Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
22 de marzo de 2023
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Al Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas
A las y los Defensores de los derechos humanos
A los Medios libres y alternativos
A los Medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Bienaventurados los mansos, pues ellos heredarán la tierra.
Mt. 5, 5
Hermanas y hermanos:
Hoy volvemos a juntar nuestros corazones para recordarnos y recordarle al mundo
que, aunque estemos rodeados de muerte e injusticias, aunque el camino es
doloroso y lleno de humillaciones, vale la pena luchar. Esta lucha de nuestra organización por verdad y justicia, por construir autonomía y defender la tierra, por alcanzar paz con dignidad, tiene muchos enemigos y cada vez más. Por eso, hoy siguen animándonos a luchar y nunca darnos por vencidos,nuestros 45 mártires más los cuatro bebecitos no nacidos, que asesinaron
hace poco más de 25 años en este mismo lugar, que fueron mansos y ofrecieron su vida
por detener el espiral de violencia que se vivía en esta región, donde se venía
aplicando el Plan de Campaña Chiapas 94, coordinando acciones de las distintas
corporaciones de seguridad pública con recursos federales, estatales y municipales,
cuyos responsables nunca han sido enjuiciados por entrenar, financiar, acompañar
y proteger a los grupos paramilitares priístas y cardenistas de Chenalhó que
provocaron el desplazamiento forzado de miles de hermanos nuestros, perpetraron
la masacre y hoy tienen garantizado su bienestar y tranquilidad, tras haber sido
liberados por la Suprema Corte (alegando irregularidades en la integración de sus
expedientes) y premiados con tierras y una pensión vitalicia por el gobierno del
Estado de Chiapas, sabiendo que nunca pisarán de nuevo la cárcel pues no pueden
ser juzgados de nuevo por el mismo delito.
Aunque el cansancio sea mucho, aunque las burlas no paren,
compañeros y compañeras queden en el camino, aunque parezca que el día de la
justicia se aleja cada día más, aunque quieran dividirnos más y aprovecharse de
nuestra pobreza, aunque aparentemente los asesinos se salen siempre con la suya
y nunca reciben el castigo que se merecen, aunque las humillaciones sean cada
vez más dolorosas, nosotros lucharemos y resistiremos.
Resistiremos la tentación de la venganza, la tentación de la reacción violenta, la
tentación de la desesperanza, la de la resignación a que no habrá justicia. Nosotros
no dejaremos de gritar y exigir justicia por los masacrados y por nuestros hermanos
asesinados, como Simón Pedro, no nos conformaremos con soluciones o
sentencias que no contemplan investigar y enjuiciar a los verdaderos responsables
de las atrocidades que hemos sufrido.
Y este ánimo de lucha también se lo agradecemos a un hermano que hoy
recordamos a 5 años de su pascua, a nuestro Juntot Rafa Landerreche, a quien
conmemoramos juntas y juntos el pasado 9 de marzo aquí en Acteal. Agradecemos
al corazón del cielo, al corazón de la tierra porque nos compartió tantas cosas
durante los años que acompañó nuestro caminar, hasta que se quedó
definitivamente con nosotros en esta Tierra Sagrada. En primer lugar, él y su
esposa, nuestra Junme’ Luz Rodríguez, compartieron con muchos de los miembros
de la organización y especialmente con nuestros jóvenes, talleres de reflexión sobre
la acción no-violenta de Jesús que nos ha alimentado, para que entendiéramos
cómo se parece a la lucha pacífica de Gandhi y de otros y otras luchadoras que
practicaron la no violencia activa, como César Chávez, Chico Méndez, Nelson
Mandela, Martin Lüther King y, por supuesto, Monseñor Romero que
conmemoramos este 24 de marzo en el 43 aniversario de su martirio y entrega por
defender a su pueblo. También nos ayudó a entender palabras complicadas que
nos llegaban de otras luchas hermanas y a hacer análisis de los tiempos que nos
tocó vivir juntos, resultando en acciones de solidaridad, pronunciamientos, ayunos,
oraciones, y marchas-peregrinaciones, donde siempre nos acompañaron
valientemente a denunciar lo que estaba sucediendo y a exigir justicia. No tenemos
cómo agradecerles todo el esfuerzo y la vida que han compartido con nosotros, pero
intentamos seguir practicando el ejemplo que nos puso de siempre caminar
teniendo presente la Palabra de Dios y sus llamados.
Nuestro bankilal, nuestro juntot Rafa, como le decimos cariñosamente, alguna vez
también nos ayudó a ver que el Ejército Mexicano, uno de los principales
responsables de la Masacre de Acteal (por omisión y acción) y de tantos otros
crímenes de estado en el país, como sucedió también en Guatemala, ha descubierto
que el crimen organizado es un buen negocio y fuente de poder: porque es negocio
practicarlo (por las ganancias que deja) y es negocio combatirlo (porque justifica la
importancia de la actuación del ejército e incrementa su presupuesto). Por eso es
tan importante luchar contra la enorme impunidad de que ha disfrutado el ejército
en todos los gobiernos y con todos los presidentes, incluso con Andrés Manuel
López Obrador.
