Seguimos demandando a la CIDH que se apresure en publicar los resultados de sus investigaciones sobre el caso 12.790 Manuel Sántiz Culebra

 




Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

     Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

           Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

 

22 de noviembre de 2021

 

 

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Al Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas

A las y los defensores de los derechos humanos

A los medios libres y alternativos

A los medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

 

Hermanas y hermanos:

Hoy que falta exactamente un mes para que se cumplan 24 años de la Masacre de nuestras 45 queridas hermanas y hermanos, más los 4 bebés a quienes les negaron el derecho de nacer, profanando el vientre de sus mamás; a 23 años con 11 meses de vivir el día más terrible y cruel del que podamos acordarnos, donde en este lugar nos arrebataron la vida de nuestros hermanos y hermanas que no cometieron delito alguno, y con su sangre santificaron esta tierra, seguimos exigiendo justicia. Queremos justicia y seguimos reclamándola pero no vemos por dónde venga o hable. Seguimos esperando una respuesta de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) que no llega. Y estamos preocupados, porque ya van a ser 24 años de lucha infatigable por la verdad, en los que no hay justicia. Nos preguntamos por qué la CIDH sí le da seguimiento a otro grupo de sobrevivientes de la Masacre que ha optado por la solución amistosa con el gobierno mexicano, asistiendo a observar el acto que realizaron el pasado 27 de octubre con la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México; pero a los sobrevivientes y familiares de la Masacre que estamos urgiendo a la CIDH que publique ya su Informe de Fondo, junto con los demás miembros de nuestra Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal y los hermanos solidarios que siempre nos han apoyado y nos han animado desde 1997 para no cansarnos de insistir en buscar la justicia verdadera para nuestras y nuestros mártires, a todos nosotros no nos contesta.


 

Hoy queremos recordarles también, que Las Abejas de Acteal no hemos aceptado ni aceptaremos nunca intercambiar la sangre de nuestros hermanos caídos aquí, por dinero o proyectos de vivienda o infraestructura en nuestras comunidades, y seguiremos firmes denunciando la verdad de lo que pasó para que una Masacre como la de Acteal no se vuelva a repetir, aunque el gobierno siga intentando dividirnos y comprarnos. Del mismo modo, queremos reiterar que ni los sobrevivientes de la Masacre, ni nuestros representantes o ningún otro integrante de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal recibimos ayudas o apoyo alguno del gobierno. Continuamos en la lucha, resistiendo y trabajando por la paz y la autonomía, sin aceptar las migajas con las que los malos gobiernos quieren comprar nuestra conciencia y callarnos la boca, aprovechándose de nuestra necesidad.


Seguimos entonces demandando a la CIDH que se apresure en publicar los resultados de sus investigaciones sobre el caso 12.790 Manuel Sántiz Culebra y otros "Masacre de Acteal", en un Informe de fondo que responsabilice al Estado mexicano por las violaciones graves a los derechos humanos que cometió, señale a todos los autores intelectuales y materiales, y mande las acciones que garanticen la no repetición de hechos como los que ocurrieron aquí, y que no hemos dejado de recordar con indignación, mes con mes. Le pedimos a la CIDH que no nos deje solos recordándole al mundo que fueron los paramilitares priístas de Chenalhó, preparados y organizados por funcionarios con los primeros puestos del orden municipal, estatal y federal, quienes se coordinaron para planear, ejecutar, encubrir la Masacre, y después asegurar la impunidad para todos los participantes, hasta la fecha.

Tampoco olvidamos que un mes de noviembre pero hace 12 años, inició la segunda etapa de liberación masiva de los 70 paramilitares sentenciados a prisión por el caso Acteal, en un proceso que, poco a poco, logró que todos pudieran salir de la cárcel y regresar a vivir como sin nada a nuestras comunidades, violando el derecho a la paz y tranquilidad de nuestros hermanos y hermanas sobrevivientes de la Masacre y sus familias. Y por si esto fuera poco, salieron premiados con becas vitalicias y con nuevas tierras obsequiadas por el Congreso del Estado de Chiapas. Pero sobre todo, están entre nosotros trayendo un fuerte y sonoro mensaje de impunidad, es decir, que el que trabaja de la mano del gobierno puede realizar cualquier atrocidad y no será, al final, castigado sino premiado.

