A 3 meses de conmemorar los 25 años de la Masacre de Acteal y la celebración de los 30 años del nacimiento de nuestra Organización Las Abejas de Acteal, seguimos compartiéndoles lo que vive en nuestro corazón, porque las nuevas generaciones merecen saber la verdad.

 


Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

                       Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

           Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

 

22 de septiembre de 2022

 

 

 

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Al Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas

A las y los Defensores de los derechos humanos

A los Medios libres y alternativos

A los Medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

 

Hermanas y hermanos:

Se cree que las abejitas (los insectos), en tiempo de frío y de lluvias dejan de trabajar, solamente porque no salen al campo a buscar flores y lo que necesitan para hacer la miel; en realidad, nunca descansan dentro de su caja, o sea, siguen trabajando internamente. Así nos


pasa también a nosotros, que a pesar de la lluvia literal de este mes y de la lluvia de ataques, desprestigios, violaciones a nuestros derechos humanos y amenazas a nuestros proyectos autonómicos, seguimos organizándonos y, sobre todo, construyendo casas y espacios para la formación de nuestra lucha No Violenta.

Y desde esta Tierra Sagrada, la colmena donde mantenemos viva la memoria y el clamor de nuestros 45 mártires y los 4 bebés que sacaron del vientre de sus mamás, seguimos exigiendo que la impunidad no tenga la última palabra. Exigimos que se haga justicia y se desmantelen las redes de acción paramilitar que creó el mal gobierno en Chiapas desde 1995 y que sigue manteniendo hasta la actualidad para desgastar, amedrentar y aterrorizar a todos los que deciden no alinearse con el gobierno y sus partidos políticos. Los que hemos sobrevivido casi 25 años al desgaste que han organizado de manera coordinada los tres niveles de gobierno para acallar este grito, sabemos que sólo con justicia y memoria se puede evitar que se vuelva a repetir un crimen tan atroz como el que cometieron aquí.

Las guardianas y guardianes de la memoria que somos, hoy queremos recordar y denunciar que no ha cambiado nada la situación que vivimos hace justamente 25 años. Entre el 16 y 21 de septiembre de 1997, las agresiones paramilitares se intensificaron en contra de nuestra Organización y de las bases zapatistas del municipio autónomo de San Pedro Polhó. A pesar de que se denunciaron públicamente tales actos de violencia, el gobierno de Chiapas y el gobierno federal no actuaron para investigarlos, sino que simplemente permitieron que dicha violencia culminara con la masacre de Acteal.

Por estas fechas pero hace 25 años, una comisión de nuestra Organización Las Abejas buscó al entonces presidente municipal de Chenalhó, Jacinto Arias Cruz de la colonia Puebla, para aconsejarle que él y sus agentes rurales detuvieran los actos de violencia ejercidos por el grupo paramilitar. Sin embargo, este señor sólo nos acusó de ser provocadores y de ser zapatistas; días después, se escaló la violencia y esto provocó miles de desplazados que tuvieron que huir a las montañas y buscar refugio en comunidades aledañas. En este mes de septiembre pero de 1997, los paramilitares priistas y cardenistas balearon nuestras casas y nuestras banderas de paz, borrando con lodo o con disparos de armas de grueso calibre nuestro letreros que decían: Sociedad civil -Paz- Zona Neutral, y nos amenazaban diciendo: “ahora no es tiempo de paz, ahora es tiempo de guerra, vamos a liberar a nuestro municipio de Chenalhó, porque todos debemos ser del PRI, y tienen que renunciar a su organización; si no lo hacen, entonces son zapatistas y los vamos a matar y quitarles todas sus pertenencias”. Y lamentablemente, cumplieron sus amenazas con el desplazamiento masivo y la Masacre de Acteal.

Una enfermedad maligna que no se trata a tiempo y a la que no se le busca una cura seriamente, se vuelve un cáncer que después pudre todo el cuerpo. Y eso es lo que vemos que está pasando ahora en Chenalhó con la enfermedad de la impunidad. Estos actos de violencia cometidos por los paramilitares de hace 25 años nunca se investigaron; ni los paramilitares autores materiales, ni las autoridades de alto nivel que son los autores intelectuales de la masacre de Acteal, fueron castigados. Gracias a esto, los paramilitares priístas y cardenistas de hace 25 años ahora tienen herederos muy activos. Son una nueva generación que hace el mismo encargo de una forma mucho más letal y hasta parece ser que ni el propio gobierno federal, estatal, ni el actual presidente municipal de Chenalhó pueden controlarlos.

