Mural hecho en semana santa de 2007:
HISTORIA Y CAMINAR DE LA ORGANIZACIÓN “LAS ABEJAS”
HISTORIA Y CAMINAR DE LA ORGANIZACIÓN “LAS ABEJAS”
Año de 1990, Hacia la Organización
En el tiempo en que Carlos Salinas de Gortari ocupaba la silla presidencial y a su vez José Patrocinio González Blanco Garrido era gobernador de Chiapas; se agudizan los conflictos políticos entre cardenistas y priisitas de la entidad.
Año de 1991, Visión y Misión
Mientras tanto los habitantes de la Parroquia de San Pedro Chenalhó, en actitud neutral ante estos acontecimientos, ponían en claro su visión y misión; la cual no pretende lograr algún poder municipal, si no, por el contrario; trabajar con los débiles y pobres, con aquellos que ni siquiera son escuchados ante las autoridades y defender los derechos humanos, en la búsqueda de una justicia con dignidad, en contra de la opresión y la discriminación de los gobiernos.
Se organizó una Peregrinación de tres Municipios: Chenalhó, Pantelho, y Chalchihuitan; hacia San Cristóbal de las Casas para manifestarnos en contra del Tratado de Libre Comercio (T.L.C. entre México, Estados Unidos y Canadá), la Reforma del Articulo 27, y la explotación indiscriminada de recursos naturales por parte de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en las Comunidades Indígenas.
Año de 1992, NACIMIENTO DE “LAS ABEJAS”
El día 10 de diciembre fueron encarcelados injustamente cinco de nuestros hermanos (Católicos y presbiterianos) en la comunidad de Tzajalchen dentro de nuestro municipio de Chenalhó, por el conflicto de tierra entre las familias. Debido a que las familias (de Tzajalchen y Tzanembolom) no llegaron a un acuerdo para hacer las confrontaciones y por la mala información que recibió la autoridad municipal estos hermanos fueron encarcelados.
La Parroquia y el pueblo creyente organizaron una peregrinación partiendo de Yabteclum hacia la ciudad de San Cristóbal de las Casas para exigir la liberación de los presos inocentes, también se realizó un plantón en frente de la Iglesia Catedral. En esta peregrinación se logro la solidaridad de otros municipios con lucha de la misma diócesis de San Cristóbal de las Casas.
Es en este momento cuando, a mitad de la peregrinación, decidimos tomar el nombre de “Las Abejas”; pues nos identificamos con este animalito que es capaz de organizarse, trabajar en unión y defenderse.
Año de 1993, Primeros pasos y primer logro de “LAS ABEJAS”
Hasta el día 7 de enero de 1993, logramos la libertad de esos cinco hermanos nuestros, presos inocentes, gracias al apoyo del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas y de Amnistía Internacional.
Año de 1994, Conflicto armado
El día primero de enero levantó en armas el ejercito Zapatista de Liberación Nacional; la Sociedad Civil de Las Abejas se declaró como zona neutral, porque nuestro objetivo es buscar la Paz por medio de oración y ayuno de acuerdo a nuestros usos y costumbres. A través de peregrinaciones y de guerras de papeles en apoyo a las demandas del EZLN.
Año de 1995, Convención Nacional Democrática
Las Abejas participamos en las mesas de dialogo, en los cinturones de Paz, en las asambleas de la Convención Nacional Democrática y contamos con la solidaridad de la sociedad civil nacional e internacional.
Año de 1996, Los Acuerdos de San Andrés.
El día 16 de febrero la Sociedad Civil de las Abejas participamos en la firma de los acuerdos de San Andrés, firmados entre el gobierno mexicano y el Ejercito Zapatiztas de Liberación Nacional.
En este año Las Abejas participamos en los cinturones de paz frente a la Curia Diocesana en la Plaza Catedral de la Paz, para apoyar a Don Samuel Ruiz por la amenaza de muerte que recibió de los supuestos coletos de San Cristóbal. Y también participamos en el Foro Nacional Indígena y en el Primer Congreso Nacional Indígena.
Año de 1997, Los Paramilitares y los desplazados.
El presidente municipal, de nuestro municipio, San Pedro Chenalhó, Jacinto Arias Cruz, formó los grupos paramilitares para hacer una guerra sucia en contra de la Sociedad Civil de Las Abejas y en contra de los simpatizantes del Ejercito Zapatizta de Liberación Nacional.
El día 16 de mayo Las Abejas de la colonia de Yaxgemel fueron desplazadas, algunas familias se refugiaron en la comunidad de Yibeljoj y otras familias se quedaron secuestradas por los caciques de la colonia Puebla dentro del mismo municipio. Se trato de negociar el regreso de los desplazados en la Colonia Yaxgemel, esta fue un acción de las propias abejas.
En el mes de octubre hubo otro desplazamiento forzado en la colonia Miguel Trilla Los Chorros y en la Colonia Puebla, Nuestros miembros llegaron a refugiarse a la Nueva Primavera de la Ciudad de San Cristóbal de las Casas, casa de las Hermanas del Divino Pastor
El día 16 de noviembre fueron desplazados mas compañeros de la comunidad de Yibeljoj y fueron a refugiarse a la comunidad de X’oyep, en donde se fundó un campamento Civil por la Paz.
El día 19 de noviembre unos hermanos de Las Abejas de Tzajalhucum fueron secuestrados en al comunidad de Pechiquil por un grupo de paramilitares priistas de la religión presbiteriana.
En el mes de diciembre se instaló una mesa de dialogo en la comunidad de Las Limas en donde participaron también simpatizantes del EZLN, autoridades del municipio y agentes rurales de las comunidades. Contando con la mediación de la CONAI, la CNDH y los representantes del gobierno del estado. Ahí Las Abejas presentamos y dimos a conocer nuestra palabra en contra de las amenazas y quema de casas que habíamos sufrido por parte de los paramilitares priistas.
El día 22 de diciembre, cuando llevábamos dos días de ayuno y oración, llegaron los grupos paramilitares priistas y cardenistas a masacrar a nuestros queridos hermanos. Cayeron 45 inocentes de Acteal. Al siguiente día se desplazaron mas comunidades por el temor de que se llevaran a cabo otras masacres como la de Acteal.
