle el agua a los pueblos y dársela a las empresas trasnacionales, agua para enfriar sus turbinas de generación de energía para las fábricas que piensan instalar en esa región.

Ya no es tiempo de quedarnos con los brazos cruzados. Tenemos que redoblar nuestro esfuerzo en la construcción de la Otra Justicia, guiándonos de aquellos buenos consejos de nuestros ancestros, porque ellos sí supieron mantener la paz con una justicia verdadera durante su vida.

Es tiempo de confiar en nosotros mismos. Tenemos que darnos esa oportunidad de decidir y aplicar la justicia, una justicia humanizada, una justicia que no se negocia ni se condiciona, una justicia incorruptible. La justicia que queremos debe ser sanadora, restaurativa, armonizadora y regeneradora de los tejidos sociales y comunitarios. Y una muestra de esa justicia nos la dieron nuestros abuelos y abuelas.

La justicia de antes no tenía amigos ni compadrazgos, se aplicaba la justicia y ya. Se buscaba la reconciliación y la paz, y así, nadie quedaba herido o con rencores, porque lo que importaba era recuperar la armonía y la dignidad, tanto del que cometió la ofensa como del ofendido y de la misma comunidad. En el caso de delitos graves, si la autoridad comunitaria y la comunidad no podían resolverlos, se entregaba el culpable a las autoridades competentes para que lo juzgaran y condenaran por el crimen que cometió.

Pero en el caso de la Masacre de Acteal, no se trató de un homicidio cometido por un particular, no fue a causa de un pleito de borrachera, no llegaron a matarnos unos locos sólo porque quisieron matar. No.

La Masacre de Acteal la cometieron un grupo de paramilitares priistas, creado por el Estado mexicano, financiado, armado por el propio Estado y entrenado por el Ejército mexicano, para cumplir la misión de terminar con las comunidades y pueblos quienes luchan para que se acabe el mal gobierno, la explotación y el despojo de tierras y territorios. La Masacre de Acteal se cometió en el marco de la guerra de contrainsurgencia contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), al que el Estado mexicano y su Ejército le llamaron “Plan de Campaña Chiapas 94”. En esta masacre murieron niñas y niños, mujeres embarazadas, mujeres y hombres, ancianas y ancianos miembros de la Organización Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal; ellas y ellos, junto con el resto de dicha organización pacífica y no violenta, exigieron el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés sobre "Derechos y Cultura Indígena", firmados entre el Gobierno federal y el EZLN.

El cumplimiento de dichos acuerdos e integrarlos a la Carta Magna, significaba reconocer la libre determinación, autogobierno y autonomía de las comunidades y pueblos originarios de México, pero el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, asesorado por los ricos empresarios y los gobiernos de otros países con intereses mercantiles dentro de las tierras y territorios nuestros, decidió incumplir esos acuerdos porque serían un candado para su Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Por lo tanto, para echar abajo los acuerdos de San Andrés, pusieron en marcha la guerra de contrainsurgencia, metiendo terror tanto en las comunidades zapatistas como en las comunidades y pueblos no zapatistas que también luchaban por el mismo objetivo, aunque con diferentes métodos.

Como vemos, la masacre de Acteal, fue el resultado de un conflicto político y económico entre los intereses capitalistas y la defensa de los territorios ancestrales de nuestros pueblos. Por lo tanto, sus autores tanto materiales como intelectuales tendrán que ser llamados a comparecer ante una justicia verdadera, pero no para reconocer un error sencillo. Lo que queremos y exigimos es que Ernesto Zedillo Ponce de León, Emilio Chuayffet Chemor, Gral. Enrique Aguirre Cervantes, Julio César Ruiz Ferro, Uriel Járquin Gálvez, Homero Tovilla Cristiani, Jorge Enrique Hernández Aguilar, David Gómez Guzmán entre otros nombres, de acuerdo a la recomendación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos con el número:1/1998 sean detenidos, juzgados y que se les condene con cárcel, procurando que no salgan bajo fianza porque cometieron un crimen de lesa humanidad.

