Organización
Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra
Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal,
Chenalhó, Chiapas, México.
12
de agosto 2025
Al
Congreso Nacional Indígena
Al
Consejo Indígena de Gobierno
A
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
A
las y los Defensores de los Derechos Humanos
A
los Medios Libres y Alternativos
A
los Medios de Comunicación Nacional e Internacional
A
la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas
y hermanos:
La
muerte nos hizo historia.
Somos
los 45 Mártires de Acteal.
Somos
los 4 bebés que fuimos despedazados dentro del vientre de nuestras
madres.
Nos
mataron pequeños e indefensos,
renacimos
gigantes e inmortales.
Ahora
somos fragmentos de luz
que
impide que todo sea noche.
Nuestros
mártires, nuestras hermanitas y hermanitos sacados con machetes del
vientre de sus madres, ahora son semillas, ahora son retoños
resurgidos en nuestro corazón y en nuestra conciencia. Ahora,
nosotras las y los jóvenes que junto a nuestros mayores y
autoridades de nuestra Organización Las Abejas de Acteal, hemos
convocado esta conferencia de prensa, decididos a denunciar el crimen
de Estado cometido aquí en Acteal, y sobre todo decididos a
continuar caminando el Camino de la Paz y de la No-violencia, ese
mismo camino que caminaron nuestras abuelas y abuelos masacrados por
los paramilitares priistas y cardenistas de Chenalhó, por órdenes
de Ernesto Zedillo Ponce de León y del Ejército mexicano, en el
marco del Plan de Campaña Chiapas 94.
Hoy
confirmamos lo que siempre ha declarado nuestra organización, que
nuestra lucha no se acaba, que nuestra organización no tiene
límites, que, aunque nuestros mayores y mayoras, tal vez, ya no
alcancen ver llegar la justicia verdadera, pero sí estamos seguros
que nosotros los jóvenes y jóvenas, lograremos ver llegar esa
justicia. ¿Y cómo sucederá eso? Pues, lo que ahora está
sucediendo, que la juventud Abeja, va creciendo su conciencia y
convicción de continuar la lucha por la justicia verdadera, por
verdad, no olvido y la memoria de la Masacre de Acteal.
Las
niñas y niños, los jóvenes y jóvenas hemos comprendido que es una
vergüenza, lo que hizo la mal llamada Suprema Corte de Justicia de
la Nación (SCJN), de dar la orden de liberar a los paramilitares y
que la mayoría de ellos con sentencia condenatoria quienes son los
responsables materiales de la masacre de nuestras abuelas y abuelos,
tías y tíos, primas y primos.
Para
estos jueces de la mal llamada SCJN, argumentaron que, “hubo fallas
en el debido proceso”, en cambio los testimonios de los testigos
directos y la vida de nuestros familiares no tuvo importancia para
ellos. Y lo volvemos a aclarar, los corruptos ministros de la “máxima
casa de justicia”, sí, son corruptos, porque al liberar a los
paramilitares, así encubrieron a los autores intelectuales de la
Masacre de Acteal: Ernesto Zedillo, Emilio Chuayffet, Gral. Enrique
Cervantes, Gral. Mario Renan Castillo, Julio César Ruiz Ferro, entre
otros y al Ejército mexicano, quienes son responsables por haber
propiciado la masacre de nuestras abuelas y abuelos en Acteal, el día
lunes, 22 de diciembre de 1997.
El
día 12 de agosto, es un día que recordaremos para siempre, es un
día en que los
corruptos de la Suprema Corte de Injusticia de la
Nación, liberaron a los paramilitares autores materiales de la
Masacre de Acteal; estos ministros serán recordados en nuestra
historia verdadera, en la historia misma de los crímenes de lesa
humanidad, sus nombres ya están pintados en nuestros comunicados, en
nuestro libro, en nuestros videos, que son verdaderos cómplices de
la impunidad en la Masacre de Acteal, quienes son cómplices de la
corrupción e impunidad y resolvieron a favor los señores Ministros
José de Jesús Gudiño Pelayo, José Ramón Cossío Díaz, Juan N.
Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
No
conocimos a nuestras abuelas y abuelos por culpa de Ernesto Zedillo
Ponce de León, por culpa de los paramilitares, por culpa del
Ejército mexicano, por culpa de la guerra de contrainsurgencia.