Apunto de finalizar el año llegaron a instalar campamentos de la Cruz Roja Nacional e Internacional en X’oyep, Acteal y Tzajalchen. Y también hubo mucha presencia de los hermanos solidarios de distintas partes del mundo.
Año de 1998, La Militarización y la organización
Cuando clamamos justicia el Gobierno Federal respondió con la militarización e instalación de muchos campamentos y retenes en puntos estratégicos de nuestro municipio.
El día 03 de enero las mujeres y niños desplazados y refugiados en X’oyep se organizaron para impedir la instalación de los militares cerca del campamento Civil por la Paz.
Un mes después de la muerte de los hermanos inocentes en Acteal se realizó una primera celebración eucarística por la vida de los 45 mártires, fue ahí donde hicimos un llamado a la sociedad civil nacional e internacional solicitando el acompañamiento y la solidaridad para con las victimas de la violencia y así juntos exigir la justicia en contra de los autores intelectuales y materiales de la masacre.
El día 26 de febrero fue expulsado de nuestro país el sacerdote francés Miguel Chanteau, quien trabajaba en nuestras comunidades de San Pedro Chenalhó, Por demanda de los caciques priistas junto con el Sr. Luis Mijangos Molina, el cual se disfrazaba como sacerdote.
El día 18 de marzo recibimos, católicos y presbiterianos, las Santas Escrituras traducidas a nuestra idioma Tzotzil. Posteriormente se prepararon los jóvenes para formar el grupo de Los Coros de Acteal, con la finalidad de alabar a Dios y anunciar el respeto de los derechos humanos, hasta ahora pisoteados y no escuchados por los administradores de justicia y los gobernantes.
En el mismo año se nombraron a seis personas para que integraran la primera mesa directiva de la Organización “Sociedad Civil Las Abejas.”
También llegaron tres sacerdotes Jesuitas, junto con novicios y pre-novicios, para acompañar a los sobrevivientes victimas de la masacre, desplazados en los diferentes campamentos.
El día 30 de julio se llevó a cabo la fundación y el nombramiento de la primera mesa directiva de la Unión de Productores Maya Vinic, Sociedad Cooperativa.
En el mes de octubre se realizó una peregrinación de todos los pueblos creyentes de la diócesis, partiendo de la ciudad de San Cristóbal de las Casas hacia la Basílica de Guadalupe para pedir el mejoramiento de la situación en las comunidades indígenas de todo el estado de Chiapas
Antes de finalizar el año se crea el Sistema de Educación Autónoma, para el rescate de nuestra cultura y en favor los niños desplazados que abandonaron sus clases a causa de la guerra sucia que suscitaron los anteriores gobernantes.
Año de 1999, “La Columna de la Infamia”
En el año de 1999 contamos con la presencia de brigadas nacionales e internacionales que acompañaron a los desplazados en el corte de café, principalmente en las comunidades en donde existen los grupos paramilitares.
Mientras tanto en Salina Cruz, Oaxaca; fallece en un accidente automovilístico un compañero que venía a solidarizarse con las victimas y a acompañarnos en el corte de café.
Llegan los defensores de los Derechos Humanos, de Dinamarca la Organización “Jens Gaschiot”, para hacer entrega de “LA COLUMNA DE LA INFAMIA” , escultura que manifiesta el repudio a las injusticias cometidas en contra de los indígenas y no indígenas de Chiapas y México.
Un miembro de la Sociedad Civil Las Abejas fue electo como candidato suplente a la diputación federal.
Año 2000, “Peregrinación Jubilar”
Se lleva a cabo la Peregrinación Jubilar partiendo desde Acteal hacia la basílica de Guadalupe, caminamos 1,100 kilómetros en un total de 52 días.
Posteriormente se crea una comisión negociadora integrada por 12 personas, 7 hombres y 5 mujeres, para entablar una platica con el gobierno del estado y presentar las 7 demandas propuesta de nuestra organización.
El día 12 de octubre se realizó una marcha en San Cristóbal de las Casas en contra de la impunidad de los paramilitares y para exigir el respeto de los derechos como pueblos indígenas.
El día 16 de octubre se efectuó la reubicación de los desplazados de la comunidad de Yibeljoj.
Año de 2001, Actas y acuerdos.
El día 24 de agosto se lleva a cabo la instalación de la mesa de trabajo con el gobierno del estado, autoridades municipales y autoridades rurales, en donde logramos firmar un acta de acuerdo, llamada “de respeto mutuo”, entre la Sociedad Civil Las Abejas y autoridades municipales y comunitarias, firmando como testigos los observadores. Dicha firma se llevó a cabo en las instalaciones de la Plazuela del Carmen, dentro la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Ahí donde se logramos mejorar las condiciones para el retorno de los desplazados de la violencia.
Un miembro de la Sociedad Civil Las Abejas fue electo, por decisión del pueblo, como candidato a la presidencia municipal de San Pedro Chenalhó
Surge confusión en algunas comunidades que solicitaron apoyo de el gobierno del estado, esto causó división en nuestra organización.
Año 2002, Diez años de Caminar, vivir y luchar.
A principio de año se realizó una evaluación de las actividades de la mesa directiva, donde varios de los miembros de la organización rechazamos el apoyo del gobierno.
Desde de 1997 a 2002 nos han venido a visitar hermanas y hermanos Solidarios de distintos Estados de la República Mexicana y Municipios vecinos de nuestro Estado de Chiapas. También hemos contado con la presencia de visitantes de los cuatros puntos Cardinales del Mundo, tanto de América del Sur, América Central, América del Norte, Europa, Asia, África, Oceanía y Australia.
Después de la muerte de los 45 hermanos de Acteal, algunos miembros de nuestra Organización realizaron viajes a La ONU, Ginebra, Estados Unidos de Norte América, España, Italia, Roma, Paris Francia, Suiza, Suecia, Guatemala, el Salvador y Colombia. También viajaron a muchos Estados de México como mensajeros y anunciadores de la situación en Acteal, en Chiapas y en todo México. En este largo caminar de la Organización de las Abejas, hemos recibido Premios y Reconocimientos, Medallas de Oro, Diplomas y efectivo por defender los Derechos Humanos para todos. Pero también hemos recibido dolor y guerra sucia organizada por las Autoridades Priistas y Cardenistas de nuestro Municipio.