Queremos decirles una vez más a los padres y madres de los 43 estudiantes de la
Normal de Ayotzinapa, que no han dejado de buscar a sus hijos y luchar por
esclarecer la verdad de lo que les pasó, exigiendo el castigo a los responsables,
que no están solos en su exigencia de verdad y justicia, pues aunque lograron que
para su caso se conformara una comisión de la verdad y una fiscalía especial y que
se giraran 83 órdenes de aprensión –entre ellas 20 contra militares y otros
funcionarios mayores-, cuando el ejército mexicano reclamó al poder ejecutivo para
que se desistiera de las órdenes de aprehensión contra sus elementos, tuvieron que
ver con impotencia cómo se cancelaron 16 de las órdenes contra militares, tres
contra funcionarios del Tribunal Superior de Justicia y otras tres contra funcionarios
de la PGR. Y así, han tenido que ver cómo el presidente de México sigue
defendiendo al ejército mexicano, aunque hay pruebas de que participaron en la
desaparición de los 43, y prefiere descalificar a los defensores de derechos
humanos que valientemente han acompañado a las familias. Así como han tratado
de cerrar el Caso Acteal sin justicia, les decimos que no los dejaremos solos hasta
que se reconozca y se juzgue la responsabilidad del ejército mexicano por su
participación directa en los hechos violentos del 26 y 27 de septiembre de 2014.
Hermanas y hermanos que prestan oídos y corazón a nuestra palabra, les pedimos
también que se unan a las exigencias que hemos hecho públicas tantas veces ya,
desde el pasado 7 de febrero que el poder judicial del Estado de Chiapas se ha
estado burlando de nosotros y ha tratado de deshacerse de nuestro clamor por
justicia, en el caso del cobarde asesinato de nuestro hermano Simón Pedro Pérez
López.
Como ya les hemos informado, después de hacer que nos trasladáramos cuatro
veces hasta Pichucalco, de las cuales en dos ocasiones no hubo audiencia, por fin
se espera que pasado mañana 24 de marzo, el Juez de Enjuiciamiento del Tribunal
de Pichucalco dicte la sentencia condenatoria para quien se ha probado
contundentemente que presionó el gatillo que acabó con la vida de nuestro
compañero Simón Pedro. También exigimos que este Juez y la Fiscalía del Estado
de Chiapas inicien sin pretextos ni demoras la investigación para dar cuanto antes
con los autores intelectuales de este crimen perpetrado contra nuestro hermano
Simón Pedro en Simojovel el 5 de julio de 2021, para meter terror entre los
defensores de los derechos humanos y promotores de la paz frente al clima de
violencia generalizada que se vive en la Región de los Altos de Chiapas y que el
gobierno federal y estatal son responsables de detener efectivamente.
Así, hoy recalcamos que la justicia y la reparación del daño comienzan con la
investigación y enjuiciamiento de los autores intelectuales, tanto para la Masacre de
Acteal, para la masacre y las desapariciones de los estudiantes de Ayotzinapa, para
el asesinato de nuestro hermano Simón Pedro y de todos los demás Defensores y
Defensoras de Derechos Humanos, del Territorio y de la Vida que han sido
cruelmente exterminados o desaparecidos en nuestro país y en el mundo. Y también
insistimos en que la justicia sólo será completa si se toman las medidas para
garantizar que esos crímenes no se repitan.
Tan sólo en este mes exigimos la presentación con vida del compañero Santos de
la Cruz Carrillo desaparecido el pasado 3 de marzo, representante agrario wixárika
de Uweni Muyewe- Bancos de San Hipólito, municipio de El Mezquital, Durango,
comunidad que es miembro del Congreso Nacional Indígena y que apenas el mes
pasado ganó el reconocimiento legal de casi 11 mil hectáreas después de décadas
de lucha de esta comunidad autónoma. Y también exigimos justicia para el
compañero Alfredo Cisneros Madrigal, defensor de los bosques y presidente del
comisariado comunal de Sicuicho, que fue arteramente asesinado el pasado 22 de
febrero en medio del proceso que vive su comunidad de independizarse del
municipio y regirse como autogobierno.
Ante el sistema de justicia corrupto y que el estado usa para desgastar a las
organizaciones independientes y a las valientes comunidades y familias de los
victimados, les recalcamos que con la fuerza de la Palabra de Dios y el ánimo de
los profetas que él ha sembrado entre nosotros y nos han acompañado durante
todos estos años, no nos vamos a dejar cambiar el corazón, que seguiremos
conservando manso para poder seguir cuidando y heredando la tierra, como nos
prometió Jesús.
Desde Acteal, Casa de la Memoria y la Esperanza,
Atentamente
La Voz de la Organización sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Por la Mesa Directiva:
Javier Flores Zepeda
Presidente
Secretario
Luis Miguel Gómez Pérez
Tesorero
Alonso Ruiz López
Sub Secretario
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