Así, la impunidad es una estrategia eficaz para continuar atacando nuestra lucha e intentar minar nuestra resistencia civil y pacífica. Actualmente, en varias comunidades de Chenalhó donde existen miembros de Las Abejas, han sido violentados nuestros derechos y hasta hemos sido desplazados de nuestras comunidades, o nos han cortado nuestros servicios de agua y de luz eléctrica como un castigo por tener otro modo de pensar. Esto porque el conflicto suscitado desde el año de 1997 en nuestro municipio no se ha solucionado; y ahora la nueva generación paramilitar, con otro rostro pero controlados por el mismo patrón, se encargan de desgastar nuestra lucha por que sea respetada nuestra organización y sus objetivos, como la construcción de la libre determinación, el autogobierno y demás proyectos autonómicos. Intentan, sobre todo, frenar la búsqueda de la justicia verdadera para la Masacre de Acteal, esa que dé lugar a una verdadera paz.

Esa misma justicia es la que hoy siguen persiguiendo los padres y madres de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, quienes fueron secuestrados por elementos de la policía municipal de Iguala y desaparecidos por elementos del cártel “Guerreros Unidos” con el conocimiento y participación del Ejército Mexicano y policía estatal, cuyo encubrimiento se construyó desde el gobierno federal de Enrique Peña Nieto, con la participación de la Marina de México. Seguiremos apoyando la digna lucha para dar con el paradero de sus hijos que sus padres, madres y demás familiares han mantenido desde hace ocho años, que se cumplen el 26 de este mes, y por el castigo a todos los responsables, en todos los niveles del gobierno y las fuerzas armadas involucradas.

También es la justicia que buscamos en Chiapas y todo México para que la criminalización y asesinato de los defensores de la vida, la tierra y el territorio de los pueblos, como nuestro compañero y hermanos Simón Pedro Pérez López, dejen de ser política de estado. No podemos seguir viviendo en un país con 28 asesinatos de defensores de derechos humanos en un año, 13 de ellos pertenecientes a pueblos indígenas, como documenta hasta mayo del 2022 el último informe del Comité Cerezo, presentado hace unos días.

Por ello nos unimos a las demandas de nuestros hermanos creyentes de la región tseltal de Chilón y del equipo Chab de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, que el día de ayer realizaron una Marcha-Procesión en Bachajón para exigir la libertad de líderes comunitarios que se encuentran encarcelados o enfrentan procesos penales en libertad condicional, en represalia por participar en la defensa de su tierra o fomentando el autogobierno comunitario sin partidos políticos: dos de Bachajón (José Luis Gutiérrez Hernández y César Hernández Feliciano, cuya sentencia se espera este 27 de septiembre), cinco de San Juan Cancuc. También exigimos junto con ellas y ellos, la cancelación de la orden de aprehensión en contra del Padre Marcelo Pérez Pérez, quien tendrá siempre nuestro apoyo pues ha caminado con nosotros diciendo la verdad y promoviendo la paz con justicia en nuestros pueblos, perjudicando intereses que no se lo perdonan, arriesgando la vida y la libertad, como Jesús.

También queremos solidarizarnos con nuestros hermanos de las organizaciones indígenas en Michoacán que este mes han enfrentado duros golpes a su autonomía. Por un lado, por parte de las resoluciones que ha emitido la Suprema Corte de Ricos y Criminales de la Nación (SCJN) sobre las controversias constitucionales que presentaron los ayuntamientos de Tangamandapio y Nahuatzen, y que como dicen nuestros hermanos: “representan un grave retroceso a los derechos colectivos de las comunidades y una traición a los pueblos indígenas”. Y por otro lado, por el anuncio del Gobierno Estatal de Michoacán de querer desmantelar la Guardia Comunal del municipio Aquila, esfuerzo autónomo que por años ha mantenido la heroica Comunidad Indígena de Santa María Ostula, como única alternativa a la inseguridad que provocan los cárteles de la droga en su región. Nos unimos a nuestros hermanas y hermanos p’urhépechas que no permitirán que los intereses de los partidos políticos y el crimen organizado, fortalecidos con sus socios en todos los niveles del gobierno, limiten su autonomía que permite la defensa de la vida de sus pueblos.