“En esta Historia y Caminar de las Abejas Dios ha Caminado con nosotros, es el Dios de los Israelitas, el Dios de nuestros abuelos , el Dios Liberador, el Dios de la vida, el Dios del Universo. Por eso hoy en este décimo Aniversario queremos darles las gracias a todos los que han venido a visitarnos y a acompañarnos, gracias a la Solidaridad Nacional e Internacional. También queremos darle las gracias al Dios Padre y Madre que nos guía y nos ayuda en los momentos difíciles y de peligro en nuestro caminar, queremos pedir perdón al Dios de la Vida, y al Dios de Esperanza, por los malos trabajos que hemos hecho durante nuestro Caminar e Historia .”
Año de 1990, Hacia la Organización
En el tiempo en que Carlos Salinas de Gortari ocupaba la silla presidencial y a su vez José Patrocinio González Blanco Garrido era gobernador de Chiapas; se agudizan los conflictos políticos entre cardenistas y priisitas de la entidad.
Año de 1991, Visión y Misión
Mientras tanto los habitantes de la Parroquia de San Pedro Chenalhó, en actitud neutral ante estos acontecimientos, ponían en claro su visión y misión; la cual no pretende lograr algún poder municipal, si no, por el contrario; trabajar con los débiles y pobres, con aquellos que ni siquiera son escuchados ante las autoridades y defender los derechos humanos, en la búsqueda de una justicia con dignidad, en contra de la opresión y la discriminación de los gobiernos.
Se organizó una Peregrinación de tres Municipios: Chenalhó, Pantelho, y Chalchihuitan; hacia San Cristóbal de las Casas para manifestarnos en contra del Tratado de Libre Comercio (T.L.C. entre México, Estados Unidos y Canadá), la Reforma del Articulo 27, y la explotación indiscriminada de recursos naturales por parte de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en las Comunidades Indígenas.
Año de 1992, NACIMIENTO DE “LAS ABEJAS”
El día 10 de diciembre fueron encarcelados injustamente cinco de nuestros hermanos (Católicos y presbiterianos) en la comunidad de Tzajalchen dentro de nuestro municipio de Chenalhó, por el conflicto de tierra entre las familias. Debido a que las familias (de Tzajalchen y Tzanembolom) no llegaron a un acuerdo para hacer las confrontaciones y por la mala información que recibió la autoridad municipal estos hermanos fueron encarcelados.
La Parroquia y el pueblo creyente organizaron una peregrinación partiendo de Yabteclum hacia la ciudad de San Cristóbal de las Casas para exigir la liberación de los presos inocentes, también se realizó un plantón en frente de la Iglesia Catedral. En esta peregrinación se logro la solidaridad de otros municipios con lucha de la misma diócesis de San Cristóbal de las Casas.
Es en este momento cuando, a mitad de la peregrinación, decidimos tomar el nombre de “Las Abejas”; pues nos identificamos con este animalito que es capaz de organizarse, trabajar en unión y defenderse.
Año de 1993, Primeros pasos y primer logro de “LAS ABEJAS”
Hasta el día 7 de enero de 1993, logramos la libertad de esos cinco hermanos nuestros, presos inocentes, gracias al apoyo del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas y de Amnistía Internacional.
Año de 1994, Conflicto armado
El día primero de enero levantó en armas el ejercito Zapatista de Liberación Nacional; la Sociedad Civil de Las Abejas se declaró como zona neutral, porque nuestro objetivo es buscar la Paz por medio de oración y ayuno de acuerdo a nuestros usos y costumbres. A través de peregrinaciones y de guerras de papeles en apoyo a las demandas del EZLN.
Año de 1995, Convención Nacional Democrática
Las Abejas participamos en las mesas de dialogo, en los cinturones de Paz, en las asambleas de la Convención Nacional Democrática y contamos con la solidaridad de la sociedad civil nacional e internacional.
Año de 1996, Los Acuerdos de San Andrés.
El día 16 de febrero la Sociedad Civil de las Abejas participamos en la firma de los acuerdos de San Andrés, firmados entre el gobierno mexicano y el Ejercito Zapatiztas de Liberación Nacional.
En este año Las Abejas participamos en los cinturones de paz frente a la Curia Diocesana en la Plaza Catedral de la Paz, para apoyar a Don Samuel Ruiz por la amenaza de muerte que recibió de los supuestos coletos de San Cristóbal. Y también participamos en el Foro Nacional Indígena y en el Primer Congreso Nacional Indígena.
Año de 1997, Los Paramilitares y los desplazados.
El presidente municipal, de nuestro municipio, San Pedro Chenalhó, Jacinto Arias Cruz, formó los grupos paramilitares para hacer una guerra sucia en contra de la Sociedad Civil de Las Abejas y en contra de los simpatizantes del Ejercito Zapatizta de Liberación Nacional.
El día 16 de mayo Las Abejas de la colonia de Yaxgemel fueron desplazadas, algunas familias se refugiaron en la comunidad de Yibeljoj y otras familias se quedaron secuestradas por los caciques de la colonia Puebla dentro del mismo municipio. Se trato de negociar el regreso de los desplazados en la Colonia Yaxgemel, esta fue un acción de las propias abejas.
En el mes de octubre hubo otro desplazamiento forzado en la colonia Miguel Trilla Los Chorros y en la Colonia Puebla, Nuestros miembros llegaron a refugiarse a la Nueva Primavera de la Ciudad de San Cristóbal de las Casas, casa de las Hermanas del Divino Pastor
El día 16 de noviembre fueron desplazados mas compañeros de la comunidad de Yibeljoj y fueron a refugiarse a la comunidad de X’oyep, en donde se fundó un campamento Civil por la Paz.
El día 19 de noviembre unos hermanos de Las Abejas de Tzajalhucum fueron secuestrados en al comunidad de Pechiquil por un grupo de paramilitares priistas de la religión presbiteriana.
En el mes de diciembre se instaló una mesa de dialogo en la comunidad de Las Limas en donde participaron también simpatizantes del EZLN, autoridades del municipio y agentes rurales de las comunidades. Contando con la mediación de la CONAI, la CNDH y los representantes del gobierno del estado. Ahí Las Abejas presentamos y dimos a conocer nuestra palabra en contra de las amenazas y quema de casas que habíamos sufrido por parte de los paramilitares priistas.
