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El asesinato del Padre Marcelo sigue impune, porque quienes administran la justicia en Chiapas y en México no han tenido voluntad de investigar

 


Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal


Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

Acteal, Chenalhó, Chiapas, México.

 

 

 

 

Palabra de la Organización Las Abejas de Acteal en memoria del Padre Marcelo.

 

Hermanas y hermanos:

 

Vamos a traer a nuestro corazón y pensamiento de cómo vimos el trabajo y la obra del Padre Marcelo Pérez Pérez durante el tiempo que nos acompañó a caminar en la Organización Las Abejas de Acteal.

 

 

Cuando llegó a Acteal, empezó a entender nuestra lucha y nuestro caminar. Comenzó a tomar valor, su corazón se fue fortaleciendo; miró en nosotros que no tenemos miedo en denunciar las injusticias y la impunidad.  Empezó a hablar como nosotras y nosotros, y se hizo grande su corazón.

 

 

El Padre Marcelo platicaba con mucho orgullo que nosotros fuimos sus maestras y maestros, que en Acteal fue donde encontró la fuerza y sabiduría. Cuando le pedimos escribir la presentación de nuestro libro el Camino de la No-violencia, escribió lo que realmente sintió al vivir y palpar el sufrimiento, la resistencia y la esperanza que existe en las mujeres y hombres de Las Abejas de Acteal. Aquí un fragmento del texto en mención:

Entonces yo veo las palabras de las hermanas y hermanos como una luz y quisiera presentarlas como FUEGO QUE QUEMA EL CORAZÓN, …FUEGO QUE CALIENTA EL CORAZÓN PARA SER VALIENTES EN LA LUCHA y si lo digo es porque aquí en Acteal se prendió el fuego del Espíritu Santo en mi corazón.


En noviembre 2001 yo descubrí en Acteal un llamado de Dios, desde lo que allí pasó, al ver el sufrimiento de los sobrevivientes, y ver la voz que tienen para exigir justicia. Yo como sacerdote tenía mucho miedo, allí en la cabecera de Ch’enalvo’; cuando tocaban la campana para la Santa Misa, bajaba rápido y me escondía un ratito en el cuarto, a ver si venían las autoridades, solo tocar la campana me daba miedo, pero al venir en Acteal, escuché la palabra de las mujeres y de los hombres con mucha libertad, tenían una voz muy clara ante las injusticias, y yo dije: “el Pastor cobarde, miedoso y las ovejas valientes en dar su palabra”, algo no está bien aquí. Allí descubrí el llamado de Dios para denunciar las injusticias.

 

El Padre Marcelo, comenzó a entender de fondo lo que significaba luchar por la vía de la No-violencia. Nos preguntaba cómo es que el catequista Alonzo Vázquez junto con todas las mujeres y hombres, niñas y niños y más los bebés arrancados del vientre de sus madres, entregaron su vida para que se detuviera la violencia en Ch’enalvo’ y en Chiapas. Entonces empezó a convencerse que entregar la vida por la justicia y la paz para el pueblo, es ser un verdadero ser humano, es convertirse en hija e hijo del Dios de la Vida y del Amor.

 



Cuando el Padre Marcelo, entró totalmente en su corazón la construcción de la justicia y de la paz, entendió que es lo mismo vivir y practicar el evangelio de Dios, desde la exigencia de justicia de la Masacre de Acteal, desde la denuncia de las graves violaciones a los derechos humanos, desde la defensa de la vida y tierra y territorio, desde cualquier injusticia que viven las comunidades y los pueblos de Chiapas y de México.


 

En una ocasión, vio que los sobrevivientes de Acteal estaban atravesando momentos difíciles, se organizó para visitar a las familias y rezar con ellas, además de entregarles unas pequeñas cruces como símbolo de la fuerza y esperanza del Dios de la justicia y verdad.

 

El Padre Marcelo, se convirtió en uno de nosotros, su corazón se volvió Abeja, empezó a denunciar abiertamente y sin miedo que la Masacre de Acteal es un crimen de Estado y que debían ser investigados y castigados los autores intelectuales como Ernesto Zedillo Ponce de León, Emilio Chuayfet, Gral. Enrique Cervantes Aguirre, Gral. Mario Renán Castillo, Julio César Ruiz Ferro, entre otros. Denunciaba otros crímenes de Estado como la desaparición forzada de los 43 jóvenes de Ayotzinapa.

 

Desde entonces, los políticos corruptos, los gobiernos locales, estatales y federales de cualquier partido político, fueron trastocados sus interés políticos y económicos, empezaron a incomodarse con la palabra verdadera y denuncia justa y necesaria que hacía el Padre Marcelo.

 

En el 2011, llegó la noticia que la Diócesis de San Cristóbal había decidido cambiarlo de la parroquia de Chenalhó a la de Simojovel, porque en el municipio de Chenalhó había personas que no lo querían por su forma de pensar, similar en los tiempos antiguos, cuando Jesús no fue aceptado por los poderosos. Sin, embargo, en Simojovel encontró una situación social y política mucho más crítica y riesgosa, pero no tuvo miedo. Nos dijo: ustedes me enseñaron a no tener miedo y aunque haya amenazas de muerte, siempre hay que denunciar, porque no se puede callar la verdad…

 

En una ocasión cuando se estaba escalando las amenazas en contra del Padre Marcelo por los grupos criminales en Chiapas, nos solidarizamos con él. Era el año 2021, unos meses antes del también asesinato cobarde de nuestro hermano Simón Pedro, una comisión de la organización Las Abejas fuimos a visitarlo en la parroquia de Simojovel, llevamos rezos y un poco de tierra y agua sagradas de Acteal como señal de fuerza y esperanzas. Días después, el Padre Marcelo nos contó que uno de los hermanos del Consejo Parroquial de Simojovel, vio que de esa agua sagrada en ella salía una luz. El Padre Marcelo siempre tuvo fe y creyó en que Acteal es Tierra Sagrada, regada por sangre inocente de nuestras 45 hermanas y hermanos más los 4 bebés no nacidos, masacrados por un grupo paramilitar de Chenalhó, el 22 de diciembre de 1997.

 

Y así podríamos seguir con una larga lista de toda la experiencia compartida con el Padre Marcelo, pero lo que nunca vamos a olvidar es su corazón que quedó para siempre en Acteal, aunque aquí descansa su cuerpo en la parroquia de San Andrés, sin embargo, su espíritu y memoria vivirán para siempre en Acteal, así como en los corazones de quienes lo conocieron de cerca y de lejos.

 

Queremos terminar no sin antes recordar que el asesinato del Padre Marcelo sigue impune, porque quienes administran la justicia en Chiapas y en México no han tenido voluntad de investigar la verdadera causa de la que le costó la vida. No olvidar, que el asesinato del Padre Marcelo se dio por denunciar abiertamente la violencia desbordada en Chiapas. En su última participación en la peregrinación realizada el 13 de septiembre de 2024 en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, denunció  con estas palabras: Chiapas está siendo sometida por la violencia, no queremos ser esclavos, somos hijas e hijos de Dios y somos libres… nos manifestamos para exigirle al gobierno que tome en serio el tema de la paz aquí en Chiapas, porque negando la realidad ese no es el camino, los que niegan la realidad se hacen cómplices… el presidente (Andrés Manuel López Obrador) dice que tiene otros datos, datos a su conveniencia, datos para legitimar sus mentiras…

 

Ante la cruda realidad y las mentiras a las que siempre recurren los malos gobiernos, se reafirma y refuerza nuestra convicción que sólo el pueblo se puede salvar así mismo, que sólo organizados podemos defendernos de la violencia y de la muerte que nos imponen los grupos criminales en anuencia con los gobiernos locales, estatal y federal.

 

Sobre la violencia y la impunidad, cantemos como lo hacía el Padre Marcelo, entonando el himno, “Venceremos”: …Pronto venceremos, pronto venceremos, juntos lucharemos hasta el final, quiero que mi país sea feliz, con amor y libertad. Sólo con justicia nos haremos dueños de la paz…

 

 

Aunque los poderosos creen haber matado al Padre Marcelo, en realidad sólo pudieron matar su cuerpo, esto ya lo había dicho nuestro hermano catequista Alonzo Vázquez, podrán, matar nuestro cuerpo, pero, nunca podrán matar nuestra alma.

 

 


 

El nombre y la memoria del Padre Marcelo, viven más que nunca, han quedado escritos en libros de historia, retratados en documentales, escritos con luz y convertidas en imágenes, se ha convertido en letras de cantos e himnos de la paz y la justicia.


 

El nombre y la memoria del Padre Marcelo, nadie lo puede borrar, nadie puede cambiar la verdadera historia; que el nombre y la memoria del Padre Marcelo, se escuchen en el canto de las aves de las montañas tsotsiles; que en las manifestaciones de las y los defensores de la tierra y territorio lo griten en sus consignas y, que el nombre y la memoria del Padre Marcelo queden esculpidos eternamente en nuestros corazones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Justicia y verdad por el asesinato del Padre Marcelo!

¡Alto a la violencia en Chiapas!

No más impunidad en Chiapas!

¡Viva el Padre Marcelo Mártir de la Paz!

 

 

 

 

 

 

 

¡

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde la Parroquia de san Andrés Sakamch’en de los Pobres; a 19 de octubre de 2025.

 

Atentamente

La Voz de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

 

 

                Por la Mesa Directiva:

 

 

____________________­_               ___________________________

Victorio Santiz Gómez                                 Juan Gabriel Vázquez Vázquez

                          Presidente                                                                       Secretario

 

__________________                           ___________________

Manuel Gómez Ruiz                                  Elías Pérez Sántiz

        Tesorero                                              Subsecretario

 

 

  








 

 




















 

 

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