Este 8 de marzo, conmemoramos y reconocemos a las mujeres que han luchado y siguen luchando por una vida libre de violencia.

 


Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

     Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

           Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

 

8 de marzo de 2023

 

 

 

 

 

 

 

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Al Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas

A las y los Defensores de los derechos humanos

A los Medios libres y alternativos

A los Medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

A todas las mujeres que luchan

 

Hermanas y hermanos:

Este 8 de marzo, conmemoramos y reconocemos a las mujeres que han luchado y siguen luchando por una vida libre de violencia. Cada una de nosotras también queremos contar con una vida digna.

Por eso, a 25 años de la cruel Masacre que sufrimos aquí en Acteal, decimos fuerte y claro que seguimos luchando porque no hemos encontrado la justicia para nuestras 45 hermanas y hermanos, más los 4 bebés no nacidos, perpetrada por un grupo paramilitar de priístas y cardenistas de nuestro municipio de Chenalhó, Chiapas, organizada gracias a la coordinación de los tres niveles de gobierno, el 22 de diciembre de 1997. Las víctimas de esta violencia extrema fueron inocentes, su única culpa fue estar en oración por la paz, cuando cortaron la mecha de su vida para siempre. Del mismo modo, les fue quitada la vida a nuestras 123 compañeras mujeres trabajadoras y 23 trabajadores hombres que luchaban por sus derechos en una fábrica de textiles de Nueva York, el 25 de marzo de 1911, lo que conmemoramos como hoy, cada año.


De la misma forma, a las mujeres nos siguen quitando la vida con el alcohol y vendiéndole drogas a nuestros hijos, cada vez más pequeños, echando a perder su pensamiento. También nos están matando económicamente cuando no tiene precio lo que producimos, como nuestras artesanías, mientras lo que necesitamos comprar como materia prima para producirlas, sube de precio cada vez más.

Nosotras como mujeres originarias denunciamos, como cada año, todas las violencias que los diferentes niveles de gobierno ejercen sobre nuestros cuerpos, entre otras cosas, a través de los mal llamados programas para el “bienestar”, porque con ellos intentan controlarnos, controlar nuestra conciencia y nuestra vida.  

Es el gobierno quien, en vez de procurar justicia, parar el crimen y ayudar a combatir todo lo que nos trae muerte, garantiza la impunidad y saca de la cárcel a los asesinos de inocentes, como lo hizo desde agosto de 2009, cuando inició la liberación masiva de los paramilitares autores materiales de la Masacre de Acteal, con el fin de encubrir a los autores intelectuales.


Por eso no queremos saber nada del gobierno, no aceptamos sus migajas de programas de apoyo ni de soluciones amistosas. Como no comemos de lo que nos da, tenemos la autoridad moral para recordarle al gobierno la verdad: que nos está matando a través de su despojo, de su destrucción, de su estrategia de desgaste y de su desprecio por nuestra vida. Y por eso, como mujeres de Las Abejas, luchamos con nuestros propios recursos y de manera organizada para poder defendernos colectivamente y buscar una vida más digna para nosotras, para nuestras familias, para nuestros pueblos y para toda la humanidad.

Porque sabemos que las mujeres somos el corazón de la madre tierra, defender la vida de las mujeres es defender a la tierra misma. Y por ello es importante visibilizar nuestras presencias y que se respeten nuestros derechos como mujeres en todos los espacios.