El día 22 de diciembre, cuando llevábamos dos días de ayuno y oración, llegaron los grupos paramilitares priistas y cardenistas a masacrar a nuestros queridos hermanos. Cayeron 45 inocentes de Acteal. Al siguiente día se desplazaron mas comunidades por el temor de que se llevaran a cabo otras masacres como la de Acteal.
Apunto de finalizar el año llegaron a instalar campamentos de la Cruz Roja Nacional e Internacional en X’oyep, Acteal y Tzajalchen. Y también hubo mucha presencia de los hermanos solidarios de distintas partes del mundo.
Año de 1998, La Militarización y la organización
Cuando clamamos justicia el Gobierno Federal respondió con la militarización e instalación de muchos campamentos y retenes en puntos estratégicos de nuestro municipio.
El día 03 de enero las mujeres y niños desplazados y refugiados en X’oyep se organizaron para impedir la instalación de los militares cerca del campamento Civil por la Paz.
Un mes después de la muerte de los hermanos inocentes en Acteal se realizó una primera celebración eucarística por la vida de los 45 mártires, fue ahí donde hicimos un llamado a la sociedad civil nacional e internacional solicitando el acompañamiento y la solidaridad para con las victimas de la violencia y así juntos exigir la justicia en contra de los autores intelectuales y materiales de la masacre.
El día 26 de febrero fue expulsado de nuestro país el sacerdote francés Miguel Chanteau, quien trabajaba en nuestras comunidades de San Pedro Chenalhó, Por demanda de los caciques priistas junto con el Sr. Luis Mijangos Molina, el cual se disfrazaba como sacerdote.
El día 18 de marzo recibimos, católicos y presbiterianos, las Santas Escrituras traducidas a nuestra idioma Tzotzil. Posteriormente se prepararon los jóvenes para formar el grupo de Los Coros de Acteal, con la finalidad de alabar a Dios y anunciar el respeto de los derechos humanos, hasta ahora pisoteados y no escuchados por los administradores de justicia y los gobernantes.
En el mismo año se nombraron a seis personas para que integraran la primera mesa directiva de la Organización “Sociedad Civil Las Abejas.”
También llegaron tres sacerdotes Jesuitas, junto con novicios y pre-novicios, para acompañar a los sobrevivientes victimas de la masacre, desplazados en los diferentes campamentos.
El día 30 de julio se llevó a cabo la fundación y el nombramiento de la primera mesa directiva de la Unión de Productores Maya Vinic, Sociedad Cooperativa.
En el mes de octubre se realizó una peregrinación de todos los pueblos creyentes de la diócesis, partiendo de la ciudad de San Cristóbal de las Casas hacia la Basílica de Guadalupe para pedir el mejoramiento de la situación en las comunidades indígenas de todo el estado de Chiapas
Antes de finalizar el año se crea el Sistema de Educación Autónoma, para el rescate de nuestra cultura y en favor los niños desplazados que abandonaron sus clases a causa de la guerra sucia que suscitaron los anteriores gobernantes.
Año de 1999, “La Columna de la Infamia”
En el año de 1999 contamos con la presencia de brigadas nacionales e internacionales que acompañaron a los desplazados en el corte de café, principalmente en las comunidades en donde existen los grupos paramilitares.
Mientras tanto en Salina Cruz, Oaxaca; fallece en un accidente automovilístico un compañero que venía a solidarizarse con las victimas y a acompañarnos en el corte de café.
Llegan los defensores de los Derechos Humanos, de Dinamarca la Organización “Jens Gaschiot”, para hacer entrega de “LA COLUMNA DE LA INFAMIA” , escultura que manifiesta el repudio a las injusticias cometidas en contra de los indígenas y no indígenas de Chiapas y México.
Un miembro de la Sociedad Civil Las Abejas fue electo como candidato suplente a la diputación federal.
Año 2000, “Peregrinación Jubilar”
Se lleva a cabo la Peregrinación Jubilar partiendo desde Acteal hacia la basílica de Guadalupe, caminamos 1,100 kilómetros en un total de 52 días.
Posteriormente se crea una comisión negociadora integrada por 12 personas, 7 hombres y 5 mujeres, para entablar una platica con el gobierno del estado y presentar las 7 demandas propuesta de nuestra organización.
El día 12 de octubre se realizó una marcha en San Cristóbal de las Casas en contra de la impunidad de los paramilitares y para exigir el respeto de los derechos como pueblos indígenas.
El día 16 de octubre se efectuó la reubicación de los desplazados de la comunidad de Yibeljoj.
Año de 2001, Actas y acuerdos.
El día 24 de agosto se lleva a cabo la instalación de la mesa de trabajo con el gobierno del estado, autoridades municipales y autoridades rurales, en donde logramos firmar un acta de acuerdo, llamada “de respeto mutuo”, entre la Sociedad Civil Las Abejas y autoridades municipales y comunitarias, firmando como testigos los observadores. Dicha firma se llevó a cabo en las instalaciones de la Plazuela del Carmen, dentro la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Ahí donde se logramos mejorar las condiciones para el retorno de los desplazados de la violencia.
Un miembro de la Sociedad Civil Las Abejas fue electo, por decisión del pueblo, como candidato a la presidencia municipal de San Pedro Chenalhó
Surge confusión en algunas comunidades que solicitaron apoyo de el gobierno del estado, esto causó división en nuestra organización.
Año 2002, Diez años de Caminar, vivir y luchar.
A principio de año se realizó una evaluación de las actividades de la mesa directiva, donde varios de los miembros de la organización rechazamos el apoyo del gobierno.
Desde de 1997 a 2002 nos han venido a visitar hermanas y hermanos Solidarios de distintos Estados de la República Mexicana y Municipios vecinos de nuestro Estado de Chiapas. También hemos contado con la presencia de visitantes de los cuatros puntos Cardinales del Mundo, tanto de América del Sur, América Central, América del Norte, Europa, Asia, África, Oceanía y Australia.
Después de la muerte de los 45 hermanos de Acteal, algunos miembros de nuestra Organización realizaron viajes a La ONU, Ginebra, Estados Unidos de Norte América, España, Italia, Roma, Paris Francia, Suiza, Suecia, Guatemala, el Salvador y Colombia. También viajaron a muchos Estados de México como mensajeros y anunciadores de la situación en Acteal, en Chiapas y en todo México. En este largo caminar de la Organización de las Abejas, hemos recibido Premios y Reconocimientos, Medallas de Oro, Diplomas y efectivo por defender los Derechos Humanos para todos. Pero también hemos recibido dolor y guerra sucia organizada por las Autoridades Priistas y Cardenistas de nuestro Municipio.