Para que esto suceda, se tienen que dar varios pasos concretos: el más cercano es que se emita ya el Informe de Fondo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en donde esta Comisión pida al Estado mexicano juicio y castigo para los autores materiales e intelectuales de la Masacre de Acteal. El otro paso es continuar con la organización, creación y construcción desde los pueblos de una justicia verdadera, llámese Otra Justicia, para que hechos como el de Acteal y otros crímenes de lesa humanidad cometidos en México, ya no vuelvan a suceder.

Hermanas y hermanos, este es el tipo de justicia que queremos y merecemos, no sólo para el caso Acteal, sino para todos los dolores e infamias que se han cometido en la historia de México desde la era tirana de los priistas y panistas, y ahora con el gobierno de la 4T, que aunque dice ser de "izquierda y de los pobres" permite, entre muchas otras cosas, criminalizar y asesinar a defensores y defensoras de la vida y de la tierra-territorio de nuestros pueblos, tanto en Chiapas como en todo el territorio nacional.

Como sobrevivientes de la Masacre de Acteal y miembros de Las Abejas de Acteal, estamos decididos a seguir el camino de la búsqueda y construcción de una justicia verdadera, aunque nos ofrezcan dinero, diálogo y justicia simulada, no la aceptaremos. Primero está nuestra dignidad y las convicciones en las que fuimos criados por las sabidurías de nuestros ancestros mayas tsotsiles. Aun cuando se haga justicia y se condene a los autores materiales e intelectuales de la Masacre de Acteal, nuestra lucha y organización va a seguir siempre; no puede haber límites o fin, sólo existen etapas y ciclos que se cierran, pero continúan, así es nuestro pensamiento.

Foto por: Área de Comunicación de Las Abejas de Acteal

Les invitamos a todas y todos para que desde su espacio de lucha, desde su comunidad de origen, desde su pueblo y desde su nación y país, luchen también, a que no se desanimen; que nadie se quede atrás, que nadie siga sufriendo. Es la hora de decir que queremos seguir con vida, vivir en paz con justicia y libres para poder cuidar nuestras tierras y territorios. Porque ya no queremos más masacres ni asesinatos como el de nuestro hermano Samir Flores Soberanes y ahora, de nuestros cuatro hermanos y hermanas más del Consejo Indígena y Popular Emiliano Zapata que fueron ultimados hace tres días en Guerrero.

Justo cuando pedimos justicia por la Masacre de Acteal y decimos “masacres nunca más”, el mal gobierno, los políticos, los ricos, los narcos y paramilitares, responden con más sangre, odio y muerte. Por eso nos duelen tanto los infames acontecimientos del pasado 19 de diciembre, cuando fueron primero desaparecidas, torturadas y luego asesinadas: María Agustín Chino, Amalia Morales Guapango, y José Benito Migueleño y Miguel Migueleño. Nuestros compañeros del CIPOG-EZ, que con esto lloran ya a un total de 22 compañeros asesinados durante la presente administración federal, hacen responsables de este crimen al “gobierno Municipal de Chilapa de Álvarez a cargo Jesús Parra García del PRI, al gobierno Estatal de Héctor Astudillo Flores del PRI, a la presidencia de la república a cargo de Andrés Manuel López Obrador de MORENA. Los tres niveles de gobierno saben perfectamente lo que sucede en Chilapa, pero hacen sus negociaciones en vez de terminar con el crimen organizado”.

Por último, señalamos que el Estado mexicano es responsable de todos los hechos de violencia, desalojos, desplazamientos forzados, asesinatos a periodistas, defensoras y defensores de los derechos humanos, de la vida y de nuestros territorios, así como de las masacres que ha habido actualmente. También es responsable de la militarización de nuestros pueblos, y por ello, de violar nuestros derechos humanos como pueblos originarios. Nos solidarizamos y nos hermanamos con todas las luchas de los pueblos de México, tanto del Congreso Nacional Indígena como de otras organizaciones en el país y en el mundo, que de manera conjunta defendemos la vida, nuestras tierras y territorios.