Y en este mes de noviembre que se cumplen 111 años del inicio de la Revolución Mexicana y la lucha de Emiliano Zapata y los pueblos de Morelos por recuperar su tierra y su libertad, vemos que los pueblos originarios en México seguimos en la misma lucha, pues los despojos de tierras y la invasión de nuestros territorios para favorecer al desarrollo capitalista con concesiones a las empresas y corporaciones amigas de la Cuarta Transformación, nos tiene en la misma necesidad de organizarnos para resistir y para vivir. Y al igual que los poderosos no dejaron de perseguir a Zapata porque no podían comprarlo, el gobierno de López Obrador sigue cobrando más y más defensores de la tierra y el territorio muertos, desaparecidos o encarcelados, cuyo único delito es seguir luchando por la vida de los pueblos, por cuidar sus recursos y por no dejarse comprar. Un ejemplo cercano de ello es el caso de nuestra hermana Irma Galindo Barrios, defensora ñuu savi que desde 2018 denunció la existencia de un aserradero que destruía el bosque de su comunidad, en la Mixteca oaxaqueña, con los permisos de autoridades federales y la aceptación de las autoridades locales y comunitarias. Hoy, ella está desaparecida desde el 27 de octubre, que fue la última vez que la ambientalista fue vista en su comunidad de Mier y Terán, municipio de San Esteban Atatlahuca, al otro día de asistir a una manifestación en la Ciudad de México, donde ni ella ni otros de sus compañeros defensores fueron recibidos por López Obrador.

Las Abejas nos hacemos eco de las últimas palabras que se oyeron decir a la hermana Irma Galindo antes de ser desaparecida, que describen muy bien la política etnocida de la Cuarta Transformación y reflejan lo que vivimos también en Chiapas y en muchos otros territorios indígenas del país:

“Sólo les creen sus mentiras al presidente municipal, les envían recursos que usan para  armas y matarnos y si hay organizaciones o colectivos que quieren ayudarnos también los criminalizan, los amenazan, los hostigan y los condicionan”.

Por eso saludamos a todos los esfuerzos que desde abajo y a la izquierda se organizan para desafiar estas políticas, como el Foro Global en Defensa del Agua desde los usos y costumbres, que se realizó el pasado 13 de noviembre en la Altepelmecalli, Casa de los Pueblos, en las tierras rebeldes del municipio de Juan C. Bonilla, Puebla, con la participación de muchos pueblos y representantes de movimientos que han decidido organizarse desde hace mucho tiempo para defender sus recursos, a través de asambleas, del diálogo y  aplicando la ley de los pueblos. Lamentablemente, ayer en este mismo lugar de Puebla, se realizó una Asamblea Comunitaria donde varias personas llegaron a atacar físicamente a los participantes, pero la policía municipal se llevó detenidos únicamente a dos comunicadores populares de la Radio Comunitaria Zacatepec, que estaban cubriendo el evento. Nuestros hermanos que fueron aprehendidos, Alejandro Torres Chocolatl y Michel Torres son también miembros de Pueblos Unidos, quienes han enfrentado criminalización y persecución política por su defensa ambiental.

También queremos reconocer la lucha de todos los pueblos y organizaciones que se juntaron este mes en el Encuentro en Defensa de nuestros Bienes Naturales y Comunales “EL ISTMO ES NUESTRO” para informar, analizar y organizarse ante la imposición del llamado Corredor Interocéanico, que según la Declaratoria final del encuentro nos aclara que “pretende ser  el nudo que articule los ‘proyectos estrella’ de la 4T como el mal llamado Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, el Proyecto Integral Morelos y toda la infraestructura energética que pretende interconectar estos y más megaproyectos para abastecer el consumo energético de las grandes industrias y los mercados nacionales e internacionales”. Queremos decirles que seguiremos atentos a los acuerdos que ahí se tomaron.

Sabemos que el gobierno de López Obrador no es el primero en querer garantizar los intereses de los ricos empresarios que se benefician con los Megaproyectos, sino que ha continuado el camino contrarrevolucionario iniciado por Salinas de Gortari, con la reforma al Artículo 27 constitucional que permite vender y comprar las tierras colectivas como bienes comunales y ejidos, y que clausuró desde 1992 el reparto de grandes terrenos que están en manos de unos cuantos. Desde entonces, los gobiernos que siguieron se han dedicado a parcelar ejidos y dar facilidades a los ricos para volver a dejar a los pobres sin tierra. Fox y Calderón siguieron aprovechando esto y le abrieron más y más la puerta a los ricos extranjeros, pero fue con Peña Nieto que se completaron las Reformas Estructurales, y ya no queda ninguna de las cosas que se habían ganado la Revolución Mexicana: los recursos naturales del país ya pueden ser aprovechados por compañías privadas nacionales y extranjeras para ganar dinero con ellos, y los terrenos donde encuentren esos recursos pueden ser expropiados para ser entregados a esas compañías, sin pedirle permiso a los pueblos y comunidades que los han trabajado y defendido por siglos.