“En esta Historia y Caminar de las Abejas Dios ha Caminado con nosotros, es el Dios de los Israelitas, el Dios de nuestros abuelos , el Dios Liberador, el Dios de la vida, el Dios del Universo. Por eso hoy en este décimo Aniversario queremos darles las gracias a todos los que han venido a visitarnos y a acompañarnos, gracias a la Solidaridad Nacional e Internacional. También queremos darle las gracias al Dios Padre y Madre que nos guía y nos ayuda en los momentos difíciles y de peligro en nuestro caminar, queremos pedir perdón al Dios de la Vida, y al Dios de Esperanza, por los malos trabajos que hemos hecho durante nuestro Caminar e Historia .”
Caminando Nacimos. De Maíz somos.
De Maíz Nacimos, Del ayer venimos.
Hacia el Mañana Caminamos.
De la tierra nos formamos.
De la tierra Sembramos.
El Camino es Nuestro, y a él entregamos
Nuestros pasos, para pasar al Inframundo y a la Muerte.
Aunque los poderosos del Mundo
quieren cortar nuestras Ramas,
cortar nuestros Frutos y cortar nuestro Tallos,
pero nuestra Raíz no pueden arrancar.
Luchar incansablemente para lograr una Esperanza
Para nuestro Futuro.
Del IX aniversariode Acteal ...
Cientos de habitantes del municipio de Chenalhó conmemoraron ayer otro aniversario de la matanza ocurrida en la comunidad chiapaneca, donde fueron asesinados 45 indígenas en 1997. El acto, en el cual participaron los obispos Samuel Ruiz, Felipe Arizmendi y Enrique Díaz, sirvió de ocasión para denunciar que el caso ha caído en el olvido y que los autores intelectuales de los crímenes siguen libres. "Los planes de la masacre fueron diseñados por el ex presidente Ernesto Zedillo y operados por el entonces general de la séptima Región Militar, Enrique Cervantes Aguirre", afirmaron algunos de los sobrevivientes. El gobernador Juan Sabines, en tanto, anunció la creación de una fiscalía especial FOTO Tomás Vázquez
Acteal, una herida que no cierra
Ayer viernes se conmemoró un aniversario más, el noveno, de la matanza de Acteal, Chiapas, perpetrada por un grupo de paramilitares afín al Partido Revolucionario Institucional. Sin embargo, a pesar de todo el tiempo transcurrido desde que ocurrió este grave suceso, el 22 de diciembre de 1997, la masacre sigue siendo una herida que no ha podido cicatrizar debido a la impunidad en que permanecen los autores intelectuales de tan abominable acto y al fracaso de las autoridades estatales y federales para aplicar la justicia.
Hace nueve años, los paramilitares priístas abrieron fuego contra integrantes de la organización civil Las Abejas en la comunidad de Acteal, municipio de Chenalhó. El ataque, realizado mientras los indígenas rezaban, dejó un saldo de 45 muertos, entre ellos 21 mujeres cuatro de ellas embarazadas y 15 niños, además de 17 heridos. La matanza provocó que unas 8 mil personas abandonaran sus hogares para instalarse en campamentos en la comunidad de Polhó ante el temor de ser agredidas por los paramilitares que siguen operando en la región: se trata, pues, de un grupo de desplazados (un apelativo dado en Colombia a los miles de refugiados civiles que huyen de la violencia), aunque en el caso mexicano su situación es prácticamente desconocida por la opinión pública y es ignorada por las autoridades de todos los niveles.
Aunque la matanza provocó conmoción tanto en México como en el extranjero, hasta el momento ni el gobierno de Chiapas ni el Ejecutivo federal han podido poner punto final al caso, el cual ha estado plagado de irregularidades y graves omisiones desde el inicio. La escena del crimen fue alterada deliberadamente por policías estatales, lo que derivó en la destrucción de pruebas cruciales. Asimismo, desde que la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo el caso, la dependencia se ha negado a acusar a los detenidos por asociación delictuosa, lo que hubiera permitido consolidar la hipótesis de un ataque realizado por paramilitares y, por ende, señalar al Estado como posible responsable en los hechos.
Por otro lado, de las 124 personas encausadas 41 de ellas exoneradas ninguna es un alto funcionario. De hecho, de los 83 acusados del delito de homicidio, tan sólo 25 fueron condenados a 36 años de prisión, aunque abogados del Centro de Investigación y Docencia Económicas sostienen que muchos de los sentenciados son inocentes, por lo que solicitarán la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; arrestos sin orden de detención, participantes en la masacre que fungieron como testigos de la PGR, testimonios de autores materiales confesos que exonerarían a muchos de los acusados, versiones contradictorias sobre el número de atacantes y la negativa de las autoridades judiciales a proporcionar abogados y traductores en las primeras etapas del proceso son sólo algunas de las irregularidades que han entorpecido este juicio.
Mientras tanto, 29 órdenes de aprehensión quedan todavía por cumplirse, entre ellas las del general retirado Jorge Gamboa Solís, ex coordinador de la policía estatal, y del ex director de la policía de Seguridad Pública de Chiapas, José Luis Rodríguez Orozco, quienes se encuentran prófugos de la justicia. Y no sólo eso: los acusados de ser los autores materiales de este crimen fueron absueltos del pago de reparaciones al considerar que "el Ministerio Público y los ofendidos no demostraron debidamente la existencia del daño moral o material que causaron en los delitos cometidos". Es decir, para las víctimas, ni justicia ni indemnizaciones.
Estos factores permiten conjeturar que la situación de impunidad se debe más que nada a consideraciones políticas: el objetivo sería negar a toda costa un crimen de lesa humanidad perpetrado en el contexto de una guerra de baja intensidad contra el EZLN, rebajando esta masacre al nivel de un simple mal recuerdo.
Ayer viernes se conmemoró un aniversario más, el noveno, de la matanza de Acteal, Chiapas, perpetrada por un grupo de paramilitares afín al Partido Revolucionario Institucional. Sin embargo, a pesar de todo el tiempo transcurrido desde que ocurrió este grave suceso, el 22 de diciembre de 1997, la masacre sigue siendo una herida que no ha podido cicatrizar debido a la impunidad en que permanecen los autores intelectuales de tan abominable acto y al fracaso de las autoridades estatales y federales para aplicar la justicia.