Desde la Tierra Sagrada de Acteal, por la memoria de nuestras hermanas y hermanos masacrados y por nuestro tiempo presente, solicitamos que la CIDH emita ya el Informe de Fondo. Exigimos Justicia Verdadera y duradera, exigimos paz, exigimos respeto y reconocimiento a nuestra autonomía y libre determinación como pueblos originarios.

Atentamente


La Voz de la Organización de la Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal.



Por la Mesa Directiva:



Simón Pedro Pérez López

Hilario Jiménez Pérez.          Francisco López Sántiz

Por el representante de los familiares de víctimas y sobrevivientes de la Masacre de Acteal:

Elías Gómez Pérez













En caso de que no puedan asistir en días 21- 22 de diciembre pueden apoyarnos con ver nuestro programa en vivo.


Organización de la Sociedad Civil Las Abejas

Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

Acteal, Chenalhó, Chiapas, México.

 

                                                                                                     19 de diciembre del 2020

A las y los defensores de los derechos humanos

A los medios libres y alternativos

A los medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

Hermanas y hermanos.

Queremos invitarles a la conmemoración del XXIII aniversario de nuestros hermanos mártires de Acteal y los XXVIII años de nuestro caminar en la construcción de nuestra autonomía, que se llevará a cabo los días 21- 22 de diciembre del presente año, en la sede de nuestra organización, Tierra sagrada de los mártires de Acteal.

 Esperamos a que nos puedan acompañar en estos días y así poder también exigir juntos el informe de fondo de la CIDH en el caso 12.790 Manuel Santiz Culebra y otros (masacre de Acteal).

 En caso de que no puedan asistir en esos días, pueden apoyarnos con ver nuestro programa en vivohttp://espora.org:8000/acteal.mp3

  https://www.facebook.com/Las-Abejas-de-Acteal-170569689632465




 

Nos indigna el ataque a la caravana organizada por el Fisanim y Cáritas, que llevaba ayuda humanitaria a las y los desplazados de Aldama.

 


                               Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

     Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

           Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

 

22 de noviembre de 2020

 

 

 

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A las y los defensores de los derechos humanos

A los medios libres y alternativos

A los medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

 

Hermanas y hermanos:

 

Estamos exactamente a un mes de que se cumplan 23 años de impunidad e injusticia por la masacre de nuestros 45 hermanos y hermanas, más 4 bebés que aún no nacían. Ellas y ellos no tuvieron más delito que ser parte de una comunidad valiente, sin armas de fuego y organizada como pueblo creyente, que rezaba y ayunaba aquí en Acteal, clamando a Dios por paz con justicia y dignidad para su pueblo, pues se habían negado a colaborar con quienes querían acabar con la lucha zapatista y con toda semilla de rebelión e inconformidad contra el gobierno, por medio del terror y la violencia.


Desde al menos 7 meses antes de la Masacre, ya habíamos denunciado que el gobierno entrenaba y financiaba grupos armados que nos tenían amenazados de muerte y habían quemado varias de nuestras casas, robado nuestras pertenencias y cultivos, obligando a muchas de nuestras familias a huir de nuestros hogares para ponernos a salvo, en medio del frío, la lluvia y el lodo. Pero todos estos actos violentos quedaron en la impunidad, pues las autoridades federales, estatales y municipales estaban de acuerdo en esta estrategia que llamaron Plan de Campaña Chiapas ‘94. Desde hace 23 años, estos son crímenes que no se persiguen ni se castigan en Chiapas.

Vemos con muchísima preocupación que lo mismo está pasando ahora, con nuestros hermanos de Aldama y Santa Marta que están viviendo escondidos en el monte o debajo de los cafetales para huir de los disparos diarios con armas de alto poder que se están tendiendo sobre sus casas y milpas. Pero lo que nunca se habían visto en Chiapas son los disparos contra una camioneta con voluntarios de organizaciones de la sociedad civil que llevaran víveres para mujeres, niños, niñas, ancianos y ancianas desplazados y damnificados por las lluvias torrenciales. 

Nos indigna el ataque a la caravana organizada por el Fisanim y Cáritas, que llevaba ayuda humanitaria a las y los desplazados de Aldama el pasado 18 de noviembre, donde fue herida en la pierna nuestra hermana religiosa Chabelita, por una bala de grueso calibre. Sabiendo que por el exceso de lluvias los cerros se están desgajando, que los pocos árboles que nos quedan en las comunidades se están derrumbando, el gobierno y los agresores saben que los desplazados pueden morir con este mal clima, pasando frío, hambre y enfermedades, así que este ataque para boicotear la ayuda vital que se les llevaba, es especialmente cruel. Y más aún, no podemos entender cómo un gobierno que se dice de "los pobres" permita estas agresiones. 

Hoy recordamos que en octubre de 1997 llegó a nuestras comunidades la policía de Seguridad Pública del Estado y pensamos que venían a protegernos de los ataques paramilitares, pero resulta que no era así: venían a ayudar a robar y a amenazar junto con los paramilitares. Hoy En Aldama ha llegado la seguridad pública, el ejército mexicano y la guardia nacional; sin embargo, los grupos de corte paramilitar usan armas de uso exclusivo del ejército, se apoderan de armas de la policía estatal y se dan el lujo de disparar a una caravana con ayuda humanitaria a 200 metros de un destacamento de la Guardia Nacional.  Nada ha cambiado, sigue la impunidad, se siguen matando a personas que luchan por un mundo justo o a personas que sólo quieren vivir libres y en paz en sus propias tierras.

Queremos decir muy claro que Las Abejas de Acteal hemos visto desde hace más de 20 años que en el Fisanim (Fideicomiso para la Salud de los niños indígenas de México, dirigido por Ofelia Medina) y en Cáritas (Asociación Civil de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas), trabajan compañeros y compañeras solidarios que verdaderamente llevan en el corazón a los que sufren de hambre y de frío por tener que desplazarse fuera de sus comunidades en Chiapas. Exigimos que los responsables de las muertes, lesiones y desplazamientos que se han dado en medio de este conflicto sean investigados, y que sean desarmados todos los que han estado disparando armas de uso exclusivo del ejército, como la que fue disparada en contra de nuestra hermana Chabelita (agente de pastoral que trabaja desde hace muchos años en la Parroquia de San Andrés). ¿Qué se debe hacer para que no puedan seguir comprando y usando armas de grueso calibre para definir esta disputa agraria que algunos criminales quieren aprovechar para provocar un caos que les permita controlar la zona, y así consolidar sus intereses políticos y económicos?

 

Desde hace 23 años, las Abejas que hemos sido desplazadas hemos tenido que aguantar ver cómo se pierde nuestro café, nuestro maíz y nuestro frijol, pues no es casualidad que los paramilitares esperen a la temporada de cosecha, de lluvia y de frío para hostigar a las familias que persiguen, presionándolos justo en estas fechas para que tengan que escapar de su comunidad, quedando en el máximo nivel de vulnerabilidad, tal como lo están viviendo ahora los desplazados de las comunidades de Aldama que han visto intensificarse los ataques del grupo de corte paramilitar que les dispara desde Santa Marta, en los meses de octubre y noviembre. Fue precisamente un 16 de noviembre de 1997, cuando las familias que ahora conforman la comunidad de Nuevo Yibeljoj se desplazaron a X-oyep justo así, con mucha lluvia y lodo, perdiendo todas sus cosechas de café, como las familias de Aldama. Nuestros desplazados actuales de Los Chorros también vieron sus cosechas de frijol, maíz y café perderse por haber tenido que venir a refugiarse en Acteal a mediados de agosto de 2019, cuando sus autoridades comunitarias organizaron una brigada para ir a destruir las casas de las familias Abejas del Barrio Río Jordán, encabezados por algunos ex-abejas que ahora se han aliado a varios antiguos paramilitares de Los Chorros (quienes los habían perseguido dos décadas atrás).