Es por eso que el gobierno ha fomentado históricamente los conflictos entre los pueblos,  pues eso nos debilita y hace que no podamos luchar unidos contra nuestros verdaderos enemigos. En Chiapas tenemos varios ejemplos de pueblos indígenas que tienen décadas peleando violentamente, matándose entre sí por los límites de sus terrenos, que tienen su origen en “errores” cometidos por las autoridades agrarias que reconocieron legalmente a dos dueños distintos la propiedad sobre los mismos terrenos, como es el caso de los linderos entre los pueblos de Chenalhó y Chalchihuitán; y el caso actual más grave que se vive entre los pueblos de Aldama y Santa Marta por la misma razón, cuyo número de ataques de ambos lados con armas de alto poder se ha elevado de forma alarmante en los meses de octubre y noviembre, causando el desplazamiento de miles de nuestros hermanos de uno y otro pueblo. Ni los pueblos ni el gobierno han tenido capacidad para resolver estos conflictos, ni para desarmar a los grupos involucrados que cuentan con armas de alto calibre y garantizar el derecho a vivir en paz de los hombres y mujeres, niños y niñas que llevan sufriendo mucho tiempo por esta intensa violencia.

Apenas ayer, un grupo armado que defiende a una de las partes en conflicto por una disputa por  tierras parecida atacó con armas de alto poder a hombres, mujeres, niños y ancianos zoques pertenecientes al grupo contrario de su ejido. El problema comenzó hace 19 años, tras el inicio de Programa PROCEDE en el Ejido Zoque de Esquipulas Guayabal, en el municipio de Chapultenango, Chiapas, que ha confrontado a los campesinos entre sí por pelearse 2,000 hectáreas que pertenecían al ejido en la zona del volcán. Como resultado del ataque hay muchas familias desplazadas en la cabecera municipal y hay desaparecidos, entre ellos las autoridades del ejido. Nos solidarizamos con nuestras hermanas y hermanos zoques y le repetimos al mal gobierno de Rutilio Escandón y López Obrador que ya no queremos más violencia, y que es su trabajo desarmar de una vez por todas a los grupos criminales que amenazan, persiguen, desplazan y masacran a las comunidades y pueblos en resistencia.

Es por ello que es tan importante para nosotros continuar la lucha de nuestros hermanos Alonso Vázquez y Simón Pedro, quienes dieron su vida para defender al pueblo y porque hubiera paz en nuestro territorio, no con armas sino con la fuerza de Dios, alcanzada con ayunos y oración. Y como Zapata, no nos rendiremos ni nos venderemos nunca, ni aunque tengamos que luchar contra un gobierno asesino que se dice de izquierda, como lo hizo en su misma tierra, hasta entregar la vida, nuestro compañero Samir Flores.

 

Hermanos y hermanas, aquí estamos y seguimos resistiendo Las Abejas de Acteal. En este día que ya se acercan el Aniversario de la fundación de nuestra Organización y de la Conmemoración de la Masacre de Acteal, invitamos a todos los hombres y mujeres, colectivos y organizaciones que han luchado con nosotros por justicia y verdad, por autonomía y en la defensa de nuestros territorios, a que nos acompañen en la Jornada que hemos titulado “Acteal: 24 años sembrando semilla de los Mártires - 29 años de lucha y resistencia”. En los próximos días haremos públicos los detalles de las actividades que estamos preparando para este evento. Desde ahora les decimos que aparten los días 21 y 22 de diciembre para que puedan acompañarnos en Tierra sagrada, ya sea de manera presencial o virtual, y así seguirnos fortaleciendo en esta lucha que es por la vida. 

Desde Acteal, Casa de la Memoria y la Esperanza.

Atentamente

La Voz de la Organización sociedad Civil Las Abejas de Acteal.   

Por la Mesa Directiva:

 

 

Cristóbal Ruiz Arias                                         Gerardo Pérez Pérez

                           Presidente                                                        Secretario

 

 

Manuel Ortiz Gutiérrez                                              Pedro Pérez Pérez

                            Tesorero                                                            sub presidente

    Sebastián Guzmán Sántiz

Sub tesorero






 

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