Desde siempre, las mujeres hemos estado presentes en todas las luchas y la fundación de nuestra organización no fue la excepción. Fueron mujeres catequistas valientes de Ch’ixilton y las esposas de los presos políticos de Tzajalch’en, quienes iniciaron y organizaron el movimiento por su liberación, que dio origen a nuestra Organización de “Las Abejas” en 1992. Tras conseguir la liberación de los presos gracias a las acciones no-violentas coordinadas del Pueblo Creyente y el apoyo del Obispo Jtotik Samuel y las abogadas y abogados solidarios de la Diócesis, ellas no se dejaron amedrentar por el presidente municipal de aquél entonces en Chenalhó, que regañó y amenazó a algunas de éstas mujeres para que tuvieran miedo de seguir participando en el espacio de coordinación entre comunidades que comenzaron a reconocerse como Abejas. También hubo tres mujeres valientes que se atrevieron por primera vez a aceptar cargo en la Mesa Directiva de nuestra Organización en el año 2019 y una compañera nuestra que aceptó el bastón de mando que nunca se había encargado a una mujer, para realizar muy dignamente su trabajo como Concejala, representando al pueblo tsotsil de Los Altos de Chiapas en el primer Concejo Indígena de Gobierno (CIG) conformado por el Congreso Nacional Indígena (CNI) en 2017.

Agradecemos a ellas y a todas las mujeres que nos han enseñado el camino para seguir luchando: a las que han peleado porque su voz sea escuchada en las asambleas comunitarias, a las que han defendido y cuidado la tierra y el agua, a las que nos han enseñado la lengua verdadera, a las que han puesto su cuerpo frente al ejército, como nuestras compañeras Abejas que no dejaron que se instalara el puesto militar de X’oyep en 1998.
A todas las mujeres que han soportado con paciencia el desplazamiento forzado y la pérdida de todas sus pertenencias por causa de la justicia y por negarse a colaborar con la violencia; a las que han resistido de manera no-violenta la falta de acceso a los servicios básicos de agua o luz por pertenecer a una familia en resistencia y perseguida por otros miembros de su comunidad, a quienes les da coraje su modo de pensar y luchar.  A todas ellas les damos gracias por ser ejemplo de cómo tenemos que construir el mundo que queremos, ese mundo en el que las mujeres caminemos sin miedo.

En este día hemos querido juntar especialmente la palabra de las compañeras de nuestra organización que más han resistido frente a los ataques constantes que hemos recibido por parte de los partidistas violentos de nuestras comunidades y del mal gobierno que los utiliza para querer acabar con las organizaciones independientes y que construyen su autonomía. Pues reconocemos que son las mujeres las que más sufren ante estas injusticias, pero también son las más valientes, quienes no se desaniman ni dejan que las dificultades las venzan, siendo constantes en la búsqueda de justicia y aferradas a seguir en la organización, a pesar de todo, cueste lo que cueste.



Escuchamos, por ejemplo, a nuestra compañera de Campo los Toros, que soportó con su familia durante mucho tiempo la falta de luz y agua, pero sobre todo las mentiras, culpas inventadas y burlas de su comunidad, pero no se dieron por vencidas ni dejaron la organización. Igual escuchamos hoy el testimonio de nuestras compañeras de Bach’en que, de manera destacada, fueron quienes rodearon principalmente el poste de luz, para defenderla y que no se las cortaran nuevamente, venciendo el miedo a la actitud violenta y agresiva de sus contrarios, recibiendo jaloneos y empujones, sin responder a las agresiones. De este modo, dieron el ejemplo vivo a otras mujeres de cómo somos importantes en la lucha las mujeres y no sólo los hombres.

También somos varias las mujeres que participamos en las diferentes Áreas de nuestra Organización para ayudarnos y seguir siendo autónomas, sin caer en las trampas y engaños del gobierno, continuando la vida en resistencia. Pero si no nos animamos y nos defendemos unas a otras, viene el cansancio y hay quien se arrepiente de luchar. Por ejemplo, en 2018, cuando habían encarcelado a varios compañeros Abejas en Los Chorros (catequistas, promotores de salud y pasados autoridades, sólo por ir a visitar a un compañero de ahí que estaba injustamente preso y haciendo una huelga de hambre para exigir su liberación), las mujeres se organizaron en Acteal para ir a sacarlos y lo lograron. Un año después, cuando los compañeros de Barrio Río Jordán sufrieron la destrucción de sus casas y tuvieron que huir a Acteal para salvar su vida, las que más sufrieron fueron también las mujeres, pero se desplazaron también –con todos sus hijos y una compañera a punto de dar a luz- y resistieron todas las difamaciones y dificultades, incluso ver morir a dos de sus niñas por las difíciles condiciones de vida en el desplazamiento, permaneciendo firmes en la organización y defendiendo su inocencia.