Tal como hace 23 años, nuestros compañeros de Los Chorros siguen amenazados de muerte, ahora como castigo por negarse a aceptar cargos voluntarios para gestionar y administrar apoyos con los que el gobierno y los partidos políticos intentan manipular a la población de su colonia. No es casualidad que también en el caso de los y las zapatistas que están siendo atacados, cercados y perseguidos con armas de fuego de alto poder por gente de la ORCAO en las comunidades de Moisés Gandhi y Nuevo San Gregorio, son sus propios ex-compañeros de lucha quienes se han vuelto los más crueles agresores de quienes siguen en resistencia. Nos preocupa y nos duele que el pasado 8 de noviembre nuestros hermanos zapatistas del Municipio Autónomo Lucio Cabañas, a unos días de festejar el 37 aniversario de la fundación del EZLN, sufrieran el secuestro y la tortura del compañero Félix López Hernández, quien, gracias a la presión solidaria nacional e internacional tuvo que ser puesto en libertad. Estos hermanos ex-abejas y ex-zapatistas que ahora están causando tanto sufrimiento y dándole gusto al gobierno, se han salido de las organizaciones después de muchos años de luchar, gracias a divisiones internas y a la compra de conciencias que el gobierno ha ido perfeccionando como la principal estrategia de contrainsurgencia en Chiapas.

Otra estrategia para dividir, desorganizar y debilitar a los pueblos, afianzando el control de viejos y nuevos caciques en Chiapas, asesorados por los malos gobiernos estatales y federales y, ahora, apoyados por los cárteles del narcotráfico, ha sido fomentar y administrar los conflictos agrarios. No sólo ocurre esto hoy en día de manera grave y produciendo muertos, heridos, desplazados y refugiados en los conflictos entre Aldama y Santa Marta, entre Chenalhó y Chalchihuitán, entre las bases de apoyo zapatistas y la ORCAO en nuevo San Gregorio y Moisés Gandhi, sino que también fue el primer pretexto para perseguir a los Zapatistas y a las Abejas de Los Chorros y Yibeljoj hace 23 años.

Hace 23 años el responsable en el gobierno de todas estas violaciones graves a los derechos humanos fue el PRI y luego el PAN mantuvo en impunidad los crímenes del PRI; y ahora Morena no sólo no puede hacer justicia por esos crímenes cometidos en los gobiernos anteriores, sino que permite ataques en contra de la sociedad civil, pero sobre todo contra los pueblos y organizaciones como el EZLN, Las Abejas y otros pueblos del CNI y CIG.

Desde Acteal queremos saludar a nuestros hermanos del CIPO-EZ  (Consejo Indígena Popular Emiliano Zapata) en Guerrero que son parte del CNI y CIG, que lograron romper el cerco narco-paramilitar que desde hace más de un año les impusieron en sus comunidades, los gobiernos locales, estatal y federal, que han hecho caso omiso de su dolor y de sus muertos. Escuchamos que pudieron tomar pacíficamente la carretera Chilpancingo - Tlapa, a la altura de la comunidad de Papaxtla, en el municipio de Chilapa de Alvarez el pasado 18 de noviembre para exigir justicia verdadera y alto a las agresiones contra los pueblos originarios que defienden su territorio en medio de la complicidad entre los malos gobiernos, las corporaciones trasnacionales y el crimen organizado.

Ese mal gobierno es el mismo que presume de ser diferente e incorruptible pero a través de su dependencia llamada FONATUR,  pretende comprar a la mala las tierras ejidales y comunales yucatecas, engañando  a los  yucatecos para pasar con su tren por encima de sus hogares y cultivos. Por eso, nos da esperanza escuchar que el pasado 24 de octubre, en la mañana, pobladores de la comunidad de Maxcanu, en el Estado de Yucatán,  detuvieron valientemente el paso de maquinaria pesada que pretendía destruir al menos 9 casas y 10 parcelas, deteniendo por ahora los trabajos en las vías del tramo Calkini-Itzamal, del llamado erróneamente Tren Maya.