Hace nueve años, los paramilitares priístas abrieron fuego contra integrantes de la organización civil Las Abejas en la comunidad de Acteal, municipio de Chenalhó. El ataque, realizado mientras los indígenas rezaban, dejó un saldo de 45 muertos, entre ellos 21 mujeres cuatro de ellas embarazadas y 15 niños, además de 17 heridos. La matanza provocó que unas 8 mil personas abandonaran sus hogares para instalarse en campamentos en la comunidad de Polhó ante el temor de ser agredidas por los paramilitares que siguen operando en la región: se trata, pues, de un grupo de desplazados (un apelativo dado en Colombia a los miles de refugiados civiles que huyen de la violencia), aunque en el caso mexicano su situación es prácticamente desconocida por la opinión pública y es ignorada por las autoridades de todos los niveles.
Aunque la matanza provocó conmoción tanto en México como en el extranjero, hasta el momento ni el gobierno de Chiapas ni el Ejecutivo federal han podido poner punto final al caso, el cual ha estado plagado de irregularidades y graves omisiones desde el inicio. La escena del crimen fue alterada deliberadamente por policías estatales, lo que derivó en la destrucción de pruebas cruciales. Asimismo, desde que la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo el caso, la dependencia se ha negado a acusar a los detenidos por asociación delictuosa, lo que hubiera permitido consolidar la hipótesis de un ataque realizado por paramilitares y, por ende, señalar al Estado como posible responsable en los hechos.
Por otro lado, de las 124 personas encausadas 41 de ellas exoneradas ninguna es un alto funcionario. De hecho, de los 83 acusados del delito de homicidio, tan sólo 25 fueron condenados a 36 años de prisión, aunque abogados del Centro de Investigación y Docencia Económicas sostienen que muchos de los sentenciados son inocentes, por lo que solicitarán la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; arrestos sin orden de detención, participantes en la masacre que fungieron como testigos de la PGR, testimonios de autores materiales confesos que exonerarían a muchos de los acusados, versiones contradictorias sobre el número de atacantes y la negativa de las autoridades judiciales a proporcionar abogados y traductores en las primeras etapas del proceso son sólo algunas de las irregularidades que han entorpecido este juicio.
Mientras tanto, 29 órdenes de aprehensión quedan todavía por cumplirse, entre ellas las del general retirado Jorge Gamboa Solís, ex coordinador de la policía estatal, y del ex director de la policía de Seguridad Pública de Chiapas, José Luis Rodríguez Orozco, quienes se encuentran prófugos de la justicia. Y no sólo eso: los acusados de ser los autores materiales de este crimen fueron absueltos del pago de reparaciones al considerar que "el Ministerio Público y los ofendidos no demostraron debidamente la existencia del daño moral o material que causaron en los delitos cometidos". Es decir, para las víctimas, ni justicia ni indemnizaciones.
Estos factores permiten conjeturar que la situación de impunidad se debe más que nada a consideraciones políticas: el objetivo sería negar a toda costa un crimen de lesa humanidad perpetrado en el contexto de una guerra de baja intensidad contra el EZLN, rebajando esta masacre al nivel de un simple mal recuerdo.
La matanza de Acteal cayó en el olvido del gobierno, opinan sobrevivientes
Ernesto Zedillo y el Ejército planearon la masacre; la justicia está a medias, señalan
Anuncia Juan Sabines la creación de una fiscalía especial para investigar los hechos.
ANGELES MARISCAL (La Jornada)
Los obispos de San Cristóbal de las Casas, Enrique Díaz Díaz (auxiliar), Samuel Ruiz García (emérito) y Felipe Arizmendi Esquivel (titular) oficiaron ayer en Chenalhó una misa en memoria de las víctimas de Acteal Foto: La Jornada Chenalho, Chis., 22 de diciembre. Cientos de habitantes del municipio de Chenalhó conmemoraron el noveno aniversario de la matanza de indígenas de la comunidad de Acteal. Los sobrevivientes de la masacre de 45 personas consideraron que el hecho "ha quedado en el olvido oficial, mientras los autores intelectuales siguen libres".
En una emotiva ceremonia mezcla de los rituales católicos e indígenas, los presentes rezaron ante la tumba de los integrantes de la organización civil Las Abejas que perdieron la vida el 22 de diciembre de 1997 a manos de un grupo paramilitar.
La ceremonia religiosa estuvo presidida por los obispos de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, Felipe Arizmendi y Enrique Díaz.
Allí, los sobrevivientes emitieron un pronunciamiento en que resaltan que el autor intelectual de los hechos fue el Estado mexicano, que orquestó la conformación de grupos paramilitares para detener el avance de las comunidades simpatizantes con la causa zapatista.
"Los planes de la masacre fueron diseñados por el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) y operada por el entonces general de la Séptima Región Militar, Enrique Cervantes Aguirre", dijeron.
Recordaron que policías del entonces gobernador Julio César Ruiz Ferro estaban apostados en las orillas de la comunidad al momento del ataque y no hicieron nada por impedirlo, y posteriormente recogieron los cadáveres e intentaron borrar las evidencias.
"Hoy la justicia de Acteal está a medias, los crímenes siguen en la impunidad porque los que investigaron son los mismos que planearon la masacre, y los autores intelectuales siguen libres", sostuvieron.
Por ello exigieron se acabe el "olvido oficial en que ha caído la lucha por la justicia contra los que masacraron a nuestros compañeros, y se reabran las investigaciones".
En ese contexto, el gobernador Juan Sabines Guerrero anunció la creación de una fiscalía especial para investigar los hechos, así como reabrir los expedientes de los que fueron sentenciados y revisar los casos de quienes esperan condena por estos hechos.
"No es una venganza, sino que se trata de hacer justicia. Nos corresponde a todos y en primer lugar a las autoridades democráticas realizar los esfuerzos necesarios para que la ley sea aplicada", sostuvo el mandatario.
El jueves, los abogados Ana Laura Magaloni Kerpel y Alejandro Posadas Urtusuástegui, del Centro de Investigación y Docencia Económica anunciaron que retomarán la defensa de los actuales detenidos.