Algo muy preocupante es que muchos de los partidistas en las comunidades, especialmente los que anteriormente fueron abejas o bases de apoyo zapatistas, se están volviendo cada vez más intransigentes y violentos hacia las abejas, buscando castigarnos de manera cada vez más encarnizada, por lo que cada vez respetan menos a las mujeres o las violentan del mismo modo que como harían con los hombres -cosa que no era así antes-, cuando nos acusan arbitrariamente de no obedecer los lineamientos de la comunidad, aunque haya acuerdos comunitarios que nos amparan. Así, por ejemplo, en la Colonia Puebla, cuando la gente del presidente municipal que en 2013 llegaron a quemar la cocina de la iglesia católica que estaba en remodelación, no respetaron a las mujeres encargadas de la iglesia, ni a la valiente anciana que le tapaba el paso al marro con el que destruyeron las once hiladas de block que ya se llevaban construidas.

Pese a todo, queremos compartirles que hoy estamos contentas y contentos porque 6 familias de nuestra organización por fin tienen el derecho a utilizar el agua y luz de su comunidad, después de mucho tiempo de habérseles negado el acceso a estos servicios básicos, en Campo Los Toros (tras 2 años de resistencia) y Bach’en (después de 6 meses y resistir un ataque violento de los partidistas en su comunidad que querían volver a quitarles la luz, a días de haberla reconectado). Y por eso queremos agradecer a todas las organizaciones y hermanas y hermanos solidarios que estuvieron pendientes de esta situación, apoyándonos y asesorándonos para poder defender a nuestras compañeras y compañeros, presionando para que el gobierno municipal convenciera a sus agentes municipales de desistirse en la violencia hacia nuestros compañeros.


Hoy, nosotras las mujeres seguimos exigiendo que se haga justicia por todas las violaciones a los derechos humanos que ejerce el estado y que siguen sin castigo: por la Masacre de Acteal, por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, por el asesinato cobarde de todas las defensoras y defensores de la Madre Tierra y de las promotoras y promotores de la paz, como nuestro hermano Simón Pedro Pérez López.

Queremos también justicia para nuestras compañeras víctimas de la violencia porque nuestros cuerpos no son objetos y no queremos más víctimas de feminicidio; tampoco queremos ser desaparecidas ni asesinadas en medio de la violencia generalizada, desatada por la disputa entre grupos del narco aliados a los gobiernos en turno.

 Este 8 de marzo luchemos juntas por un mundo más justo e igualitario. La lucha por nuestros derechos continúa, pero sólo venceremos si estamos juntas y unidas.

Seguimos pidiendo la fuerza que nos da la palabra de Dios para resistir las tentaciones del dinero y del poder, para vencer el cansancio y seguir luchando por la verdad y la paz con justicia y dignidad.

¡Vivan las mujeres!

¡Vivan las mujeres que luchan por la paz!

¡Vivan las mujeres en resistencia!

¡Vivan las mujeres organizadas que defienden la vida!

¡Vivan nuestras mártires de Acteal!

¡Vivan las mujeres de Las Abejas de Acteal!

 

Desde Acteal, Casa de la Memoria y Esperanza.

 

                                                             Atentamente,

Las Mujeres de la Organización sociedad Civil Las Abejas de Acteal.   

 

Por las Mujeres Coordinadoras:

 

Marcela Gutiérrez Vázquez                          Rosalba Vázquez Guzmán

 

Por la Mesa Directiva:

 

Javier Flores Zepeda

Presidente

Eliseo López Arias

Secretario

 

 

 

Luis Miguel Gómez Pérez

Tesorero

 

 

Alonso Ruiz López

Sub Secretario

 

 

 

 

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