Hermanas y hermanos,

Para seguir adelante y recobrar fuerzas en esta lucha que es de todos y todas contra la impunidad y el despojo, por la vida y la dignidad, queremos invitarles a la conmemoración del XXIII aniversario de nuestros hermanos mártires de Acteal y los XXVIII años de nuestro caminar en la construcción de nuestra autonomía, que se llevará a cabo los días 21- 22 de diciembre del presente año, en la sede de nuestra organización, Tierra sagrada de los mártires de Acteal.

 

Esperamos a que nos puedan acompañar en estos días y así poder también exigir juntos el informe de fondo de la CIDH en el caso 12.790 Manuel Santiz Culebra y otros (masacre de Acteal).

 

En caso de que no puedan asistir en esos días, pueden apoyarnos con ver nuestro programa en vivo, consultando la liga para la transmisión en www.acteal.org o por nuestro Facebook: Las Abejas de Acteal.

 

Desde Acteal, Casa de la Memoria y Esperanza, seguimos caminando por la verdad y justicia a la Masacre de Acteal.

Atentamente

La Voz de la Organización de la Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal.

 Por la Mesa Directiva:

 

             Simón Pedro PérezLópez

Hilario Jiménez Pérez


Francisco López Sántiz

 

Escuchar audio. 









 

 


CONVOCAMOS: A todos los Medios de comunicación Nacional e internacional y a la sociedad civil nacional e internacional.



   

                                        Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Ch'enalvo', Chiapas, México.
 A 21 de Noviembre del año 2020



CONVOCAMOS: 

A todos los Medios de comunicación Nacional e internacional y a la sociedad civil nacional e internacional. 

A la conmemoración del XXIII aniversario de nuestros hermanos mártires de Acteal  y los  XXVIII años de nuestro caminar en la construcción de nuestra autonomía.

que se llevara acabo en los días 21- 22 de diciembre del presente año, 
en la sede de nuestra organización. Tierra sagrada de los mártires de Acteal, casa de la memoria y la esperanza.

A los que no pueden asistir, pueden acceder en esta pagina www.acteal.org ahí anunciaremos en que pagina sale la transmisión en vivo. 


Esperamos a  que nos puedan acompañar en estos días. 

Nos ha quedado claro que un pueblo con memoria es un pueblo al que no se le puede engañar y mucho menos callar en tiempos de violencia.

 

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

                      

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal


                    Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

Chenalhó, Chiapas, México.

 

22 de octubre de 2020.


 

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A las y los defensores de los derechos humanos

A los medios libres y alternativos

A los medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

Hermanas y hermanos:

La memoria de Acteal, la de nuestra lucha, la de nuestro caminar y la de nuestra identidad, nunca se mueren, gracias a la esperanza.

Aquí, donde los paramilitares de gobiernos criminales sirvientes del capitalismo y de la muerte masacraron a nuestras 45 hermanas y hermanos más los 4 bebés, nunca se cansarán de denunciar nuestras palabras que nos quisieron exterminar. Cada día 22 del mes, con cada sol y cada luna que se suceden, como un acto de dignidad y de justicia, recordaremos siempre esa masacre.

Foto: Area de Comunicacion Abeja
Nos ha quedado claro que un pueblo con memoria es un pueblo al que no se le puede engañar y mucho menos callar en tiempos de violencia, de represiones y de imposiciones de megaproyectos disfrazados de “desarrollos” y “de progreso”.

Hermanas y hermanos, en estos días varios pueblos y comunidades organizadas en el Congreso Nacional Indígena (CNI), del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y de organizaciones sociales independientes, están siendo atacados y golpeados, violentando sus derechos a la libre determinación y autonomía por defender su tierra y territorio.