De las 124 personas que en un inicio fueron acusadas de la masacre, 41 fueron exoneradas y 83 acusadas del delito de homicidio. De estos últimos, seis fueron declarados inocentes, 25 condenados a 36 años de cárcel y el resto espera sentencia.
Los juristas indicaron que pedirán la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues consideraron que muchos de los detenidos son inocentes.
Ernesto Zedillo y el Ejército planearon la masacre; la justicia está a medias, señalan
Anuncia Juan Sabines la creación de una fiscalía especial para investigar los hechos.
ANGELES MARISCAL (La Jornada)
Los obispos de San Cristóbal de las Casas, Enrique Díaz Díaz (auxiliar), Samuel Ruiz García (emérito) y Felipe Arizmendi Esquivel (titular) oficiaron ayer en Chenalhó una misa en memoria de las víctimas de Acteal Foto: La Jornada Chenalho, Chis., 22 de diciembre. Cientos de habitantes del municipio de Chenalhó conmemoraron el noveno aniversario de la matanza de indígenas de la comunidad de Acteal. Los sobrevivientes de la masacre de 45 personas consideraron que el hecho "ha quedado en el olvido oficial, mientras los autores intelectuales siguen libres".
En una emotiva ceremonia mezcla de los rituales católicos e indígenas, los presentes rezaron ante la tumba de los integrantes de la organización civil Las Abejas que perdieron la vida el 22 de diciembre de 1997 a manos de un grupo paramilitar.
La ceremonia religiosa estuvo presidida por los obispos de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, Felipe Arizmendi y Enrique Díaz.
Allí, los sobrevivientes emitieron un pronunciamiento en que resaltan que el autor intelectual de los hechos fue el Estado mexicano, que orquestó la conformación de grupos paramilitares para detener el avance de las comunidades simpatizantes con la causa zapatista.
"Los planes de la masacre fueron diseñados por el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) y operada por el entonces general de la Séptima Región Militar, Enrique Cervantes Aguirre", dijeron.
Recordaron que policías del entonces gobernador Julio César Ruiz Ferro estaban apostados en las orillas de la comunidad al momento del ataque y no hicieron nada por impedirlo, y posteriormente recogieron los cadáveres e intentaron borrar las evidencias.
"Hoy la justicia de Acteal está a medias, los crímenes siguen en la impunidad porque los que investigaron son los mismos que planearon la masacre, y los autores intelectuales siguen libres", sostuvieron.
Por ello exigieron se acabe el "olvido oficial en que ha caído la lucha por la justicia contra los que masacraron a nuestros compañeros, y se reabran las investigaciones".
En ese contexto, el gobernador Juan Sabines Guerrero anunció la creación de una fiscalía especial para investigar los hechos, así como reabrir los expedientes de los que fueron sentenciados y revisar los casos de quienes esperan condena por estos hechos.
"No es una venganza, sino que se trata de hacer justicia. Nos corresponde a todos y en primer lugar a las autoridades democráticas realizar los esfuerzos necesarios para que la ley sea aplicada", sostuvo el mandatario.
El jueves, los abogados Ana Laura Magaloni Kerpel y Alejandro Posadas Urtusuástegui, del Centro de Investigación y Docencia Económica anunciaron que retomarán la defensa de los actuales detenidos.
De las 124 personas que en un inicio fueron acusadas de la masacre, 41 fueron exoneradas y 83 acusadas del delito de homicidio. De estos últimos, seis fueron declarados inocentes, 25 condenados a 36 años de cárcel y el resto espera sentencia.
Los juristas indicaron que pedirán la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues consideraron que muchos de los detenidos son inocentes.
La injusticia de la injusticia
Ricardo Raphael
22 de diciembre de 2006
Hoy, hace nueve años, en los Altos de Chiapas murieron asesinadas 45 personas. Todos eran indígenas y la gran mayoría mujeres y niños. Por aquella época se afirmó que alrededor de 300 creyentes estaban rezando en una ermita del poblado de Acteal cuando 100 individuos, profusamente armados, les dispararon a mansalva.
Inmediatamente las alarmas sonaron en el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León. Este hecho demostraba que la política de ignorar el conflicto en ese estado del sureste desataba, como ya muchos involucrados en el problema habían advertido, furibundos actos de violencia entre las comunidades; muy concretamente podía exacerbar el encono entre zapatistas y no zapatistas.
El entonces jefe del Ejecutivo no tardó en tomar entre sus manos el expediente. No hubo pereza política para reaccionar. En cuestión de horas se confirmó la renuncia del gobernador Ruiz Ferro y también se dio a conocer el nombramiento del nuevo secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa.
La idea era bajar la intensidad mediática de este trágico episodio en el menor tiempo posible. Fue precisamente bajo esta lógica política que la Procuraduría General de la República atrajo el caso acusando, durante los primeros días de enero de 1998, a 124 personas por haber participado dolosamente en la masacre.
Había de transmitirse una pronta sensación de eficacia gubernamental. Esa debió ser la instrucción que recibieron el Ministerio Público, las diversas policías y, muy probablemente, las autoridades jurisdiccionales involucradas en el asunto. Hoy, gracias a las muy enérgicas diligencias de la justicia, 24 indígenas han sido condenados a 36 años de prisión por haber participado directamente en la masacre y poco más de 50 esperan aún una sentencia similar.
En el presente, el caso Acteal pareciera estar convenientemente resuelto. Y sin embargo, gracias a la revisión exhaustiva sobre los expedientes de los acusados que dos muy notables juristas del CIDE, Alejandro Posadas y Hugo E. Flores, han realizado, surgen suficientes y razonables dudas sobre la justicia con que se procedió para solucionarlo.
Estos investigadores dieron con la declaración de cinco individuos que aceptan haber participado como atacantes en este terrible episodio. Ellos confiesan, teniendo mucho que perder, que fueron nueve y no cien quienes, desde su bando, dispararon aquella mañana del 22 de diciembre. Insisten, además, que no era su intención atacar a las mujeres y los niños que estaban, según la versión oficial, rezando en la ermita. (Prueba de que podrían tener razón es que no había un solo tiro en el lugar de referencia).