A 3 meses de conmemorar los 25 años de la Masacre de Acteal y la celebración de los 30 años del nacimiento de nuestra Organización Las Abejas de Acteal, seguimos compartiéndoles lo que vive en nuestro corazón, porque las nuevas generaciones merecen saber la verdad; y porque reproducir y difundir la memoria de lo que pasó, hará que hechos vergonzosos como la Masacre de Acteal no se repitan. Por eso, precisamente, es que nos urge que la CIDH publiqué sin más demora su Informe de Fondo sobre el Caso 12.790 Manuel Santiz Culebra y otros (masacre de Acteal).

Hace casi 25 años los mensajeros de la muerte, enviados por Ernesto Zedillo Ponce de León a masacrar a 45 hermanas y hermanos nuestros y más los 4 bebés no nacidos, hirieron nuestro corazón y nuestra organización. Es grande el dolor que nos causaron, pero dentro de ese dolor, brotaron fuerzas y esperanzas. Ahora, ya nada ni nadie nos puede callar. Ya nada puede detener nuestra lucha. Hace 25 años empezó la violencia paramilitar en Chenalhó e intentaron destruirnos, pero hoy aquí seguimos construyendo nuestro panal, trabajamos para producir paz.

Y hoy nos alegra compartirles una construcción física más que hemos logrado: la Casa de Herrería Comunitaria para las mujeres de Las Abejas de Acteal, apoyada por la organización Desarrollo tecnológico y Servicios Comunitarios El Puente, S. C., con la cual estamos muy agradecidos por permitirnos caminar juntos y juntas.

En tiempos de lluvia, las abejitas trabajan internamente, pero, aunque no lo miramos, también vuelan.


Desde Acteal, Casa de la Memoria y la Esperanza.

 

                                                             Atentamente.

La Voz de la Organización sociedad Civil Las Abejas de Acteal.   

         

            Por la Mesa Directiva:

 

 

Manuel Pérez Jiménez.                 Antonio Ramírez Pérez

                                  Presidente                              Secretario

                                        

 

                 Víctor Manuel López Gómez            Mariano Sánchez Díaz

       Tesorero                                 Sub Secretario

 

 audio de comunicado  

https://archive.org/details/comunicado-abeja-22-de-septiembre-2022

 






 


Special Rapporteur of the United Nations Organization on the Human Rights of Internally Forced Displaced Persons.

 

 

Abajo encontrarás la versión español

 

 

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal


 Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

            Municipality of Chenalhó, Chiapas, México.

 

September 4, 2022.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CECILIA JIMENEZ-DAMARY

Special Rapporteur of the United Nations Organization on the Human Rights of Internally Forced Displaced Persons.

 

First of all, we appreciate your visit to this community of Acteal, known throughout the world as the Sacred Land of the Martyrs of Acteal, headquarters of our Civil Society Organization Las Abejas de Acteal, and also House of Memory and Hope.


 

Our Organization was born in 1992, in a political context of injustice, of serious violations of our individual and collective rights as the original Tzotzil people, of discrimination, racism, contempt and death. Our method of struggle is Non-Violence, our tools of struggle and resistance are prayer and fasting, dialogue, the true word, the Word of God Dad Mom through his Son Jesus Christ from Whom our Organization Las Abejas was inspired of Acteal; our mission is for the defense of human rights, that of Mother Earth and Life.

 

However, the Mexican State and its federal Army considered us as part of their political enemy, along with the support bases of the Zapatista Army of National Liberation (EZLN), for which reason their counterinsurgency war strategy inscribed in the Campaign Plan Chiapas 94, terrorized our communities through the PRI paramilitaries of Chenalhó, created, trained and armed by the Mexican Army; The task of this aggressor group is to threaten us with death, steal our belongings and corn and coffee crops, burn our houses and displace us from our communities.

 

The displacements we suffered occurred in the months of May, September, November and December in 1997, and thus the violence escalated with the permission of the three levels of government, but they never prevented such acts of violence that We were victims, especially the Office of the Prosecutor for Indigenous Justice, in the city of San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, did not have seriousness and political or legal will to investigate the scene of the events and arrest the paramilitaries when several people went to testify before this legal instance of violent acts and serious violations of our human rights and attacks on our physical and psychological integrity.


 

Days after the armed uprising of the EZLN, in the year 1994, as Las Abejas de Acteal Organization, we created civilian camps for Peace, after receiving pacification workshops and learning about the Swiss Geneva Protocol. In the municipality of Chenalhó, Chiapas, the:

·       "Peregrinos" camp, in the community of Tzajalch'en.

·       “Los Naranjos” camp, in the community of Acteal.

·       “Juan Diego X-oyep” Camp, San Juan Diego X-oyep Community.