Desde Acteal, sede de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, miembros del CNI, nos solidarizamos con la comunidad Otomí residente en la Ciudad de México, que desde el 12 de octubre en el marco de los 528 Años de Resistencia y Rebeldía de los pueblos originarios, tomó las oficinas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) para exigir vivienda digna y respeto a sus derechos como pueblos. Es así que saludamos la digna lucha de nuestras hermanas y hermanos y pedimos sean respetados y escuchados por el director del Instituto Nacional de Pueblos Indios (INPI) y que el gobierno no recurra a la violencia y la represión, como lo hizo con el pueblo maya tseltal de Chilón, Chiapas, en vez de entablar un diálogo verdadero y digno.

También nos unimos a la campaña por la liberación del compañero Fidencio Aldama Pérez del pueblo yaqui de Loma de Bácum, que desde el 27 de octubre del 2016 fue detenido ilegalmente, acusado de un homicidio que no cometió. Su delito fue luchar junto con su pueblo en contra de la construcción de un gasoducto que atravesaría por 90 kilómetros de la región, en su tramo Guaymas-Oro. http://www.congresonacionalindigena.org/2020/10/21/campana-total-por-la-liberacion-de-fidencio-aldama-perez/ ¡¡Libertad para el guardián tradicional de Loma de Bácum, Fidencio Aldama Pérez!!

Foto: Area de Comunicacion Abeja
Del mismo modo, nos hacemos parte de la campaña de difusión “El PIM no es desarrollo es despojo y destrucción”, convocada por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla, Tlaxcala http://www.congresonacionalindigena.org/2020/10/21/convocatoria-a-la-campana-de-difusion-el-pim-no-es-desarrollo-es-despojo-y-destruccion/

Ante todo lo anterior, es urgente que el gobierno de López Obrador cancele sus planes de construcción de megaproyectos en territorios de los pueblos, quienes han afirmado que el Proyecto Integral Morelos (PIM) no es un proyecto de desarrollo, sino de muerte. Así mismo como el proyecto Transístmico y el mal llamado “Tren Maya”.

Sólo invocando la memoria de cómo hemos luchado, resistido y sufrido, podemos sostenernos para seguir enfrentando la muerte que están preparando para nosotros.

Ahora que se acerca la celebración de″ la memoria de las almas (Día de Muertos), estamos preparando flores, candelas y comidas que son las ofrendas que necesitamos para invitar a nuestras ánimas a que nos visiten los días 1 y 2 de noviembre, de manera que en esos instantes estén de nuevo con nosotros y compartan nuestras alegrías y dolores, para que nos ayuden e intercedan por nosotros para que pare la violencia en nuestros pueblos. Para nuestros 45 hermanas y hermanos más los 4 bebés no nacidos que dieron su vida en la Masacre de Acteal, así como para otros hermanas y hermanos asesinados por el Estado mexicano como Digna Ochoa y Plácido, como Maricela Escobedo, como muchas otras mujeres y niñas víctimas de feminicidios, como los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y las más de 73 mil personas desaparecidas en todo México -la lista de los asesinatos y masacres en México es extensa y pedimos no olvidarnos de ellas y ellos, porque tienen nombre y apellidos- que en los pétalos y aroma de cempasúchil, en las llamas de las candelas, en el aire, en el viento, en la luz del sol y en las gotas de la lluvia los palpemos y nos comuniquemos con ellas y ellos.

Foto: Area de Comunicacion Abeja
Sólo con la memoria viva, además de la esperanza, podemos evidenciar la impunidad sembrada por los jueces corruptos, por los malos gobiernos que dieron las órdenes para que seamos desaparecidos, asesinados, masacrados, para que con nuestro corazón grande, nuestra conciencia grande, traspasemos la barrera de la impunidad, de la mentira, de la burla, del desprecio y de la muerte impuesta.