En la expresión de los confesos, no fue una masacre lo que ocurrió en Acteal sino una batalla entre dos bandos: los zapatistas que pasaban por Acteal y los no zapatistas que venían persiguiéndoles para cobrarse otras muertes que, de su lado, ocurrieran poco tiempo antes. Así, desafortunadamente las 45 víctimas habrían encontrado la muerte cuando quedaron en medio de un fuego cruzado entre dos grupos rivales.
Si esta versión de los hechos es cierta, tal cosa querría decir que, una vez sucedidos los hechos de sangre, alguien recogió los desperdigados cuerpos de las víctimas para fabricar una escena diferente del crimen. Lo cierto es que, tal y como estos investigadores han hecho notar, "una mirada crítica al proceso muestra que la evidencia acusatoria es muy pobre" (Nexos, junio 2006): con tal de despachar rápida y eficazmente el asunto se fabricaron acusaciones, se violó y desestimó evidencia, se indujeron y falsificaron testimonios, se forzaron artificiosamente las declaraciones y, finalmente, se sentenció a varias decenas de inocentes.
De acuerdo con las pesquisas de ambos juristas es posible inferir que la masacre no ocurrió en la ermita sino en varios lugares del poblado. Tampoco, como se asegurara, la perpetraron 300 sujetos, sino previsiblemente nueve (del lado de los no zapatistas) y otros tantos simpatizantes del EZLN que aún están libres.
Además, a los acusados no se les respetaron ninguna de las garantías relativas al debido proceso: no contaron con un abogado durante sus primeras declaraciones, ni tuvieron acceso a un traductor, ni fueron escuchados en sus declaraciones, ni los testimonios que aportaron para su defensa fueron tomados en consideración.
En resumen, con tal de encubrir la muerte de 45 indígenas, en 1997 el aparato mexicano encargado de hacer que se cumpla la ley tomó la decisión de arruinar la vida de 80 indígenas más. Una injusticia ominosamente encubierta por otra injusticia.
Ricardo Raphael
22 de diciembre de 2006
Hoy, hace nueve años, en los Altos de Chiapas murieron asesinadas 45 personas. Todos eran indígenas y la gran mayoría mujeres y niños. Por aquella época se afirmó que alrededor de 300 creyentes estaban rezando en una ermita del poblado de Acteal cuando 100 individuos, profusamente armados, les dispararon a mansalva.
Inmediatamente las alarmas sonaron en el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León. Este hecho demostraba que la política de ignorar el conflicto en ese estado del sureste desataba, como ya muchos involucrados en el problema habían advertido, furibundos actos de violencia entre las comunidades; muy concretamente podía exacerbar el encono entre zapatistas y no zapatistas.
El entonces jefe del Ejecutivo no tardó en tomar entre sus manos el expediente. No hubo pereza política para reaccionar. En cuestión de horas se confirmó la renuncia del gobernador Ruiz Ferro y también se dio a conocer el nombramiento del nuevo secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa.
La idea era bajar la intensidad mediática de este trágico episodio en el menor tiempo posible. Fue precisamente bajo esta lógica política que la Procuraduría General de la República atrajo el caso acusando, durante los primeros días de enero de 1998, a 124 personas por haber participado dolosamente en la masacre.
Había de transmitirse una pronta sensación de eficacia gubernamental. Esa debió ser la instrucción que recibieron el Ministerio Público, las diversas policías y, muy probablemente, las autoridades jurisdiccionales involucradas en el asunto. Hoy, gracias a las muy enérgicas diligencias de la justicia, 24 indígenas han sido condenados a 36 años de prisión por haber participado directamente en la masacre y poco más de 50 esperan aún una sentencia similar.
En el presente, el caso Acteal pareciera estar convenientemente resuelto. Y sin embargo, gracias a la revisión exhaustiva sobre los expedientes de los acusados que dos muy notables juristas del CIDE, Alejandro Posadas y Hugo E. Flores, han realizado, surgen suficientes y razonables dudas sobre la justicia con que se procedió para solucionarlo.
Estos investigadores dieron con la declaración de cinco individuos que aceptan haber participado como atacantes en este terrible episodio. Ellos confiesan, teniendo mucho que perder, que fueron nueve y no cien quienes, desde su bando, dispararon aquella mañana del 22 de diciembre. Insisten, además, que no era su intención atacar a las mujeres y los niños que estaban, según la versión oficial, rezando en la ermita. (Prueba de que podrían tener razón es que no había un solo tiro en el lugar de referencia).
En la expresión de los confesos, no fue una masacre lo que ocurrió en Acteal sino una batalla entre dos bandos: los zapatistas que pasaban por Acteal y los no zapatistas que venían persiguiéndoles para cobrarse otras muertes que, de su lado, ocurrieran poco tiempo antes. Así, desafortunadamente las 45 víctimas habrían encontrado la muerte cuando quedaron en medio de un fuego cruzado entre dos grupos rivales.
Si esta versión de los hechos es cierta, tal cosa querría decir que, una vez sucedidos los hechos de sangre, alguien recogió los desperdigados cuerpos de las víctimas para fabricar una escena diferente del crimen. Lo cierto es que, tal y como estos investigadores han hecho notar, "una mirada crítica al proceso muestra que la evidencia acusatoria es muy pobre" (Nexos, junio 2006): con tal de despachar rápida y eficazmente el asunto se fabricaron acusaciones, se violó y desestimó evidencia, se indujeron y falsificaron testimonios, se forzaron artificiosamente las declaraciones y, finalmente, se sentenció a varias decenas de inocentes.
De acuerdo con las pesquisas de ambos juristas es posible inferir que la masacre no ocurrió en la ermita sino en varios lugares del poblado. Tampoco, como se asegurara, la perpetraron 300 sujetos, sino previsiblemente nueve (del lado de los no zapatistas) y otros tantos simpatizantes del EZLN que aún están libres.
Además, a los acusados no se les respetaron ninguna de las garantías relativas al debido proceso: no contaron con un abogado durante sus primeras declaraciones, ni tuvieron acceso a un traductor, ni fueron escuchados en sus declaraciones, ni los testimonios que aportaron para su defensa fueron tomados en consideración.
En resumen, con tal de encubrir la muerte de 45 indígenas, en 1997 el aparato mexicano encargado de hacer que se cumpla la ley tomó la decisión de arruinar la vida de 80 indígenas más. Una injusticia ominosamente encubierta por otra injusticia.
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