 

And there were also families from our organization who were displaced in the city of San Cristóbal de Las Casas.

 

In total, approximately 6,000 members of Las Abejas de Acteal were displaced.

 

It should be noted that in the "Los Naranjos" camp for displaced people in the community of Acteal, women, men, girls and boys and old women and men all pacifists took refuge, they came with the hope and total certainty that taking refuge in a neutral place made up of a Civil Camp for Peace, and that should be protected by international laws and treaties in times of war, would not be attacked and much less massacred. However, in the low-intensity war designed by the Mexican State and its federal Army, it led to the cruel, premeditated and treacherous massacre of 45 women, men, girls and boys, old men and women and 4 unborn babies who were outraged with machetes. from the womb of their mothers.

 

Twenty-five years have passed since internal forced displacement and the Acteal Massacre, without any government to date having had the political will to clarify and do justice for this State crime, contrary to the little progress that had been made in justice a ruling by the so-called "Supreme Court of Justice of the Nation" (SCJN), which only took into account "violation of due process" and without studying in depth the cause of the Acteal Massacre, nor taking into account measures in In favor of the victims, it freed the material authors of the massacre, thus closing the possibility of following a line of investigation towards the intellectual authors of said crime, as well as denying the right to the truth of the victims and society.

 

Regarding the situation of the displaced in 1997, if the majority of the families were able to return to their communities of origin, they did so at the risk of a return without justice, since in none of the communities where paramilitaries live, the weapons they used in the previous events and during the Acteal massacre were confiscated, in addition to the fact that they had to live with their aggressors who continued to harass us, threaten us and carry out different aggressions due to our way of thinking. Other families chose not to return to their communities, and sought new land to start a new life. The latter happened, for example, with the Yibeljoj community, now Nuevo Yibeljoj, which had been displaced in the Juan Diego X-oyep Camp, they sought an alternative to find land for a relocation of the camp on October 17, 2000.

 

Unfortunately, given the impunity of these crimes, and the state strategy to wear down the social fabric, the violence and displacement as a consequence have continued at different times. On August 26, 2013, the survivors of Acteal received 95 people from the Puebla neighborhood, victims of displacement due to violence and impunity, created and paid for by the bad government.

 

The counter-insurgency strategy of the bad government of Mexico not only uses the method of paramilitary violence, but above all, from the year 2000 it also resorted to the strategy of political erosion of our struggle for true justice, thus buying the conscience of a group of people from our organization in 2008 in exchange for the conditioning of social programs and promises of public office for the leaders, thus causing a first division of our organization with the aim that we stop demanding justice and abandon our demands as indigenous peoples. In 2014, a group of survivors of the Acteal massacre left our organization and last year they accepted a friendly solution with the Mexican State in the case brought before the IACHR, in this solution justice was reduced to economic payment, without truth, without punishment for the guilty, or guarantees of non-repetition.

 

Today we want to denounce that the official community authorities and their respective people in the municipality of Chenalhó, including some former paramilitaries and their descendants, as well as former members of our own organization that the government has put against us with the conditioning of social programs and assistance policies, have not stopped attacking and destroying our resistance, the struggle for our free determination and self-government, as well as our demand for truth and justice for the Acteal massacre.

 

They harass and attack us when we do not accept positions that are not community, but part of the assistance programs that we do not receive, this despite the fact that there are written agreements that stipulate time periods to be appointed to a position; but when we exercise that right, they punish us, suspending our rights to water and electricity service, in the municipality of Chenalhó these absurd measures have become common and the Chenalhó city council and the state government do not act accordingly, on the contrary, they these conflicts should be managed. Unfortunately, on occasions the harassment and attacks have increased to the point of displacing the members of our organization, as happened in the Los Chorros community, or as there is currently a risk in the Campo Los Toros and Bach'en communities, which to date continue to without enjoying those services in mention that correspond to them by right.

 

It should be clarified that these pressures are intended to make us abandon our political position and accept submitting to the political parties and municipal governments, which condition their social programs in exchange for our vote in the elections, and in exchange for us not assuming any critical position towards the government. That is why they begin by harassing us, then they want to pressure us to join these programs, then they appoint us to positions related to these programs, and finally, if we do not comply, they cut off our services, they imprison us in the community, and finally, if with They cannot subdue us, they force us to move. It should be clarified that we do not refuse to participate in community life, there are many spaces in which we do participate, we only refuse to participate in commissions or positions related to said assistance programs.

