Organización de la
Sociedad Civil las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires
Acteal, Chiapas, México
10 de noviembre del 2013
A
las Organizaciones Sociales y Políticas
A
las y los Defensores de los Derechos Humanos
A
los Medios de Comunicación Alternativos
A
la Prensa Nacional e Internacional
A
la Sociedad Civil Nacional e Internacional
A
las y los Adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona
Hoy día domingo 10 de
noviembre del año 2013, se cumple apenas un año que perdimos a
nuestro hermanito de nombre Manuel Vázquez Luna.
Manuel Vázquez Luna,
tenía 13 años el día 22 de diciembre de 1997 cuando ocurrió
la masacre en nuestra comunidad de Acteal; Manuelito, como lo
conocíamos todos, logró salvar su vida escondido bajo de un árbol,
cuyas raíces se hundían en un arroyito; y mientras los
paramilitares disparaban a nuestros hermanos inocentes que corrían
por salvar su vida, Manuelito vio morir a 9 de sus familiares, sus
padres: Alonso Vázquez Gómez y María Luna Méndez; su abuelita
Juana Gómez Pérez, su tío Victorio Vázquez Gómez; sus hermanas
mayores Rosa Vázquez Luna, Verónica Vázquez Luna, Antonia Vázquez
Luna, Margarita Vázquez Luna y Juana Vázquez Luna.
Manuelito era menor de
edad, y era un niño sano, humilde y cariñoso, al ver todo lo que
pasó con los 45 mártires y los 4 bebés que fueron sacados del
vientre de sus madres, a él le quedó grabado en su mente todo lo
sucedido, día con día recordaba a sus padres y sus familiares que
perdió, y desde entonces a todos los que llegaban a Acteal para
saludar nuestra comunidad, les contaba los hechos de la masacre. Esa
fue la primera vez que Manuelito salvó su vida y vio con sus propios
ojos quiénes le quitaron la vida a sus familiares, es decir los vio
de cerca cuando pasaban los paramilitares.
Así vivía Manuelito y
pasaba los años con mucho dolor y tristeza en su corazón: siempre
recordaba a sus familiares masacrados aquel 22 de diciembre.
Fue en el año 2007 que
Manuelito comenzó a presentar problemas en sus movimientos, actuaba
lento y perdía la coordinación, además de dolores constantes de
cabeza y sangrados frecuentes por la nariz. sus familiares que vivían
con él trataban de conseguirle algún medicamento pero nunca lo
consiguieron, porque no sabíamos qué enfermedad tenía.
En ese año de 2007
Manuelito fue llevado a la Ciudad de México por amigos solidarios de
Las Abejas, que le consiguieron atención de médicos del
Instituto Nacional de Neurología y Neuropsiquiatría, y del
Instituto Nacional de Cancerología, quienes coincidieron que
Manuelito tenía un tumor en el cerebro; así Manuelito fue atendido
con quimioterapias y radioterapias desde el año 2008 hasta el 2010,
cuando los especialistas dieron de alta a nuestro hermanito porque el
tratamiento fue exitoso y el tumor fue completamente erradicado. Esta
vez fue la segunda ocasión que Manuelito logró salvar su vida.
Pero hace un año,
hermanos, probablemente una araña de las llamadas “araña violín”,
mordió a Manuelito en su mano, la infección fue muy fuerte y los
compañeros Promotores de Salud fueron quienes lo atendieron y
lograron estabilizarlo, lo llevamos al Hospital de las Culturas en
San Cristóbal de Las Casas, ahí, en ese hospital, Manuelito fue
víctima de maltrato porque recibió un servicio deficiente, racista,
los médicos no le hacían caso en su enfermedad. Ahora sabemos que
el antídoto que podría salvar a Manuelito contra el veneno de esa
araña, sólo se encuentra en un hospital del estado de Morelos y que
no hubo comunicación entre los hospitales para que mandaran el
antídoto, y eso redujo las posibilidades que Manuelito se salvara.
Queremos manifestar los
últimos acontecimiento cuando Manuelito se puso grave por su
enfermedad y cuando fue llevado al Hospital de las Culturas de San
Cristóbal de las Casas, la noche del 22 de octubre del 2012. Cuando
llegó Manuelito acompañado de su hermano Juan Vázquez y otras de
sus hermanas, los médicos no lo quisieron atender porque no contaba
con el llamado “seguro popular”, eso nos indignó muchísimo
porque ese seguro popular sólo lo dan a quien acepta sus condiciones
de ese mal gobierno, porque la enfermedad no te pide identificación,
para nosotros es donde este gobierno demuestra la discriminación que
hace ante el pueblo.
“Llevó tiempo de
discutir para que Manuelito fuera atendido de lo poco que querían
hacer los médicos, días después, el último de octubre, los
médicos ya no atendieron, lo dejaron sin atender 3 días.
Imaginémonos ¿qué pasaría cuando un paciente queda abandonado
y encerrado en un cuarto? Para nosotros, los médicos eran
injustos e inhumanos: no hacen un trabajo para curar a los enfermos
esos días estábamos con harta rabia, pero como era muy delicado la
salud de Manuelito y además era victima de la masacre, tuvimos que
pedir auxilio o queja ante el Centro de Derechos Humanos Fray
Bartolomé de las Casas; pero lo que quería hacer el director del
hospital era tratar de engañar a Juan el hermano de Manuel, le decía
que no se preocuparan por Manuelito, porque se va atender. Después
del 3 de noviembre lo volvieron a revisar un poco, ya era para ver si
estaba con vida o sin vida.
El
7 de noviembre a Manuelito lo pasaron a terapia intensiva ya sólo
era para esperar a que se muriera; es así entonces cuando el
director del hospital le dijo a Juan, el hermano de Manuelito,
que va llegar a verlos el representante de la Comisión de Desarrollo
Indígena (CDI) para que vieran que están interesados en él, dijo:
“no se preocupen”. Nosotros decíamos: “médicos
injustos, racistas”.
Cuando llegó el
funcionario del CDI, le dijo a Juan Vázquez,
“si quieren comida o dinero les voy a dar, y no se preocupen por
Manuelito, se le va insistir a los médicos para que lo atiendan
bien”.
En el anochecer del 9 de
noviembre cuando llegó el abogado del hospital, los médicos decían
que necesitaban plaquetas y sangre de los
familiares de Manuelito para que se recuperara; pero las
irregularidades en el protocolo en relación al traslado de la sangre
evidenciaron al mal manejo admistrativo del servicio del hospital.
Todo esto fue denunciado en su momento, incluso fue el médico de
terapia intensiva quien confirmaba que ya para nada serviría si se
le daban las plaquetas y sangre. Muy tristemente estando en el
hospital ya nada se esperaba de los médicos para que lo atendieran a
Manuelito, quien murió a las 3 de la madrugada.
A
esa hora un doctor avisó a uno de sus familiares de Manuelito, que
ya había muerto. Es lo más triste e inolvidable para nosotros los
familiares y a los víctimas que haya perdido la vida nuestro hermano
Manuel Vázquez Luna a manos de médicos en un hospital por no
atender ni preocuparse por su vida.
Hermanos, nosotros no
olvidamos que los sobrevivientes de la masacre, los heridos de bala
nunca recibieron tratamientos y medicamentos suficientes, nunca
recibieron un trato digno y profesional; y los familiares de la
víctimas tampoco fueron atendidos con algún tratamiento que ayudara
el dolor de sus corazones. Lo único que hacían los médicos era dar
una consulta superficial, nada más; decían que en el hospital no
contaban con medicamentos, desde entonces se ha observado que nunca
tienen capacidad de atender a los enfermos, mucho menos cuando es una
víctima de la Masacre como la de Acteal. Es por eso que las víctimas
decidieron no acudir al hospital porque no tiene caso perder días y
asistir a un hospital que ni siquiera cuenta con buen médico, ni
buena atención, donde nadie habla nuestra lengua tzotzil ni tampoco
cuentan con traductor, y si sólo se lleva a un enfermo es para verlo
morir sin que nadie se acerque, eso no tiene caso.
Hermanos recordemos las
estrategias del mal gobierno que cuando encuentra a una víctima o un
sobreviviente de la masacre como la de Acteal, lo que hace es
ofrecerle dinero o cosas materiales como para engañar y así trata
de que lo olviden y dejen de exigir justicia a los mártires,
entonces nos preguntamos ¿acaso eso es correcto, que el
gobierno ofrezca dinero o despensa a cambio de atención a un
enfermo? Lo peor que hace el mal gobierno es callar a las
víctimas tratando de dejar impune la justicia, no cabe duda que lo
teníamos bien claro cuál era su intención del gobierno que era
querer liberar a los paramilitares como lo hizo en el año 2009, eso
es una muestra clara de lo que denunciamos siempre.
Hermanos y hermanas: Hay
razones cuando decimos las cosas que nos ofenden, y hay razones de el
por qué Manuelito fue llevado hasta el hospital de la Ciudad de
México desde el año 2007, porque nuestra confianza solo está en
las personas que durante años han sido solidarias, amigos y médicos
que conocen los verdaderos medicamentos, personas que nos apoyan y
que pueden conseguir una buena atención al pueblo marginado; que
tienen un buen corazón de apoyarnos, personas que son de conciencia
humana y que llegaron a observar lo que ha pasado aquí en Acteal. A
través de ellos se tuvo la posibilidad de llevar a nuestro hermano
Manuelito, es donde se le hizo el estudio de su enfermedad, donde se
alcanzó a ver qué tenia (tumor cerebral) según estudios de
especialistas y lo salvaron.
Aclaramos
que no le creemos al hospital llamado “de Las Culturas” del
gobierno en Chiapas; porque no es para salvar vidas, al contrario es
para quitar vidas.
Denunciamos
públicamente que la muerte de nuestro hermano Manuelito, fue por
irresponsabilidad de los médicos; y que tanto el Director del
hospital como del Representante de la Comisión de Desarrollo
Indígena, no se preocuparon por la vida de un joven Tzotzil. Su
único interés del mal gobierno es el olvido de los hechos ocurridos
en aquel trágico 22 de diciembre del año de 1997 en Acteal.
No
permitiremos que los tres niveles de gobierno manipulen a los
médicos.
¡Ya
no más pérdidas de vidas humanas en los hospitales!
¡Justicia
para el caso Acteal!
ATENTAMENTE
la
voz de los familiares de nuestro hermanito Manuelito
y
la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
por
los familiares
Juan
Vasquez Luna Maria Vasquez Luna
Por
la Mesa Directiva:
Rosendo
Gómez Hernández
Antonio Vázquez Gómez
Lorenzo
Pérez Ruiz
Juan Gómez Ruiz
Elías
Gómez Pérez