Hermanas y hermanos: Alonso Vázquez, María Luna, Manuel Sántiz Culebra, Victorio, Ignacio, Miguel, Susana y todas y todos los 45 y más ustedes los 4 bebés que fueron ultrajados dentro del vientre de sus madres, aquí seguimos resistiendo en este lugar donde partieron, donde el 22 de diciembre les fueron arrebatados sus vidas por el grupo paramilitar priísta de Chenalhó, por órdenes de Ernesto Zedillo Ponce de León. Les queremos platicar que los malos gobiernos no han dejado de hostigarnos, no cesan sus políticas de desgaste en nuestra Organización Las Abejas, ahora que lograron dividirnos ofreciendo dinero, muchos hermanos que antes estaban en la organización y luchaban por justicia para ustedes, ahora han tomado otro camino. Algunos de sus familiares prefirieron aceptar la dichosa “solución amistosa”, pero nosotros aquí seguimos luchando porque se castigue a los responsables de su crimen.

Otros hermanos han actuado como los paramilitares que destruyeron en 1997 las casas de varios de ustedes, persiguiendo hoy a 5 familias del barrio “Río Jordán”, miembros de Las Abejas de Acteal que hoy siguen viviendo en el Campamento de Desplazados “Los Naranjos”, que ustedes fundaron y habitaron antes de ser masacrados. Otros hermanos se han aliado a los paramilitares que llegaron a matarles, y ahora ellos se encargan de encubrir la reaparición de nuevos grupos paramilitares que se ponen al servicio de quienes están interesados en que haya miedo y violencia en las comunidades, para que no se puedan organizar. Aprovechan viejos conflictos por tierras entre nuestros pueblos y los hacen más graves con sus discursos falsos y de odio, se autoproclaman como los únicos que pueden solucionar los problemas y así ganar puestos en el gobierno.

Foto: Area de Comunicacion Abeja
Apenas hace unos días, recordamos cómo o cumplimos 20 años de la Reubicación del campamento de los desplazados de Nuevo Yibeljoj, a los que ustedes tanto apoyaron con oraciones, con comida y pozol para que fuera menos duro su sufrimiento. Esa violencia que ustedes atestiguaron, dando su vida para que fuera frenada, ha regresado hoy con más poder destructivo. Son más los hermanos que ahora creen más en el dinero y el poder que en el Dios de la Justicia.



Pero, como estamos convencidos en que es la memoria y la esperanza que nos dan fuerza y nos dan claridad en nuestro caminar en la búsqueda de la justicia, nos apoyamos en ustedes, 45 hermanas y hermanos, ustedes los 4 hermanitos nuestros, pues sentimos que desde donde están nos miran. Y sabemos que le piden a Dios Padre y Madre, al Dios de la Justicia y de la Verdad que no abandonemos esta lucha que iniciamos con ustedes, que no traicionemos su memoria, que no cambiemos por dinero y migajas su sangre derramada aquí en Acteal. Les pedimos que en estos tiempos en los que se han reactivado los paramilitares tanto en la zona Norte como en los Altos de Chiapas, no suceda otra masacre y que intercedan por todas las mujeres y hombres y niñas y  niños y ancianas y ancianos de Aldama, Santa Martha, Chalchihuitán que están viviendo, como lo hicieron muchos de ustedes, en las montañas bajo la lluvia y el frío y con hambre y miedo de ser asesinados por los paramilitares. Intercedan por ellas y ellos a Dios Padre y Madre, pídanle por su vida y el pronto retorno con justicia a sus casas.

La memoria y la esperanza de Las Abejas de Acteal, nunca mueren.

 

Hermanas y hermanos quienes nos miran y leen desde sus espacios de lucha y desde sus casas, estemos pendientes de toda la situación de los derechos humanos y de la vida de las comunidades y pueblos en riesgo, nosotras y nosotros desde Acteal Casa de la Memoria y Esperanza, aunque somos pequeñas y pequeños, sepan que nuestro corazón está con ustedes.

                          

Atentamente

La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

                                                 

Por la Mesa Directiva:

 

                                                      

           Simón Pedro Pérez López                          

Hilario Jiménez Pérez

 

 

 

 

 

 

 

                                                Francisco López Sántiz