 

Due to the foregoing, we want to state that internal forced displacement has not stopped, since 1997 and to date there continue to be forced displacement, because the PRI, PAN and current governments have not had the political will to fully resolve the The causes that gave rise to the forced displacement and the Acteal Massacre, and we are very clear about this, because the causes of all this are the former rulers themselves, and what is outrageous is that many of those responsible continue to have power in the government and others are untouchables such as the former president of Mexico, Ernesto Zedillo Ponce de León, the former secretary of the interior Emilio Chuayfet Chemor, the former secretary of national defense General Enrique Cervantes Aguirre, the former governor of Chiapas, Julio César Ruiz Ferro, these are the main intellectual authors of said Massacre.

 

Given the impunity that prevails in the case of the Acteal Massacre and internal forced displacement in the specific case of Chenalhó and Pantelhó, if we make an assessment of living in peace, we said that in 2000 and 2001 returns were made without justice , but, apparently they only left us in peace for 12 years after the Acteal massacre, but when the misnamed Supreme Court of Justice of the Nation endorsed the mass release of the paramilitary perpetrators of the Acteal massacre, from that moment we The paramilitaries, partisans, displaced again, because they realized that stealing belongings, burning houses and massacring innocent people, is not punished, but on the contrary, rewards are received from the State.

 

Proof of this, in 2013, our comrades from the Puebla neighborhood, where most of the paramilitaries of Chenalhó live and the former president of Chenalhó, Jacinto Arias Cruz, who served as Julio César Ruiz Ferro's messenger to kill the bases of the The EZLN and the Acteal Massacre were displaced by the same people and young people controlled by them, and two families decided to look for other lands for their safety. Then, in 2017, our colleagues from the “Río Jordán” neighborhood of the MIguel Utrilla Los Chorros neighborhood, a place known as the cradle of the paramilitaries, were displaced and were able to return in 2020, thanks to the support of civil society and independent human rights organizations.

 

The impunity and social decomposition paid for by the State itself has meant that the paramilitaries not only act alone, but have also allowed organized crime to exist and control our communities and territory in our area. the life of our partner and brother Simón Pedro Pérez López, murdered on July 5, 2021 for his work in defense of human rights, Mother Earth and Life. And because of this problem, it again caused the forced displacement of at least 90 people from the Nuevo Paraíso community, San José El Carmen and the municipal seat of Pantelhó; Most of them are women, children and adolescents and members of Las Abejas de Acteal.

 

Dear Ms. Cecilia Jiménez-Damary, we ask you to communicate our demand for justice and peace to the competent authorities in the state of Chiapas and Mexico, that enough of treating us as inhuman for the simple fact of thinking differently from their system of government. and for fighting for a more humane and fair Mexico, and that respect the laws and international treaties regarding the rights of the original peoples that we are, or perhaps so that we can enjoy the rights that the Political Constitution of Mexico grants us in terms of the native peoples, do we have to put more deaths?

 

We also ask you to make the authorities see that they have to stop reproducing speeches in which they criminalize us as indigenous peoples, arguing that the violence that leads to displacement is our fault, accusing us of being violent, when in reality it was their counterinsurgency policies that who sowed division and encouraged people like former paramilitaries and politicians to see violence as a way to control the population; in addition to the fact that impunity continues to send a message of permissiveness, since those who exercise violence know that they can do so with total tolerance and that they will not be punished. In addition to the fact that we are concerned about the existence of so many weapons in our territory, without the government doing anything to stop this illegal traffic.

 

Sincerely.

 

La Voz de la Organización sociedad Civil Las Abejas de Acteal.

           

            For the Board of Directors:

 

 

Manuel Pérez Jiménez

President

Antonio Ramírez Pérez

Secretary

 

 

 

Víctor Manuel López

Treasurer

 

 

 

Mariano Sánchez Díaz

Deputy secretary

 

 

 



[1] https://frayba.org.mx/sites/default/files/941001_plan%20de_campana_chiapas94_sedena-4.pdf

 

 

 Versión español

 

SRA. CECILIA JIMENEZ-DAMARY

Relatora Especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos de los Desplazados Forzados Internos.

 

Antes que nada, agradecemos su visita a esta comunidad de Acteal, conocida por el mundo como Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal, sede principal de nuestra Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, y también Casa de la Memoria y Esperanza.