No
vamos a permitir que la muerte de nuestras abuelas y abuelos quede en
el olvido, no dejaremos libre a Zedillo, ni a sus cómplices y ni a
su ejército; estos criminales deben ser juzgados y castigados para
que nunca más se repita otra masacre en México, como la de Acteal.
Del
dolor que el mal gobierno nos causó al quitarnos a nuestras 45
hermanas y hermanos y más los 4 bebés ultrajados dentro del vientre
de sus madres, brotará nuestra fuerza y motivo de continuar la lucha
para que se haga justicia verdadera.
Los
pasos que caminaron nuestras abuelas y abuelos en estas tierras
dignas, ahora serán nuestros pasos que darán continuidad en la
búsqueda de la verdad, la justicia y la paz para nuestras
comunidades.
También,
hoy, le recordamos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) que desde hace 10 años, el Caso 12.790, Manuel Santiz Culebra
y Otros (Masacre de Acteal), está en la etapa del informe de fondo,
que hasta la fecha no lo ha emitido a pesar de solicitarle desde hace
varios años y que por ello ha hecho que la impunidad se haya
profundizado y escalado a una grave crisis de violencia generalizada
en nuestra región, como por ejemplo: el asesinato de nuestro hermano
Simón Pedro Pérez López y del Padre Marcelo Pérez Pérez, con la
actuación lamentable del sistema de justicia mexicano, que no
alcanza al sentido profundo de la justicia, que al contrario pretende
encubrir a los autores intelectuales, a que las voces de quienes
reclamamos verdad y justicia sean calladas, tal como es en la Masacre
de Acteal, las ejecuciones de Simón Pedro y del Padre Marcelo, son
por la falla del Estado, por la criminalidad desde funcionarios del
gobierno mexicano.
La
impunidad y complicidad del mal gobierno en la Masacre de Acteal, no
sólo ha sido el gobierno de Zedillo responsable directo de dicho
crimen, sino también de los gobiernos posteriores, así como el
gobierno en turno que se pregona de izquierda, que ha permitido
asesinatos de decenas de luchadores sociales y representantes de
pueblos organizados; así mismo de periodistas y defensoras y
defensores de derechos humanos. En especial nos referimos y
condenamos el ataque directo a nuestra compañera Dora Robledo
directora del Frayba y que no es la primera vez que las y los
compañeros del Frayba hayan sido hostigados y amenazados de muerte.
De este hecho le pedimos a la CIDH, condene y obligue al Estado
mexicano de garantizar la vida de todo el equipo del Frayba y se
realice una investigación sin pretextos a los responsables de dicho
atentado.
Hoy
las niñas y niños y los jóvenes y jóvenas que somos, tenemos una
tarea por delante. Pedimos la fuerza y sabiduría de nuestras abuelas
y abuelos masacrados para que crezcamos respetando su memoria y su
sangre que derramaron por la paz. Y que la luz infinita en la que se
han convertido nuestras 45 hermanas y hermanos y más los bebés,
iluminen nuestro camino y nuestra conciencia.
Desde
Acteal, en donde un día se oscureció la tierra y se ensordecieron
las montañas por las balas asesinas de los enviados de la muerte,
ahora la memoria y la esperanza que resplandecen en gigantes
fragmentos de luz, nos solidarizamos con las y los niños palestinos
y también con la gente adulta, con el Pueblo de Palestina, que están
siendo exterminados, es la gran vergüenza de estos tiempos que
vivimos, señalamos como uno de los primeros perpetradores por los
gobiernos de Israel y de Estados Unidos. Somos pequeños, no tenemos
el poder de detener la barbarie de este atroz genocidio contra el
pueblo palestino, pero si nos unimos todas y todos a levantar la voz
para que se pare el infierno en Palestina, podremos salvar la vida de
mucha gente.
¡Verdad,
No olvido y Justicia por la Masacre de Acteal!
¡Informe
de fondo, Ya!
¡Alto
al genocidio en Palestina!
Desde
Acteal, Casa
de la Memoria y de la Esperanza.
Atentamente,
La
Voz de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Por
la Mesa Directiva:
____________________ ____________________________
Victorio Santiz
Gómez Juan Gabriel Vázquez Vázquez
Presidente Secretario
________________ _________________ Manuel Gómez Ruiz Elías Pérez Santiz
Tesorero Subsecretario
Por
las nietas y nietos de los 45 mártires de Acteal: