Organización Sociedad Civil Las Abejas
de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Chenalhó, Chiapas, México.
22 de noviembre de 2024
Al Congreso Nacional Indígena
Al Consejo Indígena de Gobierno
A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
A las y los Defensores de los Derechos Humanos
A la Vicaría de Justicia y Paz de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
A los Medios Libres y Alternativos
A los Medios de Comunicación Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil, Nacional e Internacional
“Y aun después de muerto, por su fe sigue clamando”
(He 11,4).
Hermanas y Hermanos:
A un mes de que se cumplan 27 años de que se regara aquí la sangre de nuestras 45 hermanos y hermanas inocentes, más los 4 bebitos que aún no nacían, y también a un mes de haber sembrado a nuestro querido jTotik Marcelo en su tierra natal, luego de que le arrebataran la vida los señores de la muerte, seguimos firmes en la exigencia de justicia para todas ellas y ellos. Sabemos que ahora que ya están juntos, se engrandecerán sus corazones y le hablarán a nuestra Mamá-Papá Dios para que renueve nuestras fuerzas de luchar por la paz.
Pues todas ellas, todos ellos, junto con nuestro hermano y compañero Simón Pedro, jamás dejaron de decir la verdad, hasta las últimas consecuencias. Nos mostraron que se puede vivir de otra manera, con amor a los pobres de este mundo, y con ese amor y no por el interés personal, es como se puede cambiar la historia, librarnos de la injusticia, de la crueldad, de los engaños y las mentiras de los poderosos, es como se puede traer la paz.
foto: area de comunicación de las abejas |
Por eso hoy estamos de nuevo juntas y juntos para animarnos con el ejemplo de Padre Marcelo y nuestros Mártires de Acteal y seguir siendo su voz, en medio de esta realidad oscura, en donde ellos son fuente de luz para guiar nuestro caminar.
Hoy que la violencia sigue incontrolable a nuestro rededor, cada vez más cerca y en más rincones de nuestro estado y de nuestro país. Hoy que el pacto entre criminales gobierna nuestros estados, hoy que las armas siguen llegando a nuestras comunidades, creando terror y obligando a muchas hermanas y hermanos a desplazarse para buscar un refugio seguro. Hoy que muchos de nuestros compañeros y compañeras no pueden salir a trabajar por miedo a los enfrentamientos armados. Hoy que el paso de muchos caminos está bloqueado por algún grupo armado y nuestros hermanos no pueden salir ni para abastecerse ni para organizarse.
Hoy que el nuevo gobierno federal sigue inundando nuestros pueblos con la presencia de militares, pero no garantiza nuestra seguridad, sobre todo de quienes defendemos la tierra y la vida, que somos impunemente asesinados o desaparecidos.
Hoy que millones de hermanos migrantes centroamericanos que son víctimas del crimen organizado en México, aliados muchas veces con las autoridades migratorias, sufren los peores tratos y violaciones inhumanas en su intento por llegar a los Estados Unidos.
Hoy que las amenazas de deportación masiva y de intensificación de la violencia contra nuestros hermanos que han arriesgado y soportado todo para ir a buscar mejores salarios a los Estados Unidos, se juntan a los riesgos de una verdadera guerra nuclear que puede terminar con la vida humana por la necedad y la ambición de los países más ricos.