 

Nuestra Organización, nace en el año de 1992, en un contexto político de injusticias, de graves violaciones a nuestros derechos individuales y colectivos como pueblo originario tsotsil, de discriminación, de racismo, de desprecio y de muerte. Nuestro método de lucha es la No Violencia, nuestras herramientas de lucha y de resistencia son el rezo y el ayuno, el diálogo, la palabra verdadera, la Palabra de Dios Papá Mamá a través de su Hijo Jesucristo de Quién se inspiró nuestra Organización Las Abejas de Acteal; nuestra misión es por la defensa de los derechos humanos, el de la Madre Tierra y la Vida.

 

Sin embargo el Estado mexicano y su Ejército federal, nos consideraron como parte de su enemigo político junto con las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), por lo que en su estrategia de guerra de contrainsurgencia inscrito en el Plan de Campaña Chiapas 94[1], metieron terror en nuestras comunidades a través de los paramilitares priistas de Chenalhó, creados, entrenados y armados por el Ejército mexicano; la tarea de este grupo agresor es la de amenazarnos de muerte, robar nuestras pertenencias y cosechas de maíz y café, quemar nuestras casas y desplazarnos de nuestras comunidades.

 

Los desplazamientos que sufrimos se dieron en los meses de mayo, septiembre, noviembre y diciembre en el año de 1997, y así se fue escalando la violencia con la permisión de los tres niveles de gobierno, más nunca evitaron tales actos de violencia de la que fuimos víctimas, en especial la Fiscalía de Justicia Indígena, en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, no tuvo seriedad y voluntad política ni jurídica para investigar en el lugar de los hechos y detener a los paramilitares cuando varias personas fuimos a declarar ante esta instancia jurídica de los hechos violentos y graves violaciones a nuestros derechos humanos y ataques a nuestra integridad física y psicológica.

 

Días después del levantamiento armado del EZLN, en el año de 1994, como Organización Las Abejas de Acteal, creamos campamentos civiles por la Paz, después de recibir talleres de pacificación y conocer el Protocolo[2] de Ginebra Suiza. En el municipio de Chenalhó, Chiapas, se creó el:

 

·      Campamento “Peregrinos”, en la comunidad de Tzajalch’en.

·      Campamento “Los Naranjos”, en la comunidad de Acteal.

·      Campamento “Juan Diego X-oyep”, Comunidad San Juan Diego X-oyep.

 

Y también hubo familias de nuestra organización que se desplazaron en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas.

 

En total se desplazaron aproximadamente 6 mil personas miembros de Las Abejas de Acteal.

 

Cabe destacar que en el campamento de desplazados “Los Naranjos” en la comunidad de Acteal, se refugiaron mujeres, hombres, niñas y niños y ancianas y ancianos todos pacifistas, venían con la esperanza y total seguridad de que refugiarse en un lugar neutral conformado como un Campamento Civil por la Paz, y que debería ser protegido por las leyes y tratados internacionales en tiempos de guerra, no serían agredidos y mucho menos masacrados. Sin embargo, en la guerra de baja intensidad diseñado por el Estado mexicano y su Ejército federal, propició masacrar con saña, premeditación y alevosía a 45 mujeres, hombres, niñas y niños, ancianas y ancianos y a 4 bebés no nacidos quienes fueron ultrajados con machetes desde el vientre de sus madres.

 

Han pasado 25 años de los desplazamientos forzados internos y la Masacre de Acteal, sin que  hasta la fecha ningún gobierno haya tenido la voluntad política de esclarecer y hacer justicia por este crimen de Estado, al contrario de lo poco que se había avanzado en la justicia un fallo de la mal llamada “Suprema Corte de Justicia de la Nación” (SCJN), quién sólo tomó en cuenta “violación al debido proceso” y sin estudiar a fondo de la causa de la Masacre de Acteal, ni tomando en cuenta medidas en favor de las víctimas, puso en libertad a los autores materiales de la masacre, cerrando así la posibilidad de seguir una línea de investigación hacia los autores intelectuales de dicho crimen, así como negando el derecho a la verdad de las víctimas y la sociedad.

 

En cuanto a la situación de las y los desplazados en el año de 1997, si la mayoría de las familias pudieron retornar a sus comunidades de origen, lo hicieron bajo el riesgo de un retorno sin justicia, ya que en ninguna de las comunidades en donde viven los paramilitares se les decomisó las armas que usaron en los hechos previos y durante la masacre de Acteal, además de que tuvieron que convivir con sus agresores quienes continuaron hostigándonos, amenazándonos y realizando diferentes agresiones por nuestra forma de pensar. Otras familias optaron por no regresar a sus comunidades, y buscaron nuevas tierras para empezar una nueva vida. Esto último sucedió por ejemplo con la comunidad Yibeljoj, ahora Nuevo Yibeljoj que se había desplazado en el Campamento Juan Diego X-oyep, buscaron una alternativa de buscar un terreno para una reubicación del campamento el 17 de octubre del año 2000.

Desafortunadamente, ante la impunidad de estos crímenes, y la estrategia estatal para desgastar el tejido social, la violencia y el desplazamiento como consecuencia han continuado en diferentes momentos. El 26 de agosto de 2013, los sobrevivientes de Acteal recibieron a 95 personas de la colonia Puebla, víctimas de un desplazamiento a causa de la violencia y de la impunidad, creada y abonada por el mal gobierno.

 

La estrategia de contrainsurgencia del mal gobierno de México no sólo usa el método de la violencia paramilitar, sino que sobre todo, a partir del año 2000 también recurrió a la estrategia de desgaste político a nuestra lucha por la justicia verdadera, comprando así la conciencia de un grupo de personas de nuestra organización en el año de 2008 a cambio del condicionamiento de programas sociales y promesas de cargos públicos para los líderes, así se causó una primera división de nuestra organización con el objetivo de que dejemos de exigir justicia y abandonemos nuestras demandas como pueblos indígenas. En el año de 2014, un grupo de sobrevivientes de la masacre de Acteal se salieron de nuestra organización y el año pasado aceptaron una solución amistosa con Estado mexicano dentro del caso llevado ante la CIDH, en esta solución se redujo la justicia al pago económico, sin verdad, sin castigo a los culpables, ni garantías de no repetición.

 

Hoy queremos denunciar, que las autoridades comunitarias oficiales y sus respectivas gentes en el municipio de Chenalhó, incluidos algunos antiguos paramilitares y sus descendientes, así como ex integrantes de nuestra propia organización que el gobierno ha puesto en nuestra contra con el condicionamiento de programas sociales y políticas asistenciales, no han cesado de atacar y destruir nuestra resistencia, la lucha por nuestra libre determinación y autogobierno, así como nuestra exigencia de verdad y justicia por la masacre de Acteal.

 

En este sentido nos hostigan y agreden cuando no aceptamos cargos que no son comunitarios, sino, parte de los programas asistenciales que no recibimos, esto a pesar de que hay acuerdos escritos en donde se encuentran estipulados lapsos de tiempo para ser nombrados para un cargo; pero cuando ejercemos ese derecho, nos aplican castigos, suspendiendo nuestros derechos al agua y servicio de electricidad, en el municipio de Chenalhó se han vuelto común estas medidas absurdas y el ayuntamiento de Chenalhó y el gobierno estatal, no actúan en consecuencia, al contrario les conviene administrar esos conflictos. Desafortunadamente, en ocasiones el hostigamiento y agresiones han incrementado al punto de desplazar a los miembros de nuestra organización como sucedió en la comunidad Los Chorros, o como actualmente existe el riesgo en la comunidad Campo Los Toros y Bach’en, que hasta la fecha siguen sin gozar esos servicios en mención que les corresponde por derecho.

 

Cabe aclarar que estas presiones tienen como fin que abandonemos nuestra postura política y que aceptemos someternos a los partidos políticos y gobiernos municipales, que condicionan sus programas sociales a cambio de nuestro voto en las elecciones, y a cambio de que no asumamos ninguna postura crítica hacia el gobierno. Por eso empiezan por hostigarnos, luego nos quieren presionar para que nos incorporemos a esos programas, luego nos nombran en cargos relacionados a estos programas, y finalmente, si no cumplimos nos cortan nuestros servicios, nos encarcelan en la comunidad, y finalmente, si con eso no pueden someternos, nos obligan a desplazarnos. Cabe aclarar que no nos negamos a participar en la vida comunitaria, son muchos espacios en los que sí participamos, solo nos negamos a participar en comisiones o cargos relacionados a dichos programas asistenciales.

 

Por lo anterior queremos manifestar que los desplazamientos forzados internos no se han parado, desde el año de 1997 y hasta la fecha siguen habiendo desplazamientos forzados, porque desde los gobiernos priistas, panistas y el actual, no han tenido voluntad política de resolver a fondo las causas que dieron origen a los desplazamientos forzados y la Masacre de Acteal, y lo tenemos bien claro, porque los causantes de todo esto son los mismos ex gobernantes, y lo indignante es que muchos de los responsables siguen teniendo poder en el gobierno y otros son intocables como el ex presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, el ex secretario de gobernación Emilio Chuayfet Chemor, el ex secretario de la defensa nacional Gral. Enrique Cervantes Aguirre, el ex gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz Ferro, estos son los principales autores intelectuales de dicha Masacre.

 

Ante la impunidad que prevalece en el caso de la Masacre de Acteal y de los desplazamientos forzados internos en el caso específico de Chenalhó y Pantelhó, si hacemos una evaluación de vivir en paz, dijimos que en el 2000 y 2001 se hicieron los retornos sin justicia, pero, solo nos dejaron aparentemente en paz durante 12 años después de la masacre de Acteal, pero cuando la mal llamada Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló la liberación masiva de los paramilitares autores materiales de la masacre de Acteal, desde ese momento nos volvieron a desplazar los paramilitares, partidistas, porque se dieron cuenta que robar pertenencias, quemar casas y masacrar a personas inocentes, no se castiga, si no al contrario, se recibe premios de parte del Estado.

 

Prueba de esto, en el año de 2013 nuestros compañeros de la colonia Puebla, en donde viven la mayoría de los paramilitares de Chenalhó y el ex presidente de Chenalhó Jacinto Arias Cruz quien sirvió de mensajero de Julio César Ruiz Ferro para matar a las bases del EZLN y la Masacre de Acteal, fueron desplazados por esa misma gente y jóvenes controlados por ellos y, dos familias decidieron buscar otras tierras para su seguridad. Luego en el año de 2017, fueron desplazados nuestros compañeros del barrio “Río Jordán” de la colonia MIguel Utrilla Los Chorros, lugar conocido como cuna de los paramilitares, y pudieron retornar en el año de 2020, gracias al apoyo de la sociedad civil y organismos de derechos humanos independientes.

 

La impunidad y la descomposición social abonada por el mismo Estado, ha hecho que no nada más actúen solos los paramilitares, sino que ha permitido en nuestra zona la existencia y control de nuestras comunidades y territorio el crimen organizado, fue así que el año pasado cobró la vida de nuestro compañero y hermano Simón Pedro Pérez López, asesinado el 5 de julio del año de 2021 por su trabajo en la defensa de los derechos humanos, de la Madre Tierra y la Vida. Y por este problema, volvió a causar desplazamientos forzados de al menos 90 personas originarias de la comunidad Nuevo Paraíso, San José El Carmen y de la cabecera municipal de Pantelhó; en su mayoría son mujeres, niñas, niños y adolescentes e integrantes de Las Abejas de Acteal.

 

Estimada Sra. Cecilia Jiménez-Damary, le pedimos comunique nuestra exigencia de justicia y de paz a las autoridades competentes en el estado de Chiapas y de México, que ya basta de tratarnos como inhumanos por el simple hecho de pensar diferente a su sistema de gobierno y por luchar un México más humano y justo, y que respeten las leyes y tratados internacionales en materia de derechos de los pueblos originarios que somos, o ¿Acaso para que podamos disfrutar de los derechos que nos otorga la Constitución Política de México en materia de los pueblos originarios, tenemos que poner más muertos?

 

Le pedimos también que haga ver a las autoridades que tienen que dejar de reproducir discursos en los que nos criminalizan como pueblos indígenas argumentando que la violencia que lleva al desplazamiento es culpa de nosotros mismos, acusándonos de violentos, cuando en realidad fueron sus políticas contrainsurgentes las que sembraron la división y promovieron que personas como los ex paramilitares y políticos vieran en la violencia un modo de controlar a la población; además de que la impunidad sigue enviando un mensaje de permisividad, ya que quienes ejercen la violencia saben que pueden hacerlo con total tolerancia y que no serán sancionados. Además de que nos preocupa la existencia de tantas armas en nuestro territorio, sin que el gobierno haga nada por parar este tráfico ilegal.

 

Y por último, queremos pedirle su intervención ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que dicte ya el informe de fondo del caso 12.790 Manuel Sántiz Culebra y Otros (Masacre de Acteal), porque ya hemos esperado tanto tiempo, y porque la sangre de nuestras hermanas y hermanos merecen respeto y dignidad.

 

Atentamente.

 

La Voz de la Organización sociedad Civil Las Abejas de Acteal.

           

            Por la Mesa Directiva:

 

 

Manuel Pérez Jiménez

Presidente

 

Antonio Ramírez Pérez

Secretario

 

                Víctor Manuel López

 Mariano Sánchez Díaz

 Sub secretario

